‘Amici miei’ o hielo
Si tenéis ganas de abrazos y necesidad de amigos, ved comedias italianas allá donde las encontréis, y mejor de los cincuenta y sesenta
Limpio el polvo a mi reducida pero intensa colección de devedés, dándole vueltas al tema de hoy. Socorrido pero virtuoso: qué pelis o series elegir para el confinamiento.
Ante todo, rigor y simplicidad. Austeridad en el propósito. ¿Desahogarnos llorando o congelar la grieta para no sentir la herida? ¿Un buen moco tendido, a ser posible con pañuelo de tela fácil de lavar y secar, o una desaforada distanciación, un helado invierno sentimental, una incapacidad para ex...
Limpio el polvo a mi reducida pero intensa colección de devedés, dándole vueltas al tema de hoy. Socorrido pero virtuoso: qué pelis o series elegir para el confinamiento.
Ante todo, rigor y simplicidad. Austeridad en el propósito. ¿Desahogarnos llorando o congelar la grieta para no sentir la herida? ¿Un buen moco tendido, a ser posible con pañuelo de tela fácil de lavar y secar, o una desaforada distanciación, un helado invierno sentimental, una incapacidad para expresar los sentimientos digna de un centollo?
Si tenéis ganas de abrazos y necesidad de amigos (no lo dudo: la mayoría somos de natural cariñoso), y si queréis sentir el calor y el sudor de otras pieles, y la salivación de los besos, ved comedias italianas allá donde las encontréis, y mejor de los cincuenta y sesenta, de las que Moretti es un pálido aunque encantador discípulo. Para llorar a manta, y enterarse de lo que fueron los sesenta y setenta y etcétera, una serie: La mejor juventud. Y en peli, Amici miei, que el título lo dice todo. Cómo se abrazan estos meridionales, los muy cabrones.
Si deseáis cauterizar, lo nórdico. Mis preferidas son las islandesas. Salvo algún fornicio furioso, no se tocan nunca, van a más de un metro sin precisar de virus alguno y se muestran perpetuamente irritados e incapaces de comunicar sus sentimientos. A mí me tranquiliza mucho verlas por la noche.
De día prefiero gente que hace gansadas, que se achucha, que tiene una historia en común y que constantemente se la recuerda. Amigos míos, estéis donde estéis.
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