Andalucía excluye los proyectos de atención a las víctimas de violencia machista de la línea de ayudas para su prevención
La Junta argumenta que existen otros programas para las mujeres. Las organizaciones ven detrás la mano de Vox
La línea de ayudas de la Junta de Andalucía para la promoción de la igualdad de género y la prevención de la violencia contra las mujeres de 2021 suprime de los conceptos subvencionables los “proyectos cuyo objeto sea la atención a mujeres víctimas de violencia”. Esta novedad llega después de que ninguna de estas subvenciones saliera a concurso en 2020 ―destinándose buena parte de las partidas presupuestadas al fondo Covid para luchar contra la pandemia―, un año que arrancó, además, con la noticia de que ...
La línea de ayudas de la Junta de Andalucía para la promoción de la igualdad de género y la prevención de la violencia contra las mujeres de 2021 suprime de los conceptos subvencionables los “proyectos cuyo objeto sea la atención a mujeres víctimas de violencia”. Esta novedad llega después de que ninguna de estas subvenciones saliera a concurso en 2020 ―destinándose buena parte de las partidas presupuestadas al fondo Covid para luchar contra la pandemia―, un año que arrancó, además, con la noticia de que un cambio de criterio en la Intervención General suprimía a 241 asociaciones de mujeres andaluzas los fondos otorgados en 2019, el 76% de todas a las que se les había concedido en un primer momento. Aunque el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) que es quien las convoca sostiene que hay otras líneas de apoyo para estos programas, las organizaciones ven en esta dinámica la influencia de Vox, sostén del Gobierno autónomo de PP y Cs.
“El objetivo de estas subvenciones es dinamizar e impulsar el asociacionismo de las mujeres, a través de proyectos normalmente de empoderamiento, creación de redes, de participación social…”, explican en el IAM. Desde este organismo dependiente de la Consejería de Igualdad añaden que sus delegaciones provinciales prestan servicios de atención a las víctimas y que existen otras líneas de ayudas, como las que se convocan para las mujeres en riesgo de exclusión, donde también se puede atender a esta demanda. “En la Consejería de Igualdad existen varias líneas para proyectos de atención a mujeres víctimas de violencia de género dirigidas a asociaciones y entidades, como las subvenciones del 0,7 y está el Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía, dependiente de Justicia, que también realiza labores de acompañamiento a víctimas”, añaden.
Para las asociaciones de mujeres, sin embargo, la explicación tanto para la eliminación de los proyectos de atención a mujeres víctimas de violencia en la convocatoria de 2021 ―dotada de 2.100.000 euros―, como la ausencia de concurso del año pasado es meramente política. “Para nosotras es una cuestión de ideología que tiene que ver con los socios que apoyan al Gobierno andaluz y que han exigido hundir a las asociaciones feministas y quitarles su influencia y sus incentivos”, explica Andrea Barbotta, vicepresidenta del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres (CAPM), que ha estado negociando con la consejería las nuevas bases reguladoras.
“Las citas en el IAM no son inmediatas y no tiene capacidad para prestar atención a todas las mujeres víctimas de violencia de género en Andalucía”, señala Antonia Ábalos, presidenta de la asociación Mujeres Supervivientes de Violencia de Género, que se vio afectada por el cambio de criterio en el organismo. Durante el confinamiento, explica, ofrecieron “estrategias de supervivencia” a través de Internet y por teléfono a mujeres para poder aguantar en sus casas junto a sus parejas. “Eso es un servicio de atención a las víctimas que no ofrece el IAM”, abunda Ábalos. “El acompañamiento a las víctimas de violencia machista, que no es solo la que se produce en el seno de una pareja, la asistencia psicológica y judicial es esencial en el proceso de recuperación”, advierte Amparo Díaz, abogada especialista en violencia machista y trata de mujeres.
Parte de las partidas consignadas para 2020 por el IAM para sus tres líneas de ayudas ―mujeres en riesgo de exclusión social, igualdad y erradicación de la violencia de género― han sido trasvasados al fondo Covid, a través de modificaciones presupuestarias. Es lo que ocurrió con los 1.609.005 euros destinados a la potenciación de asociaciones de mujeres o los dos millones del programa para mujeres en riesgo de exclusión. “Durante este año las asociaciones se han visto solas y la falta de apoyo repercute en la tarea de paliar los efectos de la violencia machista”, asegura Cristina García, secretaria de Igualdad y Juventud de UGT-A. Igualdad, sin embargo, sí puso en marcha en noviembre de 2020 el polémico teléfono de violencia intrafamiliar, una imposición de Vox para la aprobación de los Presupuestos de ese ejercicio.
La línea de ayudas a mujeres víctimas de exclusión social sí fue convocada en noviembre de 2020 con una dotación de cuatro millones, un incremento superior a los dos millones consignados en un primer momento. Esta subvención —que además de a las asociaciones de mujeres también está abierta a otro tipo de ONG― es la que contempla el IAM para abarcar los proyectos de atención a las víctimas de violencia de género que se han excluido en las nuevas bases reguladoras. Pero es un cajón desastre que plantea muchos reparos. “No todas las mujeres víctimas de violencia machista están en peligro de exclusión”, advierte García. “Hay muchos otros retos en materia de violencia e igualdad, el acoso laboral por razón de sexo, por ejemplo, que no entran dentro de los parámetros de esa ayuda”, indica.
Límites en la cuantía máxima de los proyectos
En la convocatoria de ayudas para 2021 se han establecido límites máximos y mínimos: 25.000 euros para proyectos cuyo ámbito de actuación sea como mínimo tres provincias y 15.000 si es inferior; y un mínimo de 5.000 euros para proyectos circunscritos a uno o varios municipios de más de 15.000 habitantes y de 3.000 para los de menor población. Con esta medida se garantiza que el programa se subvencione al 100%, sin tener que reformularlo después, como venía ocurriendo con anterioridad, y se incentivan iniciativas para “la cooperación entre entidades, completar unos territorios con otros, constituir redes o fomentar el asociacionismo en el mundo rural y entre las jóvenes”, indican desde el IAM, conscientes de que puede desincentivar los programas más ambiciosos, algo que también se critica desde el CAPM.
“No queremos desmerecer las iniciativas de las asociaciones más pequeñas, pero con los nuevos parámetros los grandes proyectos que son los que pueden pilotar las asociaciones con mayor penetración y experiencia y más críticas con el poder se desvirtúan”, sostiene Lourdes Pastor, miembro del CAPM y fundadora de la Plataforma Andaluza de apoyo al Lobby europeo de Mujeres. Desde el IAM indican que para la financiación de programas más grandes existen otras convocatorias a nivel nacional y dentro de la propia Consejería.