Rouco Varela tranquiliza sobre la muerte digna: "No es una ley de eutanasia"
El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha dado su valoración antes de conocer el texto del anteproyecto aprobado
Dos semanas después de que el Consejo de Ministros aprobara el anteproyecto de la ley de muerte digna, la Iglesia católica, como suele ser habitual, ha dado su valoración. Esta vez no ha habido discrepancias con las políticas progresistas del Gobierno socialista. El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha expresado que "no es una ley de eutanasia".
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Dos semanas después de que el Consejo de Ministros aprobara el anteproyecto de la ley de muerte digna, la Iglesia católica, como suele ser habitual, ha dado su valoración. Esta vez no ha habido discrepancias con las políticas progresistas del Gobierno socialista. El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha expresado que "no es una ley de eutanasia".
Una opinión basada únicamente en el juicio que han hecho sus colaboradores: "Yo no he leído el texto. Lo han leído algunos colaboradores, y el juicio primero es que no es una ley de eutanasia. No tengo opinión sobre los detalles", ha confesado durante un desayuno informativo en Madrid organizado por el Foro de la Nueva Sociedad.
En cualquier caso, el cardenal Rouco ha asegurado que tanto desde la Conferencia Episcopal Española como desde la Archidiócesis de Madrid se está realizando "un análisis interno" al respecto.
El cardenal ha protagonizado no pocas homilías contra las leyes progresistas de Zapatero, como la del aborto, el matrimonio homosexual o la eutanasia, en las que ha manifestado que en España existe una crisis "mucho más honda" relacionadas con estas que por otras causas económicas o políticas.
La ministra de Sanidad, Leire Pajín, destacó tras aprobarse el texto que la ley "no despenaliza ni la eutanasia ni el suicidio asistido. Lo que hace es asegurar que la intervención sobre el paciente evite el ensañamiento terapéutico y el sufrimiento innecesario" en sus últimos días de vida.