La policía alemana desmantela una red de pornografía infantil con más de 400.000 miembros
Cuatro hombres han sido detenidos, entre ellos uno de los usuarios más activos de la plataforma, que publicó más de 3.500 mensajes
La Policía Criminal Federal (BKA) de Alemania ha desmantelado una gigantesca red de pornografía infantil, conocida por sus miembros bajo el nombre de Boystown (ciudad de los niños). Formaban parte de ella unos 400.000 miembros que consumían pornografía infantil en la darknet, es decir, la red oscura de internet en la que proliferan este tipo de contenidos, entre otros de carácter criminal. Tras varios meses de investigación, con ramificaciones en Holanda, Suecia, Australia, Estados ...
La Policía Criminal Federal (BKA) de Alemania ha desmantelado una gigantesca red de pornografía infantil, conocida por sus miembros bajo el nombre de Boystown (ciudad de los niños). Formaban parte de ella unos 400.000 miembros que consumían pornografía infantil en la darknet, es decir, la red oscura de internet en la que proliferan este tipo de contenidos, entre otros de carácter criminal. Tras varios meses de investigación, con ramificaciones en Holanda, Suecia, Australia, Estados Unidos y Canadá, la BKA tumbó a mediados de abril la plataforma, que existía desde 2019. Cuatro hombres han sido detenidos.
Según un comunicado de la BKA difundido este martes, la red de pornografía infantil ofrecía vídeos de abusos sexuales a niños. “La plataforma tenía un alcance internacional y servía para el intercambio de pornografía de menores entre sus miembros, esencialmente fotos o vídeos” señala la BKA. “Entre esos contenidos figuraban imágenes de abusos sexuales graves contra niños muy pequeños”. El foro permitía a los usuarios comunicarse entre ellos y compartir imágenes.
Agentes de la Oficina Central de Lucha contra la Delincuencia en Internet (ZIT) de la Fiscalía de Fráncfort del Meno y de la BKA registraron siete inmuebles en Renania del Norte-Westfalia, Baviera y Hamburgo a mediados de abril.
Los cuatro detenidos son alemanes. Un hombre de 40 años de Paderborn (Renania del Norte-Westfalia), un hombre de 49 años de Múnich (Baviera) y un hombre de 58 años del norte de Alemania que lleva varios años viviendo en Sudamérica son los sospechosos de administrar la red. Hay pruebas de su papel en la implementación técnica de la plataforma y su mantenimiento, así como en dos foros de debate en los que se dieron consejos a los usuarios sobre la navegación segura. El cuarto detenido, un residente en Hamburgo de 64 años, es sospechoso de haberse registrado como miembro de Boystown en julio de 2019 y de ser uno de sus usuarios más activos, publicando más de 3.500 mensajes.
La investigación, desarrollada a lo largo de varios meses, empezó en Alemania y fue coordinada por Europol, apoyada además por las fuerzas del orden en los Países Bajos, Suecia, Estados Unidos y Canadá. Tanto Boystown como otras plataformas asociadas se desconectaron tras las redadas.
Golpe a la pornografía infantil
En enero, las autoridades policiales y judiciales alemanas ya habían desmantelado una red de venta en la darknet considerada la mayor del mundo, DarkMarket. Permitía a medio millón de personas de todo el mundo intercambiar drogas, medicamentos, documentos falsos, tarjetas bancarias robadas o programas maliciosos.
En julio de 2017, la fiscalía general de Fráncfort y la BKA anunciaron el desmantelamiento de otra vasta plataforma de Internet de pornografía infantil que funcionaba en la red oscura de Internet bajo el nombre de Elysium. Según la Fiscalía, esa plataforma contaba con 87.000 miembros y era utilizada para el tráfico de pornografía infantil en todo el mundo. También organizaba encuentros con niños que eran víctimas de abusos sexuales. Las imágenes y vídeos que fueron incautados en el domicilio del administrador de la plataforma contenían imágenes de graves abusos a menores, incluidos actos de violencia sexual con bebés.
La darknet, las páginas de Internet que no aparecen en los buscadores y a las que se accede a través de programas especiales, está en la mira de las autoridades de medio planeta. En ella no solo se difunde pornografía infantil, también se utiliza para la compraventa de armas, el tráfico de drogas, la difusión de propaganda terrorista o la contratación de sicarios, entre otras actividades ilegales.