La OMS recomienda reducir el número de parejas a los hombres que tienen sexo con hombres para frenar la viruela del mono
El organismo internacional descarta la vacunación de toda la población contra la enfermedad y reconoce limitaciones en el suministro de dosis
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no cree que sea necesaria una vacunación masiva contra la viruela del mono. Tras catalogarla como Emergencia Sanitaria Internacional el pasado sábado, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha dicho este miércoles que todavía hay muchas acciones que los estados y las personas pueden tomar. Entre ellas, recomendó a los hombres que tienen sexo con hombres (que representan el 98% de los contagios) q...
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no cree que sea necesaria una vacunación masiva contra la viruela del mono. Tras catalogarla como Emergencia Sanitaria Internacional el pasado sábado, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha dicho este miércoles que todavía hay muchas acciones que los estados y las personas pueden tomar. Entre ellas, recomendó a los hombres que tienen sexo con hombres (que representan el 98% de los contagios) que reduzcan el número de parejas sexuales.
“Este es un brote que puede detenerse si los países, las comunidades y las personas se informan, se toman en serio el riesgo y adoptan las medidas necesarias para detener la transmisión y proteger a los grupos vulnerables. La mejor manera de hacerlo es reducir el riesgo de exposición. Eso significa tomar decisiones seguras para usted y para los demás. Para los hombres que tienen sexo con hombres, esto incluye, por el momento, reducir el número de parejas sexuales, reconsiderar el sexo con nuevas parejas e intercambiar detalles de contacto con cualquier nueva pareja para permitir el seguimiento si es necesario”, ha dicho Tedros.
El director de la OMS ha reconocido que hay “retos” con la disponibilidad de vacunas, que están recomendadas solamente a personas que han estado en contacto cercano con otras diagnosticadas con viruela del mono. En Europa ya han comenzado estas inoculaciones, pero, además del limitado número de dosis, el problema está en que a menudo los afectados no son conscientes de haber estados expuestos a la enfermedad, que se transmite con un contacto muy estrecho entre personas.
Los representantes de la OMS, que han dado una rueda de prensa desde Ginebra, han insistido en que todavía no se conoce exactamente la eficacia de las vacunas que se están utilizando y han remarcado que no son efectivas nada más inyectarse, sino que son necesarias varias semanas para que protejan. Este es el motivo por el que han insistido en reducir los contactos de riesgo. “Las personas vacunadas deben continuar tomando medidas para protegerse evitando el contacto cercano, incluidas las relaciones sexuales con otras personas en riesgo de tener viruela del mono”, ha dicho Tedros.
A pesar de este mensaje, ha recordado que el riesgo no termina en los hombres que tienen sexo con hombres: “Aunque representan el 98% de los casos, cualquier persona expuesta puede contraer la viruela del mono. Es por eso que recomendamos a los países que tomen medidas para reducir el riesgo de transmisión a otros grupos vulnerables, incluidos niños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas. Además de la transmisión a través del contacto sexual, la viruela del mono se puede propagar en los hogares a través del contacto cercano entre personas, como abrazos y besos, y en toallas o ropa de cama contaminadas”.
Hasta la fecha se han registrado en todo el mundo 18.000 contagios en 78 países. Cerca del 10% de los infectados son ingresados en hospitales para manejar el dolor que provoca la enfermedad y cinco personas han muerto. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, más de 3.700 de los casos detectados están en España, que es el país con más diagnósticos, por delante de Estados Unidos.
Un nuevo nombre para la enfermedad
Mientras la viruela del mono avanza, la OMS busca un nuevo nombre para la enfermedad. La organización ha abierto un proceso para evitar un uso peyorativo del nombre y aumentar así el estigma. “Para la gran mayoría de las personas que lidian con estas enfermedades, el nombre no es un problema importante. Pero ciertas palabras pueden tener implicaciones y connotaciones racistas”, ha dicho Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.
“Tratamos de superar el historial anterior de nombrar enfermedades según el lugar de origen o que se detectó por primera vez o, a veces, incluso el nombre de una persona, etc. Hay una convocatoria para recibir sugerencias, y luego un comité las considerará. Que yo sepa no hemos recibido ningún nombre que reemplace a ‘viruela del mono’, así que el proceso sigue abierto y agradecemos cualquier sugerencia”, ha añadido Soumya Swaminathan, jefa científica de la OMS.