El fiscal alemán sugiere en una entrevista que tiene pruebas de que Madeleine estuvo en la autocaravana de Brückner
El pedófilo y violador, actualmente en la cárcel por otra agresión, es el único sospechoso de la desaparición de la niña hace 15 años
El caso Madeleine, un misterio que se prolonga ya más de 15 años, podría estar más cerca de su resolución. El fiscal alemán Hans Christian Wolters está convencido de que Christian Brückner, ahora mismo el único sospechoso de la desaparición de la niña británica en el Alga...
El caso Madeleine, un misterio que se prolonga ya más de 15 años, podría estar más cerca de su resolución. El fiscal alemán Hans Christian Wolters está convencido de que Christian Brückner, ahora mismo el único sospechoso de la desaparición de la niña británica en el Algarve en 2007, es el asesino. Así lo afirmó en una entrevista en la televisión portuguesa en la que aportó, o más bien sugirió, otro dato que hasta ahora se desconocía: en el registro de la autocaravana con la que se movió por la zona se encontraron restos que pertenecían a la niña.
El 3 de mayo de 2007, cuando tenía tres años, Madeleine McCann se esfumó de la habitación en la que dormía con sus dos hermanos en un apartamento de Praia da Luz, en el Algarve portugués, mientras sus padres cenaban con otras parejas en un restaurante del complejo. La atención mediática se dirigió primero a los padres, que llegaron a ser considerados sospechosos formales por la Policía portuguesa, una acusación que fue desestimada. Tras años sin pistas fiables, en 2020 las autoridades alemanas anunciaron que tenían a un sospechoso, el pedófilo y agresor sexual Christian Brückner, de 45 años, que hoy cumple condena por violación en una cárcel al norte del país.
“Estamos seguros de que es el asesino de Madeleine McCann”, asegura Wolters en la entrevista concedida a la cadena portuguesa CMTV el martes, coincidiendo con los 15 años de la desaparición de la menor. No es la primera vez que el fiscal de Braunschweig hace una afirmación similar en público. Lo dijo por primera vez en 2020, cuando aseguró que tenía pruebas que lo demostraban. Nunca ha desvelado en qué consisten esas pruebas, más allá de que el móvil de Brücker recibió una llamada larga, de una media hora, poco antes de la desaparición, que fue captada por una antena de telefonía cercana al apartamento de Praia da Luz. Ha trascendido asimismo que las autoridades alemanas tienen testigos que afirman que Brückner reconoció haber tenido algo que ver.
Ambas cosas son, sin embargo, pruebas circunstanciales. Por eso la periodista Sandra Felgueiras insiste en preguntar al fiscal por las otras pruebas que maneja. “¿Es cierto que han encontrado algo que pertenecía a Madeleine en la caravana de Christian Brückner?”. Ante la respuesta evasiva de Wolters, que se escuda en que no puede ofrecer esa información, la periodista le pregunta: “Pero no puede negarlo, ¿verdad?”. “No quiero negarlo”, responde él, y añade que el sospechoso y su abogado todavía no han sido informados. La legislación alemana impide hacer pública información sobre un sospechoso cuando este todavía no ha accedido a su expediente. Brückner aún no está imputado formalmente en Alemania por el caso Madeleine. El fiscal suele decir que la investigación sigue su curso, que es complicada y que no hay prisa porque está cumpliendo condena.
La Policía alemana tiene la autocaravana de Brückner al menos desde 2020. En la época en la que alemán vivió en el Algarve condujo varios vehículos, entre ellos un Jaguar XJR 6 oscuro con matrícula alemana y una autocaravana Volkswagen T3 antigua con matrícula portuguesa que al parecer alguien le había prestado. Los investigadores creen que conducía uno de los dos la noche en que desapareció Madeleine. El Jaguar se registró a nombre de un nuevo propietario al día siguiente, según comprobó Scotland Yard años después, cuando Brückner se convirtió en el único sospechoso.
Wolters no dio más datos sobre el tipo de pruebas que demuestran que la niña estuvo en esa caravana, pero medios como el diario sensacionalista británico The Sun apuntan a que se trata de fibras del pijama que llevaba esa noche. Esa información no ha sido confirmada y el propio diario reconoce que se trata de “especulaciones”.
La Fiscalía portuguesa declaró hace unos días sospechoso formal (arguido en la terminología penal del país; un paso previo a la imputación porque todavía no se le atribuyen delitos concretos) al alemán en un intento de evitar la prescripción del caso. En Portugal, a diferencia de Alemania, los delitos penados con más de 10 años de cárcel, como el asesinato, prescriben a los 15 años, justo la fecha que se cumplió este martes. La Fiscalía alemana podría imputar y llevar a juicio a Brückner en cualquier momento, ya que este tipo de crímenes nunca prescriben.
El sospechoso cumple condena en Alemania por la violación de una mujer de 72 años en 2005 en la misma zona de Portugal donde desapareció la niña. Ha sido condenado antes por robos, agresión sexual a menores y tráfico de drogas y hay otros casos sin resolver en los que se sospecha que pudo participar. Brückner, que empezó a delinquir cuando todavía era menor, vivió de forma intermitente en el Algarve entre 1995 y 2007.