Vacuna contra la viruela del mono: cómo protege y qué se sabe de la enfermedad
Las dosis que han llegado a España no alcanzan para cubrir a la población de riesgo. Por el momento solo se inocula una de las dos recomendadas, y la primera limita su eficacia a alrededor del 30%
Los contagios de viruela del mono siguen creciendo en España, que es el país con más casos por habitante del mundo y el que más fallecimientos ha registrado en lugares no endémicos: dos. El colectivo de hombres que tienen sexo con hombres, que acumulan la gran mayoría de los casos (el 98% en el mundo y más del 80% en España) reclama más vacunas para protegerse. Por el momento solo se han repartido 5.300 dosis entre las autonomías y todavía no han llegado las 7.000 adicionales que el Ministerio de Sanidad prometió hace dos semanas. Ni siquiera con esas hay suficientes para todos los que están m...
Los contagios de viruela del mono siguen creciendo en España, que es el país con más casos por habitante del mundo y el que más fallecimientos ha registrado en lugares no endémicos: dos. El colectivo de hombres que tienen sexo con hombres, que acumulan la gran mayoría de los casos (el 98% en el mundo y más del 80% en España) reclama más vacunas para protegerse. Por el momento solo se han repartido 5.300 dosis entre las autonomías y todavía no han llegado las 7.000 adicionales que el Ministerio de Sanidad prometió hace dos semanas. Ni siquiera con esas hay suficientes para todos los que están más expuestos al riesgo de contraerla. Esto es lo que se sabe hasta ahora de la enfermedad:
¿Cómo de grave es la viruela del mono?
En general, se trata de una enfermedad leve. Un estudio publicado este martes en The Lancet mostraba que cuatro de cada 10 pacientes requieren tratamiento médico, sobre todo para manejar los dolores. Este es también el motivo mayoritario de hospitalización, que en España ha afectado a alrededor del 3% de los contagiados. En la inmensa mayoría de casos no pasa de ahí, pero se puede complicar en personas que sufren comorbilidades, en niños (sobre todo en zonas con pocos recursos sanitarios) o en quienes tienen debilitado el sistema inmunitario.
¿A qué se deben las muertes?
Existe poca información sobre las muertes ocurridas en España. En ambos casos los fallecidos padecían una encefalitis producida por la infección. Del primer fallecido, en la Comunidad Valenciana, no ha trascendido la edad, aunque se trata de un “hombre joven”, según Sanidad; el segundo, en Córdoba, tenía 31 años. El Instituto de Salud Carlos III está estudiando muestras de los cadáveres para tratar de averiguar si es una mera casualidad o el virus está causando una afección concreta. En los otros casos conocidos fuera de los países endémicos (en India, Ecuador, Perú y Brasil) los fallecidos sufrían graves patologías previas.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
Según el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), los síntomas más frecuentes son pústulas en la zona ano-genital (60,3%), fiebre (56,6%), pústulas en otras localizaciones distintas a la ano-genital y a la bucal (52,8%), inflamación de los ganglios (52,2%), dificultad para respirar (33,8%), dolor de cabeza (24%), dolor muscular (21,3%), pústulas orales (20,7%) y dolor de garganta (13%). El estudio publicado el martes entre pacientes españoles también registraba inflamación en el glande, las amígdalas y el ano.
¿Cómo se transmite?
A diferencia de los brotes anteriores de viruela del mono, en los que se presumía una transmisión por gotitas de saliva, ahora la vía de contagio mayoritaria es el contacto directo de la piel, como ha venido a confirmar el estudio publicado en The Lancet. Para llegar a esta conclusión han observado cómo la carga viral en las pústulas era muy superior a la de la laringe, lo que quita peso a la infección a través de las vías respiratorias. La zona más afectada suele ser la que entra en contacto con el virus.
¿Se puede contagiar por roce casual con otra persona?
Es poco probable. Por lo que se sabe, la vía de contagio es un contacto directo e íntimo. También se cree que puede transmitirse por contacto con objetos contaminados, como sábanas o ropa. Se han documentado otras vías de infección, como la de madre a hijo.
¿Es una enfermedad de transmisión sexual?
No. No es propiamente lo que se define como una infección de transmisión sexual, aunque también está estudiándose si a través de los fluidos sexuales puede contagiarse. En cualquier caso, el modo más frecuente de infección en este brote es la transmisión entre parejas sexuales, debido al contacto íntimo. Sanidad cuantifica por este medio el 82,1% de los casos de los que hay información suficiente para determinar la vía.
¿Por qué hay más casos entre hombres que tienen sexo con hombres?
El virus puede transmitirse a cualquier persona en contacto directo con él. Otros brotes que ha habido a lo largo de pasadas décadas no había llegado a grupos de hombres que tenían sexo con hombres, pero, casualmente, este lo ha hecho, y es ahí donde más está creciendo. Eso no quiere decir que no pueda pasar a otros. De hecho, aunque la Organización Mundial de la Salud cuantifica en un 98% los casos detectados en hombres que tienen sexo con hombres, los datos de España reducen esta cifra al 83%.
¿Es muy contagioso?
Varios estudios han mostrado una tasa de contagio (conocida como R0) de entre un 1,6 y 1,8. Esto quiere decir que sin intervenciones de mitigación, como promedio, cada infectado transmite la enfermedad a entre una y media y casi dos personas. Cuando el número es inferior a uno, el brote tiende a remitir por sí mismo, que es lo que ha sucedido con otros que han surgido en las últimas décadas. Como advierte Maria Van Kerkhove, portavoz de la OMS, se trata de una media, que en función del colectivo y el lugar puede ser mayor o menor. “Se ha estimado que las comunidades de hombres que tienen sexo con hombres es donde supera a 1. Eso significa que el brote se está expandiendo y que hay oportunidades para llevar ese número de reproducción por debajo de 1 dando a esas comunidades la información correcta y empoderándolas”, dijo en una rueda de prensa.
¿Son efectivas las vacunas?
Las vacunas que se están usando contra la viruela del mono no son específicas de esta enfermedad, sino que están diseñadas para la viruela tradicional. Aunque parece que arrojan una alta efectividad (de en torno al 80% con la pauta completa de dos dosis), es necesario estudiarlo mejor.
¿Cuántas dosis son necesarias?
En España se está inoculando la de última generación de la farmacéutica Bavarian Nordic, que requiere dos dosis y hace efecto completo dos semanas después del segundo pinchazo. Sin embargo, debido a la escasez de dosis, por el momento solo se está poniendo la primera dosis, cuya eficacia se estima en torno al 30%.
¿Evita la vacuna el contagio?
No. De forma similar a la covid, la vacuna mejora el pronóstico de los afectados y evita muchos de los síntomas, pero no es esterilizante.
¿Quién se puede vacunar?
En principio, las vacunas se indicaron solamente para los contactos directos de los infectados. Más tarde, también para todas las personas con prácticas de riesgo: hombres que tuvieran varias parejas sexuales masculinas. Sin embargo, no hay dosis suficientes para todos. A España han llegado 5.300, lo que ni siquiera sería suficiente para los contactos directos de los infectados. Estaba previsto que la semana pasada llegasen otras 7.000, que siguen siendo insuficientes. El Ministerio de Sanidad todavía no las han repartido entre las comunidades. Tanto Madrid como Cataluña han habilitado servicios de vacunación con cita previa para este colectivo, pero, debido a esta escasez, está resultando muy complicado acceder a una.
¿Cuál es el tiempo de incubación del virus?
En este brote, la incubación dura alrededor de una semana, frente a los entre 15 y 22 días que se habían descrito en República Democrática del Congo. Esto supone, para algunos expertos, que no tenga sentido la vacunación postexposición a contactos cercanos a personas infectadas, ya que no hay tiempo suficiente para que haya una respuesta inmunitaria. Según esta tesis, deberían centrarse todos los esfuerzos en vacunar de forma preventiva a las personas con prácticas de riesgo.
¿Cómo se puede proteger una persona?
Más allá de la vacuna, que no está a disposición de todo el mundo, la OMS recomienda estar muy atento a los síntomas descritos antes para detectar la enfermedad cuanto antes y pide a las personas que muestren signos de la enfermedad que se aíslen para no propagar el virus. También ha aconsejado a los hombres que tienen sexo con hombres que reduzcan el número de sus parejas sexuales. Esto ha indignado al colectivo LGTBI en España, que se siente señalado. La Coordinadora estatal de VIH y sida (Cesida) también cree que se trata de un mensaje equivocado. Lo adecuado, explican a EL PAÍS, es hacer una advertencia general a toda la población, indicándole que un alto número de parejas sexuales puede aumentar el riesgo de contagio, sin centrarse en un colectivo concreto, lo que puede conducir “a un estigma similar al que surgió hace tres décadas con el VIH”.
¿Cuántos casos se han detectado?
En todo el mundo se han notificado hasta la fecha 30.638 casos, de los que 5.162 se han detectado en España, el país con más diagnósticos por habitante del mundo y el segundo en términos absolutos tras Estados Unidos (8.934), según las cifras ofrecidas este martes por el CCAES. Los casos notificados en España proceden de las 17 comunidades autónomas, pero dos tercios del total (3.453) se han registrado en Madrid y Cataluña.
¿Por qué la OMS ha declarado el brote una emergencia sanitaria internacional?
El mensaje de la OMS es que el virus se puede controlar con vigilancia, trazando los contagios y rompiendo las cadenas de transmisión. Pero esto no es lo que está sucediendo. Aunque el virus no está mostrando una explosión exponencial, como sí lo hizo la covid, no para de crecer. Es complicado localizar a los contactos, precisamente por el estigma que puede suponer y por el anonimato que se da en muchas relaciones de riesgo. A pesar de que los asesores de la OMS no eran mayoritariamente favorables a declarar la emergencia, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, decidió hacerlo ante la inacción que veía en algunos países. Una de las medidas que recomienda el organismo es limitar los viajes internacionales a personas con síntomas de la enfermedad, que ya se ha expandido por más de 75 países.