El tráfico de vídeos pedófilos se dispara en redes un 507% durante el estado de alarma

La Guardia Civil detecta el pico de intercambios los días en el que el confinamiento fue más estricto

Un agente de la Guardia Civil analiza material pedófilo incautado en Alicante en 2018.

Los temores que los expertos en ciberdelincuencia de la Guardia Civil albergaban cuando se decretó el estado de alarma el 14 de marzo de que se produjera un importante incremento del tráfico de vídeos de pornografía infantil en Internet han sido confirmadas por los primeros datos recopilados. Un reciente estudio realizado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) ha revelado que el tráfico de ...

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Los temores que los expertos en ciberdelincuencia de la Guardia Civil albergaban cuando se decretó el estado de alarma el 14 de marzo de que se produjera un importante incremento del tráfico de vídeos de pornografía infantil en Internet han sido confirmadas por los primeros datos recopilados. Un reciente estudio realizado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) ha revelado que el tráfico de vídeos pedófilos se ha incrementado de manera muy significativa durante el tiempo que dura el confinamiento, con los picos más altos durante los días de marzo y abril en el que este fue más estricto. Entonces, se detectaban en redes sociales y en aplicaciones de mensajería instantánea —las más peligrosas, ya que incluyen contactos directos entre los delincuentes y menores— hasta 640 casos diarios frente a los 105 de los que había noticia a comienzo del año, cuando aún no había estallado la crisis sanitaria. Para el teniente José Luis Caramé, del Departamento de Delitos telemáticos de la UCO, la explicación es sencilla: “Tanto los pedófilos como sus víctimas están más tiempo en casa, la mayoría las 24 horas del día y, por tanto, acceden más a Internet. La oportunidad de delinquir crece exponencialmente”, recalca.

Durante las cinco semanas de confinamiento, los agentes de la UCO han monitorizado los tres principales ámbitos en los que estos delincuentes sexuales distribuyen o consiguen vídeos pedófilos. “En todos ellos se han producido incrementos significativos, aunque ha sido en las redes sociales donde más se ha notado”, destaca el teniente Caramé. Así, en las llamadas redes Peer to Peer (redes de intercambio conocidas por sus siglas P2P) el incremento porcentual ha sido el menos significativo. Entre el 1 de enero y el 13 de marzo, la Guardia Civil detectó a diario en España una media de 3.000 direcciones IP (siglas de Internal protocolo que designa la dirección única a través de la que cada dispositivo se conecta a Internet) a través de las cuales se realizaban intercambios de vídeos pedófilos. Tras el estallido de la crisis sanitaria del coronavirus la cifra creció cerca de un 20% hasta alcanzar las 3.590. En los días últimas días de marzo y los primeros de abril, cuando las medidas de confinamiento fueron más estrictas, este número se incrementó hasta las 3.713, cerca de un 24% más que a comienzos de año. En estos casos, el material intercambiado son archivos de vídeo ya conocidos con anterioridad por las Fuerzas de Seguridad.

Mayor fue el incremento porcentual del tráfico de vídeos pedófilos en la llamada dark web o Internet oscura, una porción de Internet intencionalmente oculta a los motores de búsqueda en la que se usan direcciones IP enmascaradas y accesibles solo con un navegador web especial. Este espacio, al que también acuden los traficantes de armas y droga e, incluso, sicarios, se ha convertido en otra de las principales vías de difusión de pornografía infantil. El estudio de la Guardia Civil revela que a través de la llamada red TOR (siglas de The Onion Router, un buscador que permite navegar por esta internet oscura) se ha pasado de detectar una media de 21.370 conexiones diarias desde España en enero a 30.060 (un 40,6% más) a partir del 14 de marzo, llegando a registrar un pico de 30.518 (un 42,8% más) cuando las medidas del confinamiento se endurecieron. Los investigadores sospechan que una parte importante de estas conexiones fueron para consumir vídeos pedófilos.

Sin embargo, el estudio revela que el mayor aumento porcentual se ha detectado en el intercambio de estos vídeos que se hacen a través de redes sociales —como Facebook o Instagram— y aplicaciones de mensajería instantánea —WhatsApp y Telegram, principalmente—. Según la información transmitida a la Guardia Civil por la National Center for Missing and Exploited Children (NCMEC, una organización estadounidense sin ánimo de lucro surgida del Congreso de EE UU a la que están obligadas a facilitar información las empresas tecnológicas), en España se registraban a comienzos de año una media diaria de 105 intercambios de pornografía infantil a través de redes sociales. Tras el decreto del estado de alarma pasaron a ser de 501 (un 375% más) y ascendieron hasta 640 (507%) tras el endurecimiento de este.

Los expertos en ciberdelincuencia de la Guardia Civil alertan de la mayor peligrosidad de los intercambios por redes sociales y aplicaciones de mensajería, ya que un número significativo se produce tras conectar directamente pedófilos con los menores víctimas. “En algunos casos pueden revelar abusos sexuales que están produciendo en ese momento”, destaca el teniente Caramé, que detalla que esas investigaciones se convierten en prioritarias. En la actualidad, la UCO tiene en marcha una treintena de investigación —algunos con varios centenares de implicados—, mientras otras son remitidas a unidades territoriales para que inicien pesquisas. Gran parte de las investigaciones que se pongan en marcha con los datos ahora recopilados se concluirán en los próximos meses. “Entonces se verá también un incremento en el número de detenidos”, augura el oficial de la Guardia Civil, que admite dificultades para “abarcarlo todo” dado el volumen.

Lo que se mantiene es tanto el perfil de los pedófilos como el de sus víctimas. Los primeros siguen siendo mayoritariamente varones —cerca del 93% según las bases de Interpol referidos a 2018— de un rango de edad que va desde menores a septuagenarios. Lo que ha cambiado es el momento del día en el que acceden a internet para buscar o difundir estos vídeos pornográficos. “Todos estamos ahora más tiempo en casa, también los pedófilos y sus víctimas, por eso se han ampliado las franjas horarias a las que actúan estos delincuentes a prácticamente todo el día y toda la semana”, detalla el teniente Caramé.

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