Tres años chateando sin quedar: quienes usan las aplicaciones de ligar, pero jamás se ven en persona
El hastío fruto de infinidad de citas fracasadas o la inseguridad empuja a algunas personas a emplear las aplicaciones como lugares en los que mantener conversaciones sin pretensión de quedar en persona por el simple hecho se sentirse acompañados en el mundo virtual
Hace siete años, se viralizó la historia de Josh Avsec y Michelle Arendas, dos usuarios de Tinder que tras hacer match en 2014, estuvieron tres años hablando sin llegar jamás a quedar. El propio Avsec decidió subir a X una serie de pantallazos de sus conversaciones para que la gente supiera su insólita y curiosa relación y la conocida app decidió intervenir. “Es hora de que os reunáis en la vida real. ¡Tenéis 24 horas para decidir la ciudad en la que queréis tener vuestra primera cita y os enviaremos allí!”. Aunque son muy habituales los casos de personas que se sorprenden a sí mismas entablando conversaciones con potenciales citas sin que estas jamás terminen en un encuentro físico, en el caso de Arendas y Avsec finalmente sí hubo quedada física e incluso comenzaron una relación, pero lograr quedar es muchas veces complicado. Tanto, que incluso ya hay quienes proponen fórmulas para evitar que un posible interés romántico se transforme en un pen pal, es decir, en alguien que emplea las aplicaciones de citas para hablar, pero que nunca se reúne con su interlocutor en persona.
“Al hacer swype, habría que pagar cinco euros, y en el caso de que hubiera match, ambos tendrían que quedar antes de una semana o el dinero no se les devolvería. Si alguno hiciera ghosting o pusiera una excusa ridícula para no quedar, perdería el dinero y se le prohibiría entrar en la app, sin excepciones”, dicen los responsables de la cuenta de Instagram Breakfast Shirts al reflexionar en un vídeo sobre quienes no llevan las conversaciones al plano físico. Esta fenomenología no puede devenir en el conocido como breadcrumbing, que responde a quien presta la atención justa para mantener el interés de la otra persona, dándole largas o migajas de atención, sin intención de llevar la relación al siguiente paso. “Si alguien nota que el esfuerzo de la otra persona es consistentemente limitado y siente que no ha habido progresión, a pesar de que ha manifestado su deseo de llevar la relación a la siguiente fase, puede ser un signo de breadcrumbing”, asegura la Dra. Caroline, experta en sexo y relaciones de Bumble.
Prueba de lo común que es que haya personas que no llegan a quedar pese a invertir mucho tiempo en conversaciones es que hay quienes en sus perfiles advierten que no buscan pen pals. ¿Por qué comienza a ser habitual que tanta gente se comporte así? Responde Eva Campos Navarro, autora de Y te doy mi corazón (Plataforma Editorial, 2024). “Puede deberse a que la gente busque la persona perfecta que encaje 100%, porque se relacione desde un personaje que no encaja con la realidad, porque haya gente que consume personas para pasar el rato, por timidez, por irresponsabilidad emocional… Antes se usaban las app de citas para trasladar la relación al mundo real, pero ahora, para muchas personas, es un fin en sí mismo, un pasatiempo más, como lo pueden ser las redes sociales”, asegura.
“También puede deberse a que la inseguridad le bloquee y sienta que no gustará a la otra persona físicamente, tenga miedo a la crítica o a afrontar una cita le puede causar cierto temor y prefiera mantener largas conversaciones, pero no se atreva al cara a cara. Por supuesto, si ha vivido alguna experiencia traumática o negativa, puede que le frene a la hora de quedar”, dice Judith Mesa, psicoterapeuta en Vivofácil, que recomienda tener la primera cita entre los 7-15 días siguientes después de haber mantenido conversaciones por WhatsApp, alguna llamada telefónica e incluso una videollamada.
Campos Navarro cree que es importante poner límites claros en el instante en el que se detectan indicios de que la otra persona se resiste al encuentro físico. “Si alguien quiere trasladar la relación al mundo real, hace determinado número de proposiciones para quedar (creo que tres es un número más que respetuoso con una misma y con las condiciones de la otra persona) que no se aceptan, lo mejor es cortar la relación de raíz, pues es posible que esa persona nunca vaya a querer quedar”, advierte.
Mientras tanto, desde Tinder aplauden a aquellas personas que a causa de ser introvertidas -uno de los motivos que tanto la psicóloga como la psicoterapeuta consultadas han coincidido en señalar como uno de los motivos por el que la primera cita tarde tanto en llegar- tardan más en animarse a conocer a gente nueva. Como explica la psicóloga Viviane Hähne, precisamente las aplicaciones son idóneas para la gente tímida al permitirles pensar sus mensajes con tranquilidad. “Lo recomendable es no cancelar citas en el último momento. A este hecho, a menos que exista un motivo real, en psicología se le llama ‘comportamiento de elusión’, y solo refuerza las inseguridades. Aunque cueste esfuerzo y haya que salir de la zona de confort, merece la pena enfrentarse a los miedos”, explica. Asegura que las citas online ofrecen la oportunidad de conocerse más despacio e indica que conocer a alguien por Internet puede ser saludable, ya que ayuda a identificar mejor las red flags. “Los introvertidos son un 15% más propensos a buscar amistades en Tinder que los extrovertidos y suelen tardar más en abrirse y confiar en gente nueva, empleando más tiempo en establecer relaciones y vínculos con los demás. A cambio, estas relaciones suelen ser más profundas y estables”, añade.
Desde Bumble señalan que precisamente a causa de esos constantes cambios que tienen lugar en el mundo de las citas, la comunicación es clave, por lo que la app anima a las personas a buscar y ser claros en sus expectativas, así como a mantener conversaciones abiertas a lo largo de cada etapa a la hora de tener una cita, incluyendo hablar sobre el momento de conocer a alguien en persona. “No existe un momento específico para conocer a alguien. Si los solteros quieren pasar rápidamente a la siguiente fase y verse en persona, ¡adelante! Si quieren tomarse más tiempo, también deberían hacerlo. La única regla es sentirse fiel a uno mismo en cualquier situación”, aseguran.
Es normal que ante el hastío que existe hacia las aplicaciones y las malas experiencias que tantas personas han tenido, para algunos volver a enfrentarse al mundo ajeno a las pantallas resulte aterrador y las conversaciones online sirvan para sentirse de alguna forma acompañados sin tener que enfrentarse a un encuentro que pueda reavivar esas desagradables vividas con anterioridad. Sin embargo, es vital la comunicación para no hacer a quienes sí buscan una cita física perder el tiempo.