El cardenal alemán Reinhard Marx ofrece al Papa su renuncia por el escándalo de abusos sexuales
El prelado, arzobispo de Múnich, admite su “corresponsabilidad” y reconoce el “fracaso institucional” de la Iglesia católica
La investigación sobre el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia católica alemana ha provocado una nueva dimisión. El arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, ha ofrecido al Papa su renuncia en una carta, dada a conocer este viernes, en la que admite su “corresponsabilidad” en la “catástrofe de los abusos sexuales” cometidos por miembros del clero alemán en las últimas décadas.
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La investigación sobre el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia católica alemana ha provocado una nueva dimisión. El arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, ha ofrecido al Papa su renuncia en una carta, dada a conocer este viernes, en la que admite su “corresponsabilidad” en la “catástrofe de los abusos sexuales” cometidos por miembros del clero alemán en las últimas décadas.
Marx, de 67 años y un pilar de la jerarquía eclesiástica, reconoce en el comunicado el “fracaso institucional” de su archidiócesis a la hora de enfrentarse a este escándalo. “En esencia, se trata de compartir la responsabilidad por parte de miembros de la Iglesia en las últimas décadas”, escribió Marx al Papa, en una misiva que se puede leer íntegra y en varios idiomas en la página web del Arzobispado. El prelado asegura que se han producido “muchos fallos personales y errores administrativos”, pero “también fallos institucionales o sistémicos”.
La dimisión de Marx se conoce pocos días después de que el papa Francisco ordenara abrir una investigación acerca del modo en que la diócesis de Colonia, la mayor y más rica de Alemania, ha tratado los casos de abusos sexuales de menores. La creación de la comisión apostólica se conoció el 28 de mayo. El Papa nombró dos encargados, llamados visitantes apostólicos, que evaluarán “la posible comisión de errores” por parte del cardenal Rainer Maria Woelki (arzobispo de Colonia desde 2014) y otros miembros de la Iglesia.
Las consecuencias de la investigación sobre los abusos en Alemania se extienden. Tras la revuelta de los fieles y las críticas por la negativa del cardenal Woelki a sacar a la luz los resultados de un primer informe sobre los abusos que él mismo encargó, en marzo presentó su renuncia el arzobispo de Hamburgo, Stefan Hesse.
Marx es uno de los obispos más conocidos en Alemania. Presidió hasta 2020 la poderosa Conferencia Episcopal Alemana (DBK, en sus siglas en alemán) y se había mostrado a favor de los cambios en el debate sobre la reforma de la Iglesia católica en Alemania, la llamada Vía sinodal. El pasado mes de abril el cardenal renunció a recibir la Cruz Federal al Mérito, la más alta condecoración civil del país, tras las críticas de las víctimas de los abusos.
Marx afirma en su carta al Pontífice que “algunos en la Iglesia no quieren reconocer este elemento de corresponsabilidad y, por tanto, también de complicidad de la institución y, por lo tanto, se oponen a cualquier reforma y renovación del diálogo en relación con la crisis de los abusos”. El cardenal asegura que la Iglesia católica ha llegado a un “punto muerto” y que su dimisión quizá sirva como señal para “un nuevo despertar de la Iglesia”. “Quiero mostrar que no es el cargo lo que está en un primer plano, sino el mandato del evangelio”, asegura.
La investigación en la archidiócesis de Colonia confirmó la existencia de al menos 314 víctimas e identificó a 202 presuntos autores entre 1975 y 2018. Woelki, que reconoció que los casos fueron encubiertos dentro de la organización, fue exonerado. La archidiócesis encargó a un despacho de abogados de Colonia que analizara toda la documentación disponible y entrevistara a víctimas y presuntos culpables. Tras la publicación del informe el cardenal reconoció un “sistema de silencio, secreto y descontrol”.