Diez millones de mascarillas hechas en España al mes

El uso cada vez más extensivo de la mascarilla mientras persiste la situación de emergencia sanitaria generada por la covid-19 en España ha llevado al Ministerio de Sanidad a impulsar la fabricación masiva de estos materiales sanitarios en el territorio nacional. El Gobierno quiere producciones a gran escala de mascarillas made in Spain, con la finalidad de depender lo menos posible de vendedores externos. A esta causa se ha sumado la empresa Bexen Medical...

El uso cada vez más extensivo de la mascarilla mientras persiste la situación de emergencia sanitaria generada por la covid-19 en España ha llevado al Ministerio de Sanidad a impulsar la fabricación masiva de estos materiales sanitarios en el territorio nacional. El Gobierno quiere producciones a gran escala de mascarillas made in Spain, con la finalidad de depender lo menos posible de vendedores externos. A esta causa se ha sumado la empresa Bexen Medical, con sede en Hernani (Gipuzkoa) y especializada en suministrar productos hospitalarios de un solo uso al sector sanitario, que espera comenzar a elaborar en abril 10 millones de unidades al mes. “Vamos a ser la planta fabril de mascarillas más importante del Estado”, afirma su director general, Carlos Arsuaga.

Bexen Medical recibió a mediados de marzo pasado la llamada de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, María Jesús Lamas, interesándose por la capacidad de la firma guipuzcoana para producir mascarillas, batas y otros materiales de protección sanitaria. “Nosotros no hacemos mascarillas quirúrgicas”, explica Arsuaga, “pero se trataba de un encargo estratégico para el Gobierno, que quiere aumentar la producción local”. Esta compañía, con 42 años de experiencia en el sector sanitario y que provee de material hospitalario (sondas, catéteres, jeringas, material para ginecología…), encontró el socio que necesitaba en el grupo cooperativo Mondragón al que pertenece. Bexen entabló contacto con Mondragón Assembly, cuya filial en Kunshan (China) se ocupa precisamente del “diseño y fabricación de soluciones automáticas para el ensamblaje de dispositivos médicos y farmacéuticos”.

Una alianza entre ambas cooperativas ha permitido dar respuesta a la demanda de Sanidad: hacer el mayor número de mascarillas quirúrgicas en el menor tiempo posible. “La planta de China ha logrado en un tiempo récord montar cuatro máquinas que permiten producir 100 mascarillas por minuto”, asegura Iñigo Vélez de Mendizabal, director de Automotion Business de Mondragón Assembly.

Un avión de las Fuerzas Armadas ha transportado este viernes desde Kunshan toda la maquinaria preparada allí. Tres máquinas se instalarán en la sede de Bexen en Hernani y la cuarta irá destinada al cuartel general del Ejército en Burgos. “Nos decidimos muy rápido viendo la importancia del proyecto”, cuenta el responsable de Mondragón Assembly: “El desafío principal fue el plazo, porque el proceso de fabricación de las máquinas no supone ninguna novedad para nosotros. Es algo que dominamos a la perfección. Había que preparar las máquinas en poco tiempo. Pero hemos puesto mucha ilusión y nos produce mucho orgullo comprobar que podemos ser capaces de ayudar a la sociedad, aunque al mismo tiempo es una gran responsabilidad para la empresa porque esto debe funcionar cuanto antes”.

En cuanto la maquinaria esté a punto en su destino, señala el director de Bexen Medical, desde Hernani saldrán una media de 300.000 mascarillas quirúrgicas al día. El contrato con el Ministerio de Sanidad establece la fabricación de 60 millones de unidades en los próximos seis meses. “Serán mascarillas del tipo 2R, con tres capas que dan la máxima protección a la gama quirúrgica”, añade. “El objetivo es que una vez se hayan instalado las tres máquinas podamos trabajar a tres relevos y se comiencen a producir mascarillas al máximo rendimiento que nos permita la maquinaria. Calculamos que este pedido pueda generar una veintena de puestos de trabajo en la empresa”, afirma Arsuaga.

Bexen Medical va a tener que ampliar sus instalaciones de salas blancas y aumentar su plantilla en 20-22 personas. Ha tenido que sortear la dificultad de adquirir la materia prima necesaria para elaborar las mascarillas, que en estos momentos “han multiplicado su precio por 15, aprovechando la gran demanda”, apunta su director, quien no quiere dar detalles de la cuantía económica del contrato suscrito con Sanidad.

Bexen Medical cuenta ahora con pedidos de Osakidetza, varias comunidades autónomas, grupos hospitalarios privados, empresas farmacéuticas, cadenas alimentarias... para surtirles de mascarillas quirúrgicas. Por eso, ya ha comprometido la compra de otras tres máquinas a su socio Mondragón Assembly. Espera recibirlas a mediados de mayo y estarán plenamente operativas a comienzos de junio, advierte Arsuaga.

La firma guipuzcoana ha tenido que tramitar ante la Agencia del Medicamento una modificación de su licencia actual para estar autorizada para fabricar mascarillas quirúrgicas, un negocio ajeno a su actividad hasta ahora. “La autorización se resolverá en los próximos días”, afirma un portavoz de la citada agencia sanitaria. El Ministerio de Sanidad publicó el pasado 6 de abril una orden en el Boletín Oficial del Estado que permite a empresas españolas que lo soliciten licencias excepcionales para la fabricación de mascarillas y batas quirúrgicas. Esa misma orden prohíbe la exportación de estos materiales, pues solo pueden destinarse para el mercado nacional. “Se trata de agilizar la concesión de un permiso temporal que da cobertura legal a las empresas durante el período de emergencia sanitaria. De esta forma se garantiza que estos productos sanitarios cumplen la normativa de buenas prácticas de uso que ha publicado el Ministerio de Sanidad”, aseguran fuentes de la Agencia del Medicamento.

El contrato suscrito con Bexen Medical forma parte de un plan global del ministerio que persigue “ampliar lo más posible la capacidad de producción nacional de todo tipo de materiales de protección sanitaria”. Fuentes de Sanidad sostienen que “en el caso de las mascarillas, España tiene cerrados acuerdos de suministro con empresas en China para las próximas ocho semanas. Si tras ese periodo hubiera que realizar más compras, se harían”, añaden.

Hasta el pasado 15 de abril, Sanidad había distribuido 45,6 millones de mascarillas entre las comunidades autónomas. Este envío suplementario estaba justificado por la campaña extraordinaria puesta en marcha por el Gobierno ante el retorno a sus puestos de trabajo de los trabajadores de actividades no esenciales que no pueden teletrabajar.

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