Cinco días ‘detox’ sin pasar hambre
Es el momento de plantearse una limpieza interna. El verano llega a su fin y con él, los excesos. Los expertos coinciden: se puede evitar el síndrome postvacacional a golpe de antioxidante, ejercicio y ocio. Y devolver así el equilibrio y la energía.
01/ Guerra a las toxinas
«Tras el verano se acumulan las toxinas porque en esta estación dejamos de ir al gimnasio, comemos a deshoras, etc. Estas sustancias son nocivas para el organismo e impiden que luchemos contra los radicales libres», explica Jéssica Hierro, dietista-nutricionista de Alimmenta (alimmenta.com). Igual que nos arrugan por fuera, nos oxidan por dentro e impiden que los órganos funcionen bien. La solución: depurarse. Una dieta detox restablece el equilibrio y evita el deterioro de los tejidos. «No estamos habl...
01/ Guerra a las toxinas
«Tras el verano se acumulan las toxinas porque en esta estación dejamos de ir al gimnasio, comemos a deshoras, etc. Estas sustancias son nocivas para el organismo e impiden que luchemos contra los radicales libres», explica Jéssica Hierro, dietista-nutricionista de Alimmenta (alimmenta.com). Igual que nos arrugan por fuera, nos oxidan por dentro e impiden que los órganos funcionen bien. La solución: depurarse. Una dieta detox restablece el equilibrio y evita el deterioro de los tejidos. «No estamos hablando de regímenes aburridos para perder peso. De hecho, muchas dietas bajas en calorías conllevan carencias y no ayudan a limpiar. Hay alimentos detoxificantes muy calóricos», avisa la doctora Paula Rosso, de Corporal M+C (corporalmc.com). Antes de empezar conviene consultar con un médico. Otra advertencia: una disciplina muy radical no es aconsejable en el caso de embarazadas o en periodos de lactancia, tampoco la deben seguir los enfermos de cáncer o con dolencias renales, hepáticas o diabetes.
02/ Purificar en dos pasos
Es mejor dividir el protocolo en dos fases: una depurativa y otra antioxidante. En la primera, de tres meses de duración, se limpia el organismo en profundidad. Sobre todo, el intestino grueso y los riñones. En este periodo, se deben consumir alimentos ricos en potasio y bajos en sodio como el plátano porque favorecen la eliminación de líquidos y toxinas. Una vez limpios los conductos, llega la fase antioxidante, la más dura. El objetivo de este segundo tramo, que puede durar entre una y dos semanas, es eliminar toda sustancia dañina. Esta tarea la llevan a cabo varias enzimas (catalasa, superóxido dismutasa…) que, por así decirlo, se alimentan de antioxidantes (vitaminas A, E y C, carotenoides, flavonoides, isoflavonas…). Por eso se debe comer fruta, verdura y pocas grasas, pocos azúcares… Este régimen pone en marcha todo el sistema de saneamiento corporal. Sus consecuencias no son agradables: de hecho, sus efectos secundarios se conocen como «crisis curativa». Aquí van algunos: dolor de cabeza, calambres, sarpullidos y cambios de humor. La buena noticia: se trata de síntomas pasajeros y desaparecen en un par de días.
03/ Turismo con causa
Varias clínicas y hoteles ofrecen paquetes para hacer más llevadera la semana depurativa. El menú, con ingredientes de huerto ecológico, del Kempinski Hotel Bahía es delicioso. El plan detox se completa con un entrenamiento personal y masajes (desde 1.900 euros. kempinski.com). El Sha Wellness Clinic incluye una hidrocolonterapia (una limpieza intestinal con agua filtrada y templada) y una dieta nutrigenética en su programa (desde 3.950 euros. shawellnessclinic.es). Tres días a base de zumos alcalinizantes con frutas y verduras para equilibrar los niveles de pH es la propuesta del spa Revival by Clarins del Hotel Aguas de Ibiza (120 euros. aguasdeibiza.com). El Mandarin Oriental de Barcelona incorpora el masaje Chi Nei Tsang para desbloquear los canales digestivos (120 euros). Su programa Bienestar Detox incluye envoltura de algas, masaje y facial con oxígeno (555 euros. mandarinoriental.es).