Biden pide al Congreso de Estados Unidos recuperar el derecho al aborto como ley federal
La sentencia ahonda la fuerte división entre demócratas y republicanos
La sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos que deroga la consideración del aborto como derecho constitucional ahonda la división y polarización política en Estados Unidos. Mientras los demócratas han salido en tromba a criticar al Supremo, los republicanos han celebrado la decisión. El presidente, el demócrata Joe Biden, ha señalado que es un “día triste para el tribunal y para el país”. Biden ha pedido al Congreso recuperar el derecho a la interr...
La sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos que deroga la consideración del aborto como derecho constitucional ahonda la división y polarización política en Estados Unidos. Mientras los demócratas han salido en tromba a criticar al Supremo, los republicanos han celebrado la decisión. El presidente, el demócrata Joe Biden, ha señalado que es un “día triste para el tribunal y para el país”. Biden ha pedido al Congreso recuperar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo como ley federal en el Congreso. “Esto no se ha acabado”, ha dicho. No le será fácil lograrlo. Los republicanos han aplaudido la sentencia, y prometen aprobar leyes contra el aborto en los Estados que controlan.
Ambos partidos tratarán de usar la interrupción del embarazo como baza electoral ante las elecciones legislativas de mitad de mandato del 8 de noviembre, en las que se renueva un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes. Con la popularidad de Biden por los suelos por la inflación, y unas malas perspectivas electorales que ponen a los demócratas en riesgo de perder el control de las dos cámaras, el aborto puede servir para movilizar a sus votantes.
Biden ha pedido defender el aborto el 8 de noviembre. “Este otoño, Roe está en la papeleta. Las libertades personales están en la papeleta”, ha afirmado, refiriéndose a la histórica decisión Roe contra Wade de 1973, que legalizó el aborto en todo Estados Unidos. “Este es un día triste para el país, en mi opinión, pero no significa que la lucha haya terminado”, ha añadido. El presidente ha hecho también un llamamiento a que las protestas sean pacíficas. “No hay que intimidar. La violencia nunca es aceptable”, dijo.
El presidente ha calificado de extrema la sentencia: “Tan extrema que las mujeres podrían ser castigadas por proteger su salud. Tan extrema que las mujeres y niñas pueden verse obligadas a dar a luz al hijo de su violador. Me aturde. Tan extrema que los médicos serán criminalizados por cumplir con su deber. Imaginen una mujer joven teniendo que cargar con un hijo como consecuencia del incesto. No hay opción. Muy a menudo, las mujeres pobres serán las más afectadas. Es cruel”, ha dicho, Biden, que recuerda que las leyes que criminalizan el aborto que se remontan al siglo XIX. “El tribunal literalmente ha hecho retroceder a Estados Unidos 150 años”, ha dicho.
“La salud y la vida de las mujeres de esta nación están ahora en peligro”, considera Biden, que ha destacado que el derecho al aborto se había mantenido con jueces nombrados por presidentes republicanos y que “han sido tres jueces nombrados por un presidente, Donald Trump, los que han sido el núcleo de la decisión de hoy de desequilibrar la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental para las mujeres de este país”.
Precisamente, en el lado opuesto, el expresidente Donald Trump ha dicho en declaraciones a Fox News: “Es la voluntad de Dios”. La decisión “sigue la Constitución”, ha añadido. En un comunicado ha añadido que es “una gran victoria para la vida” y se ha atribuido el mérito por el nombramiento de esos tres jueces.
El que fue su vicepresidente, Mike Pence, al que se considera el ideólogo de la renovación conservadora del Tribunal Supremo, ha celebrado la noticia: “Hoy, la vida ha ganado. Al anular el caso Roe contra Wade, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado al pueblo estadounidense un nuevo comienzo para la vida. Felicito a los jueces de la mayoría por tener el valor de sus convicciones. Al devolver la cuestión del aborto a los Estados y al pueblo, este Tribunal Supremo ha corregido un error histórico y ha reafirmado el derecho del pueblo estadounidense a gobernarse a sí mismo a nivel estatal de forma coherente con sus valores y aspiraciones”, ha escrito en su cuenta de Twitter, subrayando que el precedente que instituyó el derecho al aborto ha sido echado “al montón de cenizas de la historia”. Pence ha prometido esforzarse en llevar “la defensa del no nacido y el apoyo a las mujeres con embarazos en crisis” a todos los Estados.
El expresidente Barack Obama ha lamentado en su cuenta de Twitter la decisión. “Hoy, el Tribunal Supremo no solo revocó un precedente de casi 50 años, sino que relegó la decisión más intensamente personal que alguien puede tomar a los caprichos de políticos e ideólogos, atacando las libertades esenciales de millones de estadounidenses”. El exmandatario ha llamado a la movilización para defender el derecho. “Durante más de un mes, sabíamos que llegaría este día, pero eso no lo hace menos terrible”, ha añadido, en referencia a la filtración del borrador de la sentencia, a primeros de mayo.
Su esposa, Michelle Obama, ha recurrido también a Twitter para mostrar su desconcierto, colgando una carta en la que también anima a los estadounidenses a respaldar a las principales organizaciones de salud sexual y reproductiva. “Estoy desconsolada. Estoy desconsolada por la gente en todo este país que acaba de perder el derecho fundamental de tomar decisiones informadas sobre sus propios cuerpos. Me llena de tristeza que podamos vernos abocados a aprender las dolorosas lecciones de un tiempo anterior a [la sentencia] Roe contra Wade, un tiempo en el que las mujeres arriesgaban sus vidas en abortos ilegales. Una época en la que el Gobierno negaba a las mujeres el control sobre la reproducción, las forzaba a proseguir embarazos que no deseaban y las abandonaba cuando esos hijos nacían”.
La también demócrata Hillary Clinton, exsecretaria de Estado y candidata a la presidencia en 2016 frente a Trump, ha escrito en Twitter: “La mayoría de los estadounidenses creen que la decisión de tener un hijo es una de las más sagradas que existen, y que tales decisiones deben quedar entre los pacientes y sus médicos. La opinión del Supremo de hoy permanecerá en la infamia como un paso atrás para los derechos de las mujeres y los derechos humanos”. También alentó a sus seguidores a movilizarse para revertir la decisión del alto tribunal.
“Esto es lo que sucede cuando el extremismo toma el control... Perdemos nuestra capacidad de proteger a nuestros ciudadanos de la violencia armada y las mujeres perderemos el derecho a tomar una decisión... sobre nuestros propios cuerpos”, ha dicho a los periodistas la gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, en referencia a las dos sentencias consecutivas del Supremo, la publicada el jueves que consagra el derecho a llevar armas en público, y la de este viernes acerca del aborto. “Este es un día negro (…) pero no dejaremos de luchar”, ha escrito después en Twitter.
La congresista Alexandria Ocasio-Cortez, una de las representantes de la facción más progresista del Partido Demócrata, ha recurrido también a Twitter para pronunciarse sobre el fallo. “Derogar Roe y prohibir los abortos no hará que desaparezcan. Solo los hace más peligrosos, especialmente para las mujeres más pobres y marginadas. La gente morirá a causa de esta decisión. No pararemos hasta que se restablezca el derecho al aborto en los Estados Unidos de América”.
La representante republicana por Georgia, Marjorie Taylor Greene, una de las voces conservadoras más cercanas a Trump, ha acudido al Supremo a celebrar la sentencia. Tras ser acosada por activistas en favor del aborto que la insultaban a su paso, ha sonreído y ha dicho: “Estoy muy contenta. Es una bendición. Es un milagro”. Y luego ha añadido: “Creo que tenemos que preocuparnos por la izquierda radical. Van a hacer una insurrección aquí en el Tribunal Supremo”. El Congreso investiga justo en estos días el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, una insurrección precisamente de los partidarios de Trump.
La Iglesia católica estadounidense ha celebrado la decisión del Supremo. “Este es un día histórico en nuestro país. Durante casi 50 años, Estados Unidos ha impuesto una ley injusta que ha permitido que algunos decidan si otros pueden vivir o morir; esta política ha resultado en la muerte de decenas de millones de niños no nacidos, generaciones a las que se les negó el derecho incluso a nacer (…). Damos gracias a Dios hoy porque la Corte ahora haya anulado esta decisión. Rezamos para que nuestros funcionarios electos ahora promulguen leyes y políticas que promuevan y protejan a los más vulnerables entre nosotros”, dice el comunicado de los obispos estadounidenses, firmado por el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gomez, presidente de la Conferencia Episcopal, y el de Baltimore, William E. Lori. Hace ahora un año, los obispos de Estados Unidos amenazaron con denegar el sacramento de la comunión a Joe Biden, el segundo presidente católico del país, por su apoyo al aborto.