Medio centenar de familias denuncia a una enfermera “antivacunas” por pinchar a sus hijos sin inocularles las dosis

Los afectados acusan a la facultativa del Servicio Vasco de Salud en Bizkaia de simular que inmunizaba a los menores. “Echaba a la basura la jeringuilla con la vacuna dentro”, aseguran

Vacunación infantil, en Barcelona. Getty Images

En Santurtzi (45.000 habitantes, Bizkaia) la conocen como la antivacunas. Un grupo de padres y madres de esta localidad tienen catalogada así a una enfermera, y sospechan que pinchaba a sus hijos sin inocularles las vacunas reglamentarias. Observaron en ella un “comportamiento extraño” cada vez que acudían al centro de salud: “Ponía la jeringuilla a los niños con rapidez, la retiraba de forma precipitada y después la arrojaba directamente a la papelera con la dosis en su interior”, según han denunciado las familias. El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha abierto un expediente informativo a...

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En Santurtzi (45.000 habitantes, Bizkaia) la conocen como la antivacunas. Un grupo de padres y madres de esta localidad tienen catalogada así a una enfermera, y sospechan que pinchaba a sus hijos sin inocularles las vacunas reglamentarias. Observaron en ella un “comportamiento extraño” cada vez que acudían al centro de salud: “Ponía la jeringuilla a los niños con rapidez, la retiraba de forma precipitada y después la arrojaba directamente a la papelera con la dosis en su interior”, según han denunciado las familias. El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) ha abierto un expediente informativo a la enfermera, quien también deberá declarar como investigada ante un juzgado de Barakaldo por presuntamente simular que vacunaba a los menores. Un total de 42 familias han presentado una demanda conjunta por los presuntos delitos de malversación de fondos públicos y de falsedad documental. Laura Comonte, una de las madres firmantes de la denuncia, asegura que desconoce si su hijo, de 18 meses, tiene la inmunidad total: “No sé si esta enfermera le ha puesto las vacunas” que estipula el calendario vacunación infantil.

El caso de la enfermera antivacunas se conoció a mediados de octubre pasado cuando Osakidetza recibió varias quejas de familias descontentas con el comportamiento de la enfermera y los comentarios que esta realizaba en la consulta en contra de la administración de vacunas. Entre estas figuran como obligatorias para la población infantil dosis para obtener la inmunidad contra la hepatitis B, difteria, tétanos o tosferina. Las autoridades sanitarias abrieron un proceso para esclarecer si los menores atendidos por la mencionada enfermera presentaban anticuerpos en su organismo. Las pruebas efectuadas a medio centenar de niños y niñas pertenecientes a dos cupos diferentes dieron como resultado que uno de estos cupos no presentaba una correcta inmunización. La Dirección de Salud Pública decidió administrar una dosis adicional a aquellos que no tenían los anticuerpos y amplió el análisis serológico a un total de 400 menores tratados por esta profesional en el ambulatorio de Kabieces.

El hijo de Laura Comonte tenía 13 meses de edad cuando ocurrió todo esto: “El niño estaba parcialmente inmunizado y nosotros decidimos volver a vacunarle después de consultarlo con especialistas. Ahora no sabemos si está sobrevacunado. Esto nos produce mucha incertidumbre”. En una situación parecida se encuentran otras muchas familias. Por ahora, 42 han decidido denunciar en los juzgados a la enfermera. La acusan, según consta en su denuncia, de “utilizar incorrectamente el material suministrado por Osakidetza, abonado con fondos públicos, porque no lo destina para el uso para el que fue comprado, sino que en vez de inocular la dosis a los niños, echa a la basura la jeringuilla con la dosis en su interior, desperdiciándola y causando un claro perjuicio patrimonial a la administración”.

Los denunciantes, a los que se podrían sumar nuevas familias afectadas, según asegura el abogado que les representa, Aitzol Asla, exponen en su escrito ante el juzgado que si bien desconocen “con exactitud” cómo fue “la mecánica exacta que hizo la enfermera para dejar constancia de la inoculación en el sistema de Osakidetza”, intuyen que la profesional “una vez simulada la inoculación, introdujo en el ordenador con su identificación que el paciente X había sido vacunado con la dosis X”. De este modo, para el sistema de salud pública estos menores estarían figurando como vacunados y con el calendario de vacunación reglamentaria cumplido.

La decisión de Osakidetza de citar a varios niños para comprobar su grado de inmunidad generó muchas dudas en las familias. “Todos no habían sido vacunados por la misma persona. Algunos recibieron parte de la pauta de un enfermero mientras ella estaba de fiesta”, comenta Comonte. Recuerda que en esas fechas hubo un brote de meningitis en la guardería a la que acude su hijo, aunque por fortuna este no cayó enfermo. “Son personas indefensas, muy vulnerables. Algunos enfermaron y los padres no saben si es porque no recibieron todas las vacunas”, añade esta denunciante.

Comonte recuerda ahora que la enfermera investigada realizaba “comentarios antivacunas” en la consulta. Aconsejaba a los padres emplear “vacunas naturales”. “A mí me llegó a decir que la mejor vacuna contra el tétanos es que el niño ande descalzo por la hierba”, asegura. “Al principio confías en ella porque es una profesional y piensas que eres una madre histérica primeriza. Después resulta que a otros padres les hacía comentarios parecidos”, añade.

“Nos encontramos ante un problema de salud pública”, afirma el letrado Asla. El Juzgado de Instrucción número 4 de Barakaldo ha citado a las familias personadas entre el 6 y el 22 de marzo para que ratifiquen su denuncia. La enfermera deberá declarar como investigada el día 4 de mayo. La facultativa no está trabajando ahora en el ambulatorio de Kabieces, extraoficialmente por encontrarse de baja, según los denunciantes.

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