Bérgamo no da abasto para enterrar a sus muertos: el Ejército lleva ataúdes a incinerar a otras localidades
Las funerarias de la provincia italiana están saturadas, los féretros se acumulan en los cementerios y en las iglesias
Las imágenes que llegan desde Bérgamo, la provincia más afectada por el coronavirus, son demoledoras. El miércoles por la noche una larga procesión de camiones blindados del Ejército sacó de la ciudad setenta ataúdes que se acumulaban en el cementerio local, completamente desbordado por la emergencia. Son tantos los muertos que se han registrado en apenas una semana que las funerarias no dan abasto y los féretros se acumulan en los camposantos y en las iglesias...
Las imágenes que llegan desde Bérgamo, la provincia más afectada por el coronavirus, son demoledoras. El miércoles por la noche una larga procesión de camiones blindados del Ejército sacó de la ciudad setenta ataúdes que se acumulaban en el cementerio local, completamente desbordado por la emergencia. Son tantos los muertos que se han registrado en apenas una semana que las funerarias no dan abasto y los féretros se acumulan en los camposantos y en las iglesias, donde no puede oficiarse ningún tipo de ceremonia, tampoco los funerales.
Los hornos crematorios funcionan 24 horas al día, pero su capacidad máxima es de 25 difuntos por jornada. Por eso, las autoridades han pedido a los militares que transporten los féretros hasta otras localidades cercanas que se han ofrecido para incinerarlos. En la provincia, donde vive algo más de un millón de personas, hay 4.305 casos confirmados de coronavirus, según las autoridades, y han muerto cerca de 500, como recogen los medios locales, ya que la administración no ofrece cifras oficiales de fallecimientos por provincias, sino solo por regiones.
La sección de obituarios del diario local L’Eco di Bergamo ha pasado de ocupar una o dos páginas a llenar once en la última semana. El director del periódico, Alberto Ceresoli lo ha definido como “un boletín de guerra”. “Es un drama, se van nuestros ancianos”, ha dicho a los medios. Una de las esquelas es la de Antonio Ardenghi, de 82 años, vivía en el pueblo de Nembro y era albañil y empleado en una fábrica, también miembro del Cuerpo de los Alpini, el grupo de montaña del Ejército italiano. Sus compañeros lo apodaban la roca, por su fortaleza física. No se celebró funeral en su nombre y su familia no pudo despedirlo porque está aislada en casa en cuarentena. Situaciones similares se repiten en todo el país. Es la parte humana que está detrás de unas cifras estremecedoras.
Bérgamo, en la región de Lombardía, se ha convertido en la imagen del colapso del sistema sanitario frente a la pandemia. Su principal hospital, Juan XXIII se ha quedado sin camas en la UCI, está trasladando a pacientes a otras clínicas en otras regiones y necesita personal sanitario y medios con desesperación, como ha señalado a través de un vídeo en las redes sociales Stefano Fagiuoli, director del departamento de Medicina del centro.
En la provincia de Bérgamo, preocupa particularmente el repunte de muertes en residencias de ancianos. Las autoridades, el personal sanitario y los familiares han alertado de este fenómeno que se replica también en otras zonas de Lombardía. Como en la región solamente se hacen pruebas para detectar el coronavirus a quienes presentan síntomas graves, cada vez son más las autoridades y los médicos que consideran que las cifras oficiales del coronavirus son solamente parciales.
El alcalde de la ciudad de Bérgamo, Giorgio Gori, ha alertado de “un número significativo de personas que han muerto pero cuya muerte no ha sido atribuida al coronavirus porque murieron en casa o en un asilo de ancianos y por lo tanto no se les hicieron pruebas”. Gori ha señalado a la agencia Reuters que en su localidad, de 120.000 habitantes, las dos primeras semanas de marzo murieron 164 personas, 31 con coronavirus, según los datos oficiales. La cifra resulta alarmante si se compara con las 56 muertes que se produjeron el año pasado en el mismo periodo. El regidor ha sugerido que el virus podría haber causado un número de muertes superior al que certifican los registros oficiales. “Todos los regidores locales están contando estos días en sus localidades un número de decesos muy elevado. Ayer llamé a varios alcaldes y en 13 pueblos el número de muertos en la primera mitad de marzo es 4 veces mayor al del año pasado”, ha subrayado Gori. Y ha agregado: “No todos pueden ser llevados a los hospitales, hay muchas personas que están muriendo en casa o en las residencias”.
En la provincia de Cremona la situación es similar. Según señala el Corriere della Sera, la semana pasada murieron 18 pacientes en un solo día, con graves problemas respiratorios, en una residencia de ancianos de 460 plazas. Otra de Mediglia, cerca de Milán, ha registrado 25 muertes en los últimos 23 días.
Aunque el aumento de decesos resulta anómalo, a falta de datos oficiales y pruebas detalladas, no es posible saber con exactitud cuántas muertes en los hogares de ancianos pueden deberse a la Covid-19 o a otras causas como la gripe estacional.
Los médicos del Juan XXIII de Bérgamo explican que las características del nuevo coronavirus permanecen invariables, pero la situación se complica porque los enfermos llegan cada vez más tarde a los hospitales, muchos saturados, y en condiciones más graves.
En los últimos días Protección Civil había comenzado las gestiones para levantar un hospital de campaña en el recinto ferial de Bérgamo para atender a los enfermos de Covid-19, pero el proyecto se ha detenido por falta de personal y medios.
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