La nueva lengua de lava acelera la destrucción de cultivos y se acerca a 150 metros del mar

El volcán de La Palma vuelve a provocar cuantiosas pérdidas materiales a los residentes de la isla tras varios días de estabilidad. En el vigésimo día de erupción, la lengua de lava que se desgajó el jueves ha acelerado la destrucción de fincas de plataneras en una de las zonas más fértiles de la isla. Esta nueva vía de la colada se ha llevado por delante más de 24 hectáreas del ...

El volcán de La Palma vuelve a provocar cuantiosas pérdidas materiales a los residentes de la isla tras varios días de estabilidad. En el vigésimo día de erupción, la lengua de lava que se desgajó el jueves ha acelerado la destrucción de fincas de plataneras en una de las zonas más fértiles de la isla. Esta nueva vía de la colada se ha llevado por delante más de 24 hectáreas del principal cultivo de la isla, hasta un total de 59,4 desde que comenzó la erupción el pasado 19 de septiembre. La superficie platanera destruida ha crecido en un 67% respecto a la comunicada el pasado miércoles (último dato disponible) por el director técnico del Pevolca, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Miguel Ángel Morcuende. En conjunto, hay 120 hectáreas de fincas agrícolas afectadas, la lava cubre ya 471,8 hectáreas, 40,6 más que el pasado día (un 9% más). Los kilómetros de carreteras afectados ascienden a 26,5.

Esta nueva lengua ha proseguido su camino en las últimas horas, y se encuentra ya a unos 150 metros del mar, directo a la playa de El Charcón. Morcuende cuenta con que con el paso de las horas, el espacio que media con la lengua primigenia se vaya rellenando, lo que provocará la destrucción de más fincas e invernaderos. “La colada está rellenando huecos”, ha asegurado el portavoz, “y también está creciendo en altura, lo que nos indica que es probable que se cubra el espacio que queda entre los dos apéndices”.

La colada terminará llegando al mar, alimentando un delta lávico que sigue creciendo hacia el norte y hacia el sur. La portavoz del comité científico, la vulcanóloga María José Blanco, ha explicado que una vez que la colada llegue al fin de la plataforma continental en el frente, provocará que se derrumbe y generará, previsiblemente, un fuerte oleaje y la emisión de más gases contaminantes. Estos, en principio, no deberían causar problemas a la población.

Sí preocupa algo más la calidad del aire en la isla, que sigue siendo regular. Por ello, se recomienda a los palmeros que usen mascarillas FFP2 y que se abstengan de salir de casa aquellos que tengan algún problema respiratorio. “La presencia de una acusada inversión térmica, con una base situada entre 700 metros y 900 metros de altitud, unido a unos vientos débiles en vertiente oeste, dificulta la dispersión de contaminantes principalmente en áreas poco ventiladas”, ha explicado María José Blanco.

La lluvia de ceniza se sigue notando en el norte y el este de la isla, donde se sitúan tanto la capital, Santa Cruz de La Palma, como el aeropuerto de la isla, que sigue cerrado al tráfico. Durante el día de hoy, este material ha causado, además, el cierre del aeródromo de Tenerife Norte. Las condiciones meteorológicas (inversión térmica y vientos débiles) han favorecido su acumulación en la atmósfera, si bien las previsiones apuntan a que la operatividad podrá retomarse durante el sábado. Las cenizas han llegado, incluso, a algunas zonas del norte de la isla de Tenerife, así como en algunas áreas de San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, las dos mayores ciudades de la isla

Otra fuente de preocupación es la actividad sísmica, que ha puesto en alerta a los vecinos de municipios como Villa de Mazo o Fuencaliente. Esta madrugada el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado 40 terremotos en la isla, uno de ellos de magnitud 3,8 a 36 kilómetros de profundidad, bajo el municipio de Fuencaliente, en el que se han localizado 33 de estos 40 terremotos, y el resto en Villa de Mazo.

Tanto Morcuende como Blanco, sin embargo, han restado importancia a los terremotos que se han sentido y descartan, por el momento, que aparezca otra boca alejada del cono principal, aunque no es descartable que sí aparezcan nuevas fuentes en el entorno del cráter.