Declarado culpable un hombre que asesinó a su expareja y estuvo 20 años fugado

La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el acusado de matar a Nidia Rodríguez en 1997, que fue detenido en Nueva York en 2017

El fugitivo detenido en Nueva York a su llegada esta semana a España.

Nidia Rodríguez desapareció en el verano de 1997. Ocho meses después su cuerpo fue encontrado en una cuneta en Castelldefels (Barcelona). El presunto asesino huyó al día siguiente a la desaparición de la mujer, su expareja, y fue detenido en Estados Unidos 20 años más tarde. Este jueves por la tarde un jurado popular en la la Audiencia de Barcelona ha declarado culpable por unanimidad a R. A. B. por el asesinato de Nidia Rodríguez. El proceso, que se prolonga desde la desaparición de la víctima en 1997, ha quedado visto para sentencia a la espera de que la juez dictamine el veredicto final. El...

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Nidia Rodríguez desapareció en el verano de 1997. Ocho meses después su cuerpo fue encontrado en una cuneta en Castelldefels (Barcelona). El presunto asesino huyó al día siguiente a la desaparición de la mujer, su expareja, y fue detenido en Estados Unidos 20 años más tarde. Este jueves por la tarde un jurado popular en la la Audiencia de Barcelona ha declarado culpable por unanimidad a R. A. B. por el asesinato de Nidia Rodríguez. El proceso, que se prolonga desde la desaparición de la víctima en 1997, ha quedado visto para sentencia a la espera de que la juez dictamine el veredicto final. El acusado puede enfrentarse a un máximo de 25 años de prisión a petición de la Fiscalía. 

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El jurado ha considerado probados casi todos los hechos de los que se acusa a R. A. B, quien ha escuchado el veredicto sin apenas inmutarse. Estos incluyen el cargo de asesinato con agravante de alevosía —es decir, con intención de causar daño y sin posibilidad de que la víctima pudiera defenderse—; y su posterior huida a Estados Unidos.

El acusado vivió bajo una identidad encubierta en la ciudad de Nueva York durante dos décadas, desde 1997 hasta 2017, meses antes de que el delito prescribiese y se produjese su detención. El sospechoso había rehuído a la justicia española y estadounidense al suplantar su nombre real por su segundo apellido. Las autoridades del país norteamericano descubrieron el fraude de identidad justo cuando se reactivaba el caso del asesinato de la víctima.

Nidia, de nacionalidad colombiana, mantuvo una relación sentimental con su presunto asesino entre 1996 y 1997. Tras romper la relación, la víctima declaró sentir miedo ante las numerosas llamadas por teléfono y el seguimiento que realizaba R.A.B por lugares que ella solía frecuentar, tal y como testificó la hermana de la víctima. La noche anterior a su desaparición, el presunto asesino la amenazó mientras la mujer se encontraba en su coche. Un amigo de la víctima narró en su testimonio cómo ella declaró "sentir miedo" de su ex pareja, y cómo le pidió que le acompañase por la calle. Solo 24 horas más tarde, Nidia bajó a la calle desde su casa para atender a su expareja y nunca más volvió.

Al comprobar que se aproximaba la fecha de la prescripción del delito, el juzgado número 2 de Gavà (Barcelona) optó por reabrir el caso en coordinación con la Jefatura Superior de Policía de Cataluña. “Reiniciamos los trámites desde el principio y llegamos a determinar por las redes sociales que el principal sospechoso seguía viviendo en Nueva York”, cuenta uno de los investigadores que reactivó el caso. La reinstrucción del caso coincidió con la detención de R. A. B. en Estados Unidos por falsear su documentación de inmigrante. 

La hija de la víctima ha declarado estar conforme por la sentencia popular y por la pena que impone la Fiscalía, de 25 años. Es prácticamente la máxima pena que se puede otorgar por este tipo de delitos. 27 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España en lo que va de año, según el balance de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, actualizado a 2 de julio. 1.001 desde que se registran datos oficiales, en 2003.

El teléfono de atención a las víctimas es el 016, no deja rastro en la factura, aunque es necesario borrarlo del registro de llamadas.

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