La dimisión de más de 2.000 científicos amenaza con paralizar la investigación en Francia

Consideran que la anunciada ayuda suplementaria de 3.000 millones de euros a la investigación es "una promesa más"

Más de 2.000 científicos franceses, directores de laboratorios y responsables de equipos, han presentado hoy su dimisión en bloque en protesta por la "asfixia financiera" de la investigación en ese país, causada, según dicen, por los recortes presupuestarios y de personal. La dimisión colectiva podría suponer la paralización de la investigación en Francia.

Los científicos han celebrado hoy en el Ayuntamiento de París una asamblea para denunciar la precariedad a que les aboca la política del Gobierno francés. Antes de la asamblea, un grupo de 200 investigadores ha enviado una carta de re...

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Más de 2.000 científicos franceses, directores de laboratorios y responsables de equipos, han presentado hoy su dimisión en bloque en protesta por la "asfixia financiera" de la investigación en ese país, causada, según dicen, por los recortes presupuestarios y de personal. La dimisión colectiva podría suponer la paralización de la investigación en Francia.

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Los científicos han celebrado hoy en el Ayuntamiento de París una asamblea para denunciar la precariedad a que les aboca la política del Gobierno francés. Antes de la asamblea, un grupo de 200 investigadores ha enviado una carta de renuncia por correo electrónico, según ha anunciado un portavoz de la asociación Salvemos la Investigación, la más combativa con el Gobierno y que aglutina al colectivo. Después de la asamblea, 976 directores de laboratorios y 1.110 jefes de equipo han secundado la decisión de sus compañeros y han presentado su renuncia en bloque, con lo que se eleva a 2.000 la cifra de dimisionarios. Aunque la renuncia administrativa tiene en principio un carácter simbólico, lo cierto es que podría paralizar el trabajo de los laboratorios si se prolonga en el tiempo.

No ha disuadido a los científicos la promesa de última hora del primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, de aumentar en 3.000 millones de euros la inversión en investigación entre 2005 y 2007. Los dimisionarios no se creen la promesa del Gobierno, máxime cuando es incapaz de desbloquear 20 millones de euros para mantener medio millar de contratos temporales de jóvenes investigadores que llegan a su fin y cuya defensa se ha convertido en la bandera de la reivindicación de los científicos. Tampoco les convence la promesa de la ministra de Investigación, Claudie Haigneré, de una agencia nacional para la ciencia que permitiría financiar proyectos y aumentar el número de puestos de trabajo de larga duración para evitar la fuga de cerebros.

En una entrevista publicada hoy por el diario Liberation, el primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, afirmaba, antes de conocer la renuncia masiva, que tal amenaza debilitaría la imagen internacional de Francia, pero rechazaba negociar a cualquier precio. "Una dimisión nunca es un éxito. Si se produjera yo tendría una reacción de tristeza, porque no quiero que el renombre científico internacional de Francia sea debilitado así", aseguraba. Raffarin se niega a reducir el debate "a una cuestión de medios" y a ir más allá de los "gestos muy significativos" anunciados. "Los 3.000 millones de euros que hemos puesto sobre mesa son más de lo que hacemos por otras categorías profesionales", asevera el primer ministro, que señala que su Gobierno consagra 70.000 millones de euros "a la inteligencia".

65.000 firmas

Salvemos la Investigación es un colectivo que cuenta con el apoyo, recabado mediante una campaña de recogida de firmas, de más 65.000 científicos franceses, lo que supone más de la mitad del colectivo que trabaja en el sector público. Su protesta se centra en la "asfixia financiera" de los laboratorios franceses. Además, el colectivo cuenta con el apoyo de la población: ha presentado las firmas de 150.000 personas y una encuesta reciente señalaba que cuatro de cada cinco ciudadanos está de acuerdo con su reivindicación. Por otra parte, los investigadores de todo el mundo han firmado un manifiesto en el que muestran la solidaridad con sus colegas franceses que, a causa de los recortes presupuestarios, "han perdido la capacidad de hacer frente a la competencia internacional al más alto nivel", lo que ha obligado a muchos de ellos a emigrar.

La frontal oposición al Gobierno ha cristalizado con la decisión de los científicos de organizar su propio congreso, en un claro desplante al Ejecutivo, que había propuesto apadrinar una reunión de sabios que marcara las líneas directrices de la investigación en Francia. Además de la asamblea parisina, en otras ciudades del país se han celebrado concentraciones de apoyo a los reunidos.

Cientos de investigadores se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento de París.AP

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