Concierto de Petit Pop en Pequeño País Musical

Ya puedes ver cómo ha sido la actuación de la banda familiar: “Esto es lo más parecido a un ‘bolo’ que viviremos en mucho tiempo”

Petit Pop durante su concierto para Pequeño País Musical. En vídeo, el evento completo.Vídeo: EPV

Miles de personas han seguido la emisión del concierto a domicilio de Petit Pop en el ciclo Pequeño País Musical y han bailado con ellos sus temas más conocidos: como Bicho Bola, Quiero un Poni o El invierno está al revés. Y si te lo has perdido ya puedes hacer un bis, porque está disponible en la web de elpais.com.

Dice el dicho que los rockeros de verdad nunca mueren. Pero ¿qué pasa cuando las rockeras y los rockeros se hacen padres? Pasa que nace Petit Pop. Y pasa también que en plena cuarentena les parece un planazo organizar un concierto para familias en el cic...

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Miles de personas han seguido la emisión del concierto a domicilio de Petit Pop en el ciclo Pequeño País Musical y han bailado con ellos sus temas más conocidos: como Bicho Bola, Quiero un Poni o El invierno está al revés. Y si te lo has perdido ya puedes hacer un bis, porque está disponible en la web de elpais.com.

Dice el dicho que los rockeros de verdad nunca mueren. Pero ¿qué pasa cuando las rockeras y los rockeros se hacen padres? Pasa que nace Petit Pop. Y pasa también que en plena cuarentena les parece un planazo organizar un concierto para familias en el ciclo Pequeño País Musical, que la semana pasada estrenó Yo Soy Ratón.

“Es lo más parecido a un bolo que vamos a vivir en mucho tiempo”, asegura Mar Álvarez vocalista y guitarra del grupo asturiano Petit Pop. Una banda que fue pionera en algo entonces inédito: que los fans pequeños salten y canten hasta quedar afónicos, mientras que los mayores disfrutan al reconocer en sus temas homenajes punk, rock o grunge. Guiños a sus vidas pasadas.

“Petit Pop surge hace ya diez años de forma natural", explica Mar. Los cuatro miembros de la banda tenían sus propios grupos de música independiente en los 90: Undershakers, Pauline en la Playa, Nosotrash o Penélope Trip. “Fuimos cayendo uno tras otro en la paternidad, pero necesitábamos dar rienda suelta a lo que nos gustaba hacer, y conciliarlo con tener una familia. Así empezamos a componer temas en casa para los peques, a compartirlos, y luego a grabarlos en discos que funcionaron muy bien. Y de eso hace ya diez años”, recuerda.

El momento en el que surge Petit Pop era un erial. “Fuimos niños en los 80 y la oferta musical era tremenda: Parchís, Enrique y Ana, los Ninis, Regaliz... Para esas bandas componían grandes compositores, no era música facilona, sino profesional, instrumentada, arreglada, bien escrita, y de calidad. Y nuestros hijos no tenían nada parecido”, cuenta la guitarrista y voz de Petit Pop. La ambición por ofrecer algo tan bueno como aquello es la clave que les a llevado a publicar siete discos y agotar los aforos en casi todos sus conciertos. “Aquella música se nos quedó en el tuétano. Y cuando combinas punk, garage y Teresa Rabal, lo que sale no tiene nada que ver con Pica Pica o Cantajuegos”, apunta.

Su último disco Canciones para el coche (2018) hace un recorrido por berrinches y rabietas, el estrés urbanita, los terrores nocturnos, la clarividencia paterna o los largos veranos. Todo sin complejos y a ritmo de ska, grunge, reggae, electrónica y con guiños al trap y a los ritmos latinos.

Entre los referentes y homenajes de sus canciones Mar Álvarez cita a Blur (Quiero un poni te recordará a Song 2) , T.Rex (Bicho Bola), o The Stooges. “Cuando un padre o madre los detecta les da gloria bendita escucharlo: permite hacer una lectura entre líneas de una música que en principio era para sus hijos, pero que es también para ella o él”, cuenta Mar.

La otra clave del éxito del grupo es el humor: “Ser capaces de reírnos de nosotros mismos, de lo que nos pasa, convertir las situaciones familiares más estresantes en canciones con las que cualquier padre o madre se siente identificado y se parte de risa: como el mítico ‘cuando llegamos’ con un viaje de ocho horas por delante... Es una gozada tener esa complicidad familiar”. Saben que las canciones funcionan cuando desde el escenario ven familias completas haciendo la conga: “Lo fantástico es que pueden disfrutar todos, no es un rollazo ni para los padres ni para los niños, puro disfrute”.

Los temas de los que habla Petit Pop han ido creciendo con sus hijos y sobrinos, de entre 6 y 13 años. “Cuando dimos nuestro primer concierto, mi hijo no caminaba. Así que nuestros discos van creciendo con ellos: los primeros hablábamos del porqué, luego de la metafísica infantil con Hoy es el ayer de mañana, las extraescolares que les estresan o ahora el ‘no hay wifi’”. Sus hijos ya forman parte de la banda, y se han convertido en sus ayudantes. “Tocan instrumentos, salen en algún bis y se comen las gominolas del catering”, explica Mar entre risas.

Para los pequeños fans, una recomendación: “Tocar un instrumento es maravilloso y cualquiera que tenga un poco de gana, paciencia e interés, puede intentarlo. En este concierto van a tener la suerte de ver muy de cerquita cómo se toca cada instrumento, sólo hay que elegir y lanzarse. Hacen falta grupos de niños contando sus cosas, que son ellos los que de verdad saben de lo que quieren hablar”, concluye la cantante de Petit Pop.

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