Carreteras, hogares, fincas y el trabajo de generaciones: la factura de la destrucción del volcán de La Palma
Las administraciones comienzan la reconstrucción de la isla, a la que ya han llegado 138 millones en ayudas, según el Gobierno
“Empieza la tarea de reconstrucción y lanzamiento de la isla”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este lunes para anunciar que ya han llegado a La Palma 138 millones de euros en ayudas, y escogió un ceremonial adecuado a la situación, la de celebrar el fin de la erupción volcánica. Para ello se citó con su homólogo canario, Ángel Víctor Torres (PSOE), y con el líder del Cabildo insular, Mariano Hernández Zapata (PP), y representantes de todos los cuerpos de seguridad y protección civil que han intervenido en la gestión de la erupción del ...
“Empieza la tarea de reconstrucción y lanzamiento de la isla”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este lunes para anunciar que ya han llegado a La Palma 138 millones de euros en ayudas, y escogió un ceremonial adecuado a la situación, la de celebrar el fin de la erupción volcánica. Para ello se citó con su homólogo canario, Ángel Víctor Torres (PSOE), y con el líder del Cabildo insular, Mariano Hernández Zapata (PP), y representantes de todos los cuerpos de seguridad y protección civil que han intervenido en la gestión de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, a los que saludó y dio las gracias tras el acto organizado en el Puesto de Mando Avanzado (en El Paso), con el que se ha querido marcar un punto de inflexión en la suerte de la isla canaria.
La tarea que espera a las administraciones es mayor que los casi 150 millones de metros cúbicos de lava que vertió el cono durante 85 días y ocho horas. Una parte mínima de este material creó nueva superficie ganando terreno al mar a través de dos fajanas (una de 43,46 hectáreas y otra de 5,05 al norte). La mayor parte de material que ha brotado, sin embargo, ha destruido muchos años de trabajo de varias generaciones de palmeros.
La isla ha quedado casi cortada en dos. En total, el magma ha sepultado 73,8 kilómetros de carretera, fundamentalmente las que unían el oeste con el sur de la isla. El 20 de septiembre la lava ya había arrasado un tramo de la LP-2 a la altura de El Paraíso, cerca del concurrido Mirador de Tajuya. Era una autovía aún sin acabar que conectaba El Paso con la zona sur de la isla. “Yo la usaba todos los días”, rememoraba recientemente Alfredo Soto, albañil de Los Llanos de Aridane. De la noche a la mañana, trayectos de apenas 15 minutos pasaron a suponer dos horas de tiempo y varios transbordos en autobús. Una situación agravada después de que se perdiesen otros ramales secundarios como la LP-213, que unía la desaparecida Todoque con Puerto Naos. “Se tardará en recuperar estas vías”, explicaba recientemente Rubén Fernández, responsable técnico del Pevolca. “Para empezar, tenemos que esperar a que se enfríe la lava. Habrá que tener paciencia”.
La economía de la isla también ha quedado tocada. El plátano supone 180 millones de euros sobre un PIB total de 1.580 millones (dato de 2018), según el cuadro de indicadores económicos del Ejecutivo autonómico. Solo de este cultivo se han perdido 228,7 hectáreas, sobre un total de 370,1 que incluye las fincas de viñas y de aguacateros. “O nos ayudan o nos vamos pal piso”, aseguraba la pasada semana Juan Carlos González en una cafetería del municipio de Tazacorte: “Somos muchos los que nos hemos quedado sin modo de vida”.
La lava ha borrado buena parte de los equipamientos clave para muchos vecinos. Como el cementerio de Las Manchas, sepultado el pasado 25 de noviembre. O el colegio de La Laguna, en el cual estudiaban 160 alumnos y del que apenas ha quedado en pie la cancha. “He comenzado a presionar a la Consejería de Educación para que se busque una solución”, explica su directora, Mónica Viña, en conversación telefónica. Ahora mismo, sus alumnos están repartidos en dos centros en Los Llanos de Aridane.
“Los alumnos están felices”, asegura. “Es verdad que ha cambiado su espacio, pero hemos intentado reproducir las antiguas instalaciones y actividades, hemos podido darle algo de normalidad”. Viña intenta reunirlos cuanto antes. Bien en módulos en un solar cedido por el Ayuntamiento o bien reconstruyendo su antigua ubicación. “Lo que ha quedado es inservible”, admite, “queremos que comiencen las obras cuanto antes”.
Si es verdad que los palmeros han mostrado resistencia y paciencia durante la erupción, es ahora, cuando ha dejado de manar lava, cuando comienzan a impacientarse. Mónica Viña, al igual que varios centenares de palmeros, prevé ir a una manifestación este lunes en pleno centro de Los Llanos de Aridane para reclamar que lleguen más ayudas ya. “Por supuesto que voy a asistir. Conozco a muchas familias que aún no han recibido absolutamente nada”, asegura. Y es que la gran emergencia está en la vivienda. Hasta 1.676 edificaciones han quedado arrasadas, según el Catastro. De ellas, 1.345 eran de uso residencial. “Entendemos la situación y queremos decir a los palmeros que vamos a seguir esforzándonos para cumplir con sus peticiones”, dijo el presidente del Cabildo insular, Mariano Hernández Zapata, sobre las reivindicaciones.
“Seguimos sin planificación, seguimos sin baremación, seguimos sin que nos escuchen”, aseguraba este lunes Juan Morín, portavoz de la primera plataforma de afectados por la erupción. “El tiempo es fundamental aquí, y no hay manera”. Los manifestantes reclaman al Cabildo y al Consistorio de Los Llanos de Aridane que repartan de una vez las donaciones, aún retenidas. “La situación que vivimos no se puede alargar mucho más en el tiempo”, afirma. “La caridad de los habitantes de nuestra tierra no tiene límites, pero nuestra salud mental, sí”.
La salud mental de los palmeros constituye, de hecho, uno de los grandes desafíos de las autoridades. Como aseguraba recientemente el director del Área de Salud de La Palma, Kilian Sánchez, “el verdadero problema de salud mental está por venir”. En la atención primaria han aumentado las consultas y las recetas de antidepresivos, de benzodiazepinas. “Si no somos capaces de dar respuesta y dejamos que se cronifiquen, podemos tener un problema de largo recorrido”. El volcán se ha apagado, pero su poder destructor aún sigue presente entre los habitantes de La Palma.
Las ayudas, en cifras
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, es consciente de que la paciencia comienza a agotársele a los palmeros. Quizá por eso se esforzó este lunes en desgranar las ayudas que han llegado ya a la isla. Han sido, según sus cifras, "más de 112 millones de euros para ayudar a la sociedad palmera": más de dos millones para alojamiento de hoteles, la compra de viviendas; más de siete millones de euros en viviendas prefabricadas; 264.000 euros para las familias, para enseres y muebles; 4,13 millones para ayudas básicas esenciales. Y 29 millones a los sectores económicos afectados.
El presidente de Canarias comenzó su balance con la apertura, “en escasos días”, de la Oficina de Atención al Ciudadano en la Casa Massieu, para la que se han empleado 300.000 euros. “Tuvimos que habilitar esas instalaciones sin disponer de mobiliario ni conexión a internet. Pero se dotó de medios y de personal con la máxima celeridad”, apuntó. Según los últimos datos, se han presentado en esa oficina cerca de 4.000 solicitudes, “y a día de hoy se ha tramitado casi el 60%”, un dato notable, según Torres.