Los pasajeros del vuelo Madrid-Lanzarote confinados dan negativo en coronavirus

Medio centenar de viajeros llevan una semana en cuarentena tras compartir aeronave con un hombre que voló pese a estar contagiado. Los 14 más cercanos al infractor deberán seguir otra semana aislados

Coral Moreno y sus hijos en el hotel lanzaroteño en el que llevan confinados ocho días.Coral Moreno

Al fin algo de alivio para los pasajeros del vuelo Madrid-Lanzarote. Hace una semana se bajaron del avión con mucha impotencia y rabia al saber que habían compartido aeronave con un hombre de 53 años al que habían notificado su contagio en coronavirus pocos minutos antes del despegue del IB3856, y que pese a ello tomó el vuelo. La noticia la dio en el mismo aeropuerto el equipo sanitario canario que les esperaba en la sala de llegadas. Des...

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Al fin algo de alivio para los pasajeros del vuelo Madrid-Lanzarote. Hace una semana se bajaron del avión con mucha impotencia y rabia al saber que habían compartido aeronave con un hombre de 53 años al que habían notificado su contagio en coronavirus pocos minutos antes del despegue del IB3856, y que pese a ello tomó el vuelo. La noticia la dio en el mismo aeropuerto el equipo sanitario canario que les esperaba en la sala de llegadas. Desde allí, los 14 pasajeros más cercanos al infractor fueron derivados a un hotel para pasar una cuarentena obligatoria de 14 días. Otros 36 viajeros, de un total de más de 130, decidieron confinarse de manera voluntaria. Este sábado, tras ocho días de incertidumbre, han recibido una buena noticia: negativo en coronavirus. Ni el infractor ni los otros 56 pasajeros a los que la Consejería de Sanidad realizó el viernes la prueba PCR —incluyendo a otros viajeros con patologías previas que pidieron el test a posteriori— tienen el virus activo.

Esther, de 39 años, estaba sentada en la fila 35, una delante del infractor. Se puso en contacto esta mañana con el enfermero que le hizo la prueba para conocer el resultado. “Le llamé porque no aguantaba más y me dijo que el virus no ha estado en mi cuerpo y que podía estar tranquila”, explica emocionada. “Estoy muy tranquila y muy agradecida con el personal que nos ha atendido”, añade. El sanitario le informó erróneamente de que podría volver a su casa y disfrutar de la libertad que otorga la fase 2 de desescalada, en la que está inmersa la isla. Sin embargo, la Consejería de Sanidad canaria asegura que ella, al igual que los otros 13 pasajeros más cercanos al contagiado, deberán guardar una semana más de cuarentena de forma obligatoria, en un lugar donde puedan aislarse “para cumplir con el protocolo”.

“Siento serenidad”, cuenta Coral Moreno, madre de Rubén, de 9 años, y Ainara, de 11, tres de los pasajeros más afectados en el incidente. Apenas un asiento vacío separaba al infractor del niño, en la fila 36. Este sábado, la familia revela su identidad real tras haberlo consultado con su abogado. “Sigo con la intención de denunciar a este hombre. Lo que nos ha hecho no tiene nombre, aunque no hayamos dado positivo. Ha jugado con muchas vidas humanas”, lamenta ya con un tono más calmado. Estos días, reconoce, han sido muy duros. Lo único que hacía que la angustia pesara menos eran los ratos en los que su pareja se acercaba al hotel en el que están confinados a saludarles desde el otro lado de la ventana. “Al menos eso nos animaba”, dice. El optimismo de su hija también: “Me decía, ‘no te preocupes, mami, que vamos a dar negativo y nos vamos a ir ya a casa. Tú por esto no sufras”.

A primera hora de la mañana, el grupo de WhatsApp de los pasajeros confinados en uno de los hoteles cedidos por el Cabildo de Lanzarote ardía. “Me llamaron hace nada: negativo. Les irán llamando. Yo es que fui la primera”, decía el primer mensaje al respecto. “¡Me alegro mucho! ¡Qué buena noticia!”, respondían. Otros criticaban haberse enterado por la prensa, a la que Sanidad ha confirmado que todas las pruebas han dado negativo. Yolanda Ferreira leía los mensajes impaciente y con la maleta hecha. “Yo ya me quiero ir y espero que me digan que está todo bien”, contaba minutos antes de ser notificada. Hace poco que dejó el hotel. En breves, volverá a su casa en La Graciosa.

Yolanda Ferreira en la puerta del hotel de Lanzarote en el que estuvo confinada ocho días.Yolanda Ferreira


Verónica Tribaldos, de 42 años, viajaba por trabajo a Lanzarote y tenía pensado volver a la Península el 2 de junio. Esta semana se ha aislado en la casa de su madre aprovechando que no está en la isla. A pesar de que su asiento era el 36 C, en la misma fila que el varón contagiado, el Servicio Canario de la Salud la llamó el sábado pasado para indicarle que, dada la lejanía con el infractor, no tenía obligación de confinarse. “Pero yo no me quedaba tranquila y he estado encerrada todos estos días”, comenta. El viernes le hicieron una prueba PCR en el Hospital Doctor José Molina Orosa, en la capital lanzaroteña y cerca del mediodía del sábado, hora canaria, le confirmaron las ansiadas noticias: “Al fin puedo volver a mi casa. Ya lo sabe toda mi familia y estoy desando verles”.

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