Cantabria confina todos sus municipios y Murcia y Galicia cierran bares y restaurantes
Las restricciones de la Xunta afectan a 60 municipios donde viven el 60% de los gallegos, que también quedan cerrados perimetralmente
A medida que avanza la segunda ola del coronavirus, las comunidades van añadiendo restricciones en un intento de frenar la pandemia y evitar un nuevo colapso hospitalario. Las últimas, este miércoles, han sido Cantabria, Murcia y Galicia, que han anunciado nuevas medidas horas antes del Consejo Interterritorial de Salud, en el que el Ministerio de Sanidad y los representantes autonómicos analizarán el confinamiento domiciliario. El Gobierno cántabro ha de...
A medida que avanza la segunda ola del coronavirus, las comunidades van añadiendo restricciones en un intento de frenar la pandemia y evitar un nuevo colapso hospitalario. Las últimas, este miércoles, han sido Cantabria, Murcia y Galicia, que han anunciado nuevas medidas horas antes del Consejo Interterritorial de Salud, en el que el Ministerio de Sanidad y los representantes autonómicos analizarán el confinamiento domiciliario. El Gobierno cántabro ha decretado el confinamiento perimetral de todos sus municipios y el cierre del interior de bares y restaurantes, aunque permite el consumo en terrazas, mientras que el murciano ha ordenado el cierre de la hostelería y la restauración, que solo podrá servir comida para recoger o a domicilio. También lo ha hecho la Xunta gallega, aunque solo en 60 ayuntamientos, donde vive el 60% de la población.
En Cantabria, la incidencia acumulada supera los 400 casos por 100.000 habitantes en 14 días, con la particularidad de que afecta especialmente a personas mayores de 65 años, colectivo especialmente sensible a la enfermedad. Tanto los niveles de ocupación de los hospitales como de las camas UCI se encuentran “en nivel rojo” y requieren la intensificación de las restricciones autonómicas. Este martes, el Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla (Partido Regionalista Cántabro) ya hablaba de una “transmisión comunitaria no controlada y sostenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario”. “No queda otra opción, se confinan todos los Ayuntamientos de Cantabria desde la publicación de este decreto en la tarde de hoy”, ha afirmado el dirigente en una comparecencia este miércoles. La medida estará vigente hasta el día 9, sin descartar que se prorrogue hasta un total de 14 días.
El consejero de Salud, Miguel Rodríguez, ha recalcado que “las medidas se toman por el bien de todos para no llegar al colapso de los hospitales y frenar la curva de contagios”. La responsable de salud pública, Paloma Navas, ha confirmado que los actos públicos como bodas, velatorios o misas también perderán aforo, al igual que a cines, teatros o museos. “Estamos en una situación de riesgo muy elevado", ha manifestado, y ha recalcado la importancia de reducir el contacto social. "Hay que tomar decisiones en consonancia con la gravedad de la situación que padecemos”, ha dicho Revilla, que ha asegurado que intentarán compensar “los graves daños que esto origina”.
El presidente cántabro ha llamado a evitar la movilidad durante las vacaciones escolares de esta semana, pues se calcula que pueden suponer desplazamientos de hasta 120.000 alumnos y familiares. El Gobierno regional las había suspendido por este motivo, pero este martes, la justicia invalidó la iniciativa, por lo que los niños se han quedado sin clases. “Pido encarecidamente que no haya movilidad de los niños hacia otros domicilios, espero que no se cometa esa insensatez”, ha declarado, en referencia a la posibilidad de que los padres dejen a los pequeños en casas de tíos o abuelos mayores.
En Murcia, donde la incidencia acumulada es de 748,1 positivos por 100.000 habitantes en 14 días, el Gobierno de Fernando López Miras (PP) ha seguido la estela de comunidades como Cataluña, Navarra, Asturias y Castilla y León y ha ordenado el cierre de la hostelería y la restauración en toda la comunidad, desde este sábado 7 de noviembre y durante 14 días. El objetivo es intentar frenar el número creciente de casos de coronavirus registrados en los últimos días, que han obligado a habilitar el plan de contingencia del Servicio Murciano de Salud para ampliar el número de camas hospitalarias y de UCI (actualmente están ocupadas 98 de las 120 camas de cuidados intensivos que hay en la región).
Los bares y restaurantes podrán mantener servicios de comida a domicilio, pero no utilizar ninguno de sus espacios, porque, ha explicado el portavoz técnico del comité de seguimiento covid, Jaime Pérez, en los 10 municipios en los que hace una semana ya se cerraron esos locales, los casos han caído un 8%, mientras que en el resto, han aumentado entre el 13% y el 14%. El epidemiólogo ha dicho que uno de cada cuatro contagios tienen su origen en el ocio, que derivan también en contagios familiares. Con el cierre de la hostelería y el resto de restricciones que están en vigor, espera reducir un 70% los contagios actuales (en las últimas 24 horas ha sido más de 900).
Además, el Gobierno regional recomienda a los ayuntamientos cerrar los parques y jardines a partir de las siete de la tarde, y a las empresas, fomentar y permitir el teletrabajo.
En Galicia, con una tasa de incidencia de 312 casos por 100.000 habitantes, entre las más bajas de España, los bares y restaurantes de 60 municipios, entre ellos los de las siete ciudades ―Vigo, A Coruña, Ourense, Santiago, Pontevedra, Lugo y Ferrol―, deberán echar el cierre desde el próximo viernes a las 15.00 y, en principio, durante un mes. Así lo ha anunciado este miércoles el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (PP), quien ha justificado la medida en que se trata de los ayuntamientos con mayor incidencia. Estas localidades, en las que reside el 60% de la población gallega, estarán además cerradas perimetralmente y solo se permitirá entrar y salir para cuestiones esenciales como trabajar, estudiar o atender a mayores o menores.
Además de en las siete ciudades, las nuevas restricciones, cuyo levantamiento antes de un mes se estudiaría en caso de mejora “clara y contundente” de la situación, se aplicarán en todas aquellas localidades con más de 200 casos por 100.000 habitantes. Esto afecta a algunos de los municipios más grandes de la comunidad, como Narón o Vilagarcía. Según ha explicado Feijóo, el comercio podrá seguir funcionando como hasta ahora en estas zonas y se mantendrá la actividad de auditorios, cines y teatro con aforos limitados.
“Toca hacerlo por la salud y por la economía”, ha defendido Feijóo. El Gobierno gallego esgrime que las nuevas limitaciones pretenden rebajar el “estrés sanitario”, “evitar el confinamiento domiciliario” e “intentar salvar la campaña de Navidad”. Han sido diseñadas tras dos reuniones de varias horas entre el martes y este miércoles y siguiendo lo que Feijóo ha bautizado como el “modelo Carballiño”, en alusión a la comarca ourensana de O Carballiño, donde se han aplicado desde el 10 de octubre. En este tiempo, según los datos de la Xunta, la incidencia acumulada de casos en este municipio ha caído un 75% en los últimos siete días y un 53% en dos semanas.
“Sería más fácil la opción de esperar, como parece que hace el Gobierno central, pero nos parece inasumible”, ha criticado el presidente gallego. Desde el 14 de octubre, los contagios en Galicia han crecido un 111%. De momento, los hospitales aguantan, ha afirmado Feijóo, con una ocupación en UCI de 80 camas cuando en el pico de la primera ola se llegó a 178.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- Así evoluciona la curva del coronavirus en el mundo