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El camino más corto para alcanzar las cero emisiones

La urgencia climática es cada año más evidente. Mientras los países buscan medidas más ambiciosas con el fin de hacerle frente, la ruta hacia la descarbonización es ya un objetivo prioritario para naciones y empresas. Este es el camino de Shell Energy para lograrlo

Proporcionar soluciones de energía más limpias es indispensable para alcanzar la neutralidad de carbono. Shell Energy lo pone en marcha para ayudar a sus clientes.Getty Images/iStock

En plena celebración de la COP27 en Sharm el Sheij (Egipto), la cumbre en la que más de 200 países buscan cómo contener una emergencia climática que es más patente cada año, se puede hablar de una conclusión a la que todos los participantes, sin excepción, habían llegado ya hace apenas un año, al término de la COP26 de Glasgow (Escocia), en noviembre de 2021: sigue siendo necesario trabajar en medidas que contribuyan a frenar el calentamiento global. A la espera de nuevos desafíos y medidas más ambiciosas enfocadas a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, los países llegaban ya a esta cumbre con un objetivo marcado en el horizonte como una letanía: reducir sus emisiones de CO₂ en un 45% para 2030.

En este escenario de urgencia actual, la ruta hacia la descarbonización cobra una relevancia máxima. Y todavía mayor tras las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania, que han llevado a la Comisión Europea a establecer medidas para independizarse de los combustibles fósiles rusos y apostar por las energías renovables. Una dirección que están tomando todos los países, incluido España. Entre otras medidas, el Gobierno dedicará el 40% de los 150 millones de euros recibidos de los Fondos Next Generation EU a proyectos relacionados con la transición ecológica: la descarbonización, la eficiencia energética, el despliegue de las energías renovables, la electrificación del transporte, el desarrollo del almacenamiento de la energía y la economía circular.

Una estrategia colaborativa

Más allá de la actuación de las instituciones y los gobiernos, las corporaciones también han acelerado su transformación hacia un modelo alineado con las necesidades del planeta. Este es precisamente el reto de Shell Energy, una división dentro del Grupo Shell que se centra en el desarrollo de soluciones energéticas que ayuden tanto a la propia empresa como a sus clientes a cumplir los objetivos de descarbonización y reducción de emisiones.

Shell Energy tiene dos propósitos en el horizonte: convertirse en una compañía de cero emisiones netas en todas sus operaciones en 2050 y contribuir a la aceleración de la transición energética en los mercados en los que está presente

“Como una de las compañías de energía integrada más grandes del mundo, con presencia en más de 70 países, debemos dar ejemplo a través de nuestras acciones y utilizar nuestra escala y relaciones para apoyar y alentar a otros en el viaje”, aseguran desde la compañía. “Para ello, la colaboración con los distintos organismos, autoridades y empresas es clave para conseguir juntos los objetivos de descarbonización. Un cambio de mentalidad fundamental para garantizar que la transición se realice de una manera sostenible y que no deje a nadie atrás”, añaden.

En el horizonte de Shell se perfilan dos propósitos: convertirse en una compañía de cero emisiones netas en todas sus operaciones en 2050 y contribuir a la aceleración de la transición energética en los mercados en los que está presente. Uno de ellos es España, donde cuenta con una trayectoria de más de 100 años. De hecho, fue la primera empresa energética llegada del extranjero, en 1920. Ahora, su filial Shell Energy, que también desarrolla su actividad en otros cinco países en Europa ⎯Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Italia y Turquía⎯, se ha consolidado como un operador estratégico en el mercado energético nacional. En estas regiones, la compañía aplicará su estrategia Powering Progress (Impulsando el progreso), a través de la cual plasma su objetivo de colaborar en todas sus áreas de influencia proporcionando más soluciones de energía. Y todas, claro, más limpias, como la electricidad proveniente de la energía solar y eólica, u otras como el hidrógeno o biocombustibles.

La compañía ayudará a sus clientes en el reto de la descarbonización mediante una cartera global de soluciones integradas que engloban electricidad, gas natural y soluciones energéticas renovables.Getty Images/iStockphoto

Ruta para alcanzar las cero emisiones

Precisamente, el camino de Shell para alcanzar el cero neto pasa por ofrecer estas soluciones de energía. Todo, a partir de dos líneas de estrategia:

• Comprender las nuevas necesidades energéticas para diversificar las soluciones. De esta manera, la compañía ayudará a sus clientes a descarbonizar sus sectores, negocios y comunidades mediante una cartera global de soluciones integradas que engloban electricidad, gas natural y soluciones energéticas renovables (como electricidad 100% verde, CPPAs ⎯acuerdos de compra de energía para empresas⎯, gas natural compensado y energía solar fotovoltaica) que les permitan seguir creciendo de forma sostenible.

• Ayudar a transformar toda la cadena de valor mediante la construcción de un negocio de energía interconectado. A través de él, Shell produce, compra, comercializa, almacena y suministra energía directamente a las empresas. Su presencia en toda la cadena de valor de la energía les permite diseñar soluciones integradas para sus clientes, ayudándoles a aumentar la eficiencia y reducir las emisiones y los costes.

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