El mayor brote de covid en Canarias se ceba con una residencia de mayores: “Las próximas semanas serán críticas”

Sanidad avisa de que crecerán los contagios y habrá más hospitalizaciones en el Hogar Santa Rita II, en Tenerife, donde ha muerto una persona y hay infectados al menos 164 residentes y una cincuentena de trabajadores

Las Palmas de Gran Canaria -
La residencia de mayores Hogar Santa Rita, donde se ha detectado un gran número de positivos.Ramón de la Rocha (EFE)

La Fundación Santa Rita II, en la localidad turística de Puerto de la Cruz, al norte de Tenerife, se promociona en Internet como “un hogar de lujo para los más pobres”. Asegura ser una fundación cristiana “de carácter social y sin ánimo de lucro”. Y no solo eso: es una de las mayores residencias de España, con capacidad para 710 personas y 424 empleados distribuidos en cinco edificios diferentes. Este complejo “de lujo” pasa actualmente sus horas más bajas: un brote de coronavirus ha acabado con la vida de una persona y deja ya 1...

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La Fundación Santa Rita II, en la localidad turística de Puerto de la Cruz, al norte de Tenerife, se promociona en Internet como “un hogar de lujo para los más pobres”. Asegura ser una fundación cristiana “de carácter social y sin ánimo de lucro”. Y no solo eso: es una de las mayores residencias de España, con capacidad para 710 personas y 424 empleados distribuidos en cinco edificios diferentes. Este complejo “de lujo” pasa actualmente sus horas más bajas: un brote de coronavirus ha acabado con la vida de una persona y deja ya 164 residentes y una cincuentena de trabajadores infectados. Los contagiados constituyen el 31% de los 529 internos y el 10% de la plantilla. Es el mayor foco en Canarias.

El archipiélago es la comunidad que mejor está enfrentando esta segunda ola. Tenerife es, sin embargo, el semáforo rojo de las islas. Es la única que cuenta con un toque de queda activo a las 23.00, que se prorrogará durante siete días más. Desde el 4 de diciembre acumula 616 positivos, por los 79 de Gran Canaria (la siguiente en número de contagios). Esta situación ha sido determinante para que el jueves el Gobierno de Reino Unido decidiese restituir la cuarentena a todos los turistas que hayan pasado vacaciones en las islas. Y si la mayor isla de Canarias es el talón de Aquiles de la gestión del Ejecutivo de Ángel Víctor Torres, Santa Rita II es, en la actualidad, el foco más preocupante en la autonomía en la que, hasta ahora, el virus ha ocasionado el menor número de víctimas en residencias.

Este jueves, Sanidad informó de que ha detectado un brote de coronavirus en otra residencia Cataleya, situada en el municipio de El Sauzal, que afecta a los 32 residentes y a 11 trabajadores. Los 32 usuarios, todos ellos positivos asintomáticos, continúan residiendo en el centro y son personas de alta vulnerabilidad al ser dependientes para sus actividades diarias además de padecer múltiples patologías de base.

El interior del Hogar Santa Rita II distaba de ser lo que se vende en la publicidad. Al menos, en lo que respecta a los protocolos para evitar el contagio de la covid, según apuntan fuentes internas. La residencia “no tenía control alguno”, aseguran. “Los residentes no tenían mascarilla, las máquinas expendedoras estaban encendidas, lo que posibilitaba las reuniones”. Los responsables del centro niegan las acusaciones. Pero la situación “a la deriva” obligó a la Consejería de Sanidad a clausurar uno de sus cinco edificios y a asumir las labores de gestión a través del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife. Es la segunda residencia de mayores que interviene desde que estalló la pandemia. Hasta el centro hospitalario han sido trasladados 24 residentes de manera preventiva, por tratarse “de personas con patologías previas”, según fuentes del Ejecutivo autónomo.

“Las próximas semanas van a ser críticas”, asegura Natacha Sujanani, gerente del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. “La historia natural de la enfermedad está ahí, y los periodos de incubación están ahí. Es decir, lo esperable es que aparezcan más positivos, y que un porcentaje importante de ellos desarrollen síntomas y requieran ingresos hospitalarios. Es algo que hay que asumir”, sentencia. “Probablemente deba haber cuarentena”, añade. El equipo de Sujanani se encuentra en la actualidad estudiando la situación e implantando los protocolos básicos de actuación. “Nos estamos encontrando con dificultades francas para implantar procedimientos que en La Candelaria ya teníamos claros desde la primera ola”, asegura, y recalca que cuentan con el apoyo del comité de empresa y de la plantilla.

Exterior de la residencia de mayores Hogar Santa Rita tras registrarse en ella el mayor brote de Canarias. EFE/Ramón de la RochaRamón de la Rocha (EFE)

La chispa inicial saltó a finales de noviembre. Fue entonces cuando un trabajador y cinco residentes dieron positivo tras someterse a test. Estos primeros casos dieron lugar a un “cribado masivo en el centro”, según asegura la Consejería de Sanidad, en el que se confirmaron los contagios de otros cuatro trabajadores y 18 residentes. Siguieron otros cribados. La cifra no ha parado de subir.

Hay nerviosismo entre la plantilla. “Estamos en una situación imprevisible, no sabemos qué puede ocurrir”, afirma Ramona Mendoza, portavoz del sindicato de enfermería SATSE. “Una de mis compañeras estuvo trabajando con pacientes sin saber los resultados de la PCR”, aseguran otras fuentes sindicales. “Ahora está en casa en cuarentena”.

El aumento de casos ha puesto en pie de guerra a los representantes sindicales. “No nos lavaban las batas, solo nos daban mascarillas quirúrgicas en vez de las FFP2, muchos empleados se incorporaron a sus puestos de trabajo aún esperando los resultados de la PCR que les habían realizado los días anteriores con el cribado dirigido y ejecutado por el Servicio Canario de la Salud y, sobre todo, no nos daban la información necesaria cuando estaban creciendo los contagios”, sostienen fuentes de la representación sindical de UGT en el centro. Estos motivos son, aseguran estas fuentes, los que les han llevado a interponer una demanda contra la institución acusándola de no haber respetado las medidas de seguridad necesarias.

“Algo debe de haber fallado dentro de la organización para que haya sucedido algo así”, asegura Natalia Aparicio, técnico en actividades socioculturales del centro y delegada del comité de empresa por parte de CC OO. Aparicio es mucho más cauta que sus colegas de UGT: “Por lo que he visto, se han tomado las medidas impuestas por Sanidad en todo momento”.

La empresa ha calificado de “calumnias” las acusaciones de UGT y niega mala praxis. “Las condiciones de salubridad que han existido y existen en el centro, así como el tratamiento ofrecido a los trabajadores tras sus respectivas pruebas PCR, siempre guiados en la manera de proceder por el Servicio Canario de Salud, demuestran con hechos perfectamente constatables nuestra manera de proceder”, expone Tomás Villar, responsable de la residencia, en un comunicado de prensa. En el texto, asegura que han recibido cursos de formación de la empresa de seguridad y prevención Previs, que han y que han mantenido “atención directa” hacia los sindicatos. Villar recalca que “bajo ningún concepto” han “tomado decisiones sin consultar previamente” con el Servicio Canario de Salud y la Consejería de Sanidad. Las mismas autoridades sanitarias que decidieron tomar el control del centro cuando el brote en este centro se convirtió en el foco más preocupante del archipiélago.

Una residencia hecha con "trocitos de cielo"

GRAFCAN2758. PUERTO DE LA CRUZ (ESPAÑA), 08/12/2020.-La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha intervenido la residencia de mayores Hogar Santa Rita tras detectarse 164 casos por Covid 19 entre los residentes. EFE/Ramón de la Rocha .Ramón de la Rocha (EFE)
Santa Rita II es la obra del padre Antonio María Hernández, un cura tinerfeño aficionado al boxeo y fallecido en 2011 a los 75 años. Tras una larga trayectoria como misionero por Sudamérica, como biólogo y profesor de varias materias en varios colegios e institutos de la Península fue nombrado a mediados de los setenta titular la parroquia de Santa Rita, en el municipio turístico Puerto de la Cruz.

Es entonces cuando surge su idea de levantar una institución benéfica que llevaría el nombre de Santa Rita. Desde su inauguración en 1981, comenzaron los problemas económicos de la institución.

A pesar de ello, y tras recibir una donación de un feligrés a punto de fallecer, el padre Antonio decidió ampliar la iniciativa a los pocos años y levantar un “hotel de lujo para necesitados” que llamaría Santa Rita II y que se sufragaría al más puro estilo 'crowdfunding' (micromecenazgo): repartiendo una suerte de bulas llamadas “trocitos del cielo” a quienes aportasen a la causa. Con ellos recaudó 12 millones de euros, según refleja la página web de la fundación. La obra quedaría concluida en dos años.

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