Efluvio telógeno: el motivo por el que se te ha caído mucho más pelo en los últimos meses
En la primavera pueden caerse al día hasta 400 pelos, cuatro veces más de lo habitual. Seis expertos nos aclaran los mitos, las verdades y las soluciones a la caída del cabello estacional
El ciclo de vida de un pelo tiene tres fases: crece (lo que dura entre dos y seis años), involuciona (unas dos o tres semanas en las que el crecimiento se detiene) y se cae (se desprende de la raíz, que puede permanecer tres meses dentro del folículo hasta que sale un cabello nuevo). Después, vuelve a crecer. Cada uno de nuestros folículos pasará por estas fases entre 10 y 20 veces a lo largo de nuestra vida, es decir: el pelo se cae y eso no es ningún problema. Lo que ocurre es que hay momentos en los que ese ciclo puede alterarse, sobre todo en primavera y otoño, y empieza a caerse una cantidad mucho mayor de pelo. Y entonces podemos pasar de perder unos 100 cabellos al día a recoger hasta 400.
Seis expertos explican en S Moda los mitos, las verdades y las soluciones para la llamada caída primaveral, que por cierto afecta más a las mujeres.
Cuántos pelos se caen al día en primavera
“El proceso natural por el cual se nos cae más el pelo en otoño y primavera se denomina efluvio telógeno estacional. Múltiples factores (hormonales, déficits nutricionales, enfermedades sistémicas, y en este caso, variaciones estacionales) inducen que entren más folículos en fase de caída”, explica a SModa la doctora Andrea Huerta Vena. Y añade: “Este tipo de caída afecta sobre todo a mujeres”.
¿Y cuál es la caída habitual en esta época del año? Moncho Moreno, director del salón de peluquería que lleva su nombre en Madrid, calcula que diariamente se nos caen entre 60 y 100 cabellos, dependiendo de la calidad capilar de cada una: “En primavera la cosa cambia porque hay una caída normal que suele duplicarse incluso triplicarse, y en la cual se pueden caer hasta 300-400 cabellos”.
Pero aunque la cifra pueda impresionar, en principio no se trata de ningún problema. “La caída primaveral es estacional y es consecuencia de un proceso natural de renovación. Es un recambio capilar en el que nuestro cuero cabelludo se prepara para las condiciones climáticas propias de la nueva estación”, corrobora Arturo Rosaleñ, director de su peluquería en Valencia.
Cómo afecta el efluvio telógeno
“Los cambios de estación, sobre todo en primavera y otoño, se asocian con un aumento de caída de pelo. Este tipo de caída se conoce como efluvio telógeno: el pelo cae de forma difusa sin causar zonas localizadas sin pelo. Es fisiológico, lo que quiere decir que no es una enfermedad ni deberíamos preocuparnos pues va a volver a crecer”, explica Tamara Martínez Valverde, directora del departamento Médico de MartiDerm. “Pero eso no quita que pueda ser agobiante en algunos casos”, añade. “La caída de pelo primaveral coincide con el inicio de primavera, pero no en las fechas sino en el cambio de horas de luz, floración y cambios de temperatura”.
Efectivamente, la primavera trae consigo muchos cambios en el ambiente y, en consecuencia, también en nuestro cabello. Desde Olistic, un complemento alimenticio bebible diseñado para fortalecer, nutrir y combatir la caída del cabello femenino, resumen tres factores que favorecen la caída de pelo primaveral y este efluvio telógeno estacional, que cifran en torno a los 150-200 cabellos al día: los cambios en las horas de luz, que “pueden afectar a nuestros ritmos circadianos, muy importantes en el crecimiento capilar”; las horas e intensidad de la luz solar escasas de los meses de invierno, que llevan a que “muchas personas comiencen la primavera con un descenso en los valores de vitamina D, el nutriente que hace posible el crecimiento del cabello” y que en primavera, “muchas personas tienen alergias y síntomas cutáneos que pueden ocasionar inflamación en el cuero cabelludo que facilite la caída”.
Son seis semanas
“Esta caída de pelo, así como la mayoría de alopecias, es reversible y no debemos preocuparnos. Aunque a veces es muy agobiante, este tipo de caída estacional nunca genera calvicie”, tranquiliza la doctora Andrea Huerta Vena.
Tamara Martínez Valverde coincide en este plazo: “Se trata de una caída de pelo limitada en el tiempo, debería cesar en 4-6 semanas. En conclusión, tras esta caída el pelo recrecerá”. Arturo Rosaleñ coincide en que tras estas seis semanas el pelo crecerá de nuevo y recuerda que la única caída de pelo no reversible es la de origen genético o hereditario.
“Por norma general [los efluvios telógenos primaverales] no deben dejar zonas del cuero cabelludo despobladas, pues se trata de una caída difusa. Por otro lado, las caídas primaverales son mudas fisiológicas y, por tanto, tampoco ocasionan picor, dolor o descamación del cuero cabelludo”, comentan en Olistic.
Cuándo hay que empezar a preocuparse
“Hay estudios que hablan de que durante el efluvio telógeno cae alrededor de un 10% de cabello, en función de la longitud de cabello se puede ver mucha caída, pero para que el pelo claree debe haberse perdido al menos un 40%”, estima Tamara Martínez Valverde.
“Lo normal es perder entre 100-150 cabellos al día. Con el efluvio estacional, esta cantidad se puede ver aumentada de forma puntual y autolimitada. Sin embargo, debemos estar pendientes de algunos datos que indican que debemos consultar con un dermatólogo”, advierte la doctora Andrea Huerta Vena: si la caída aumentada de pelo se prolonga más de mes y medio, si hay una notable pérdida de densidad (nos “clarea” el cuero cabelludo), si encontramos ‘calvas’ en el cuero cabelludo o si existen antecedentes personales o familiares de otros tipos de alopecia (por ejemplo, alopecia androgénica).
Esta doctora explica además que existen más de 100 tipos de alopecia: “Lo más importante a la hora de plantear el tratamiento es realizar un diagnóstico específico. En el caso de efluvio estacional, no es necesario ningún tratamiento, puesto que es una condición fisiológica que revertirá por sí misma en unas semanas”.
En opinión del doctor Manuel Ballesteros, deberemos preocuparnos y consultar a un dermatólogo tricólogo “cuando la caída sea muy llamativa, con un contaje mayor de 100 pelos al día; ante la pérdida de densidad capilar en algunas zonas, típicamente suele ser en la zona lateral del cuero cabelludo o entradas y, por último, ante la aparición de otro síntomas concomitantes como el picor o la descamación”.
Afecta más a las mujeres
Ballesteros añade que “típicamente las mujeres suelen consultar más por los efluvios al llevar el pelo más largo, pero cada vez son más los hombres que acuden a consulta por este problema. La salud capilar ha pasado a convertirse en un problema de salud muy habitual. Entre las causas frecuentemente se encuentra la conciliación familiar, cuidado de hijos, factores hormonales o analíticos como el tiroides, estrés laboral y muy típicamente el déficit de hierro o anemia que acompaña a la menstruación en muchas pacientes”. Y añade que la falta de ciertas vitaminas, como la vitamina D, la B12, el hierro, el zinc o el ácido fólico pueden contribuir a la caída del cabello en las mujeres: “Compensar este déficit puede implicar modificar la dieta para incluir alimentos ricos en estas vitaminas o tomar suplementos bajo la supervisión de un médico”.
Cuida el cuero cabelludo (y tendrás menos caída)
“En el cuero cabelludo es donde se encuentran las estructuras pilosas conocidas como folículos pilosos por donde crece el pelo. Estas estructuras están a su vez formadas por las glándulas sebáceas cuya función es lubricar y proteger el pelo con la grasa que producen continuamente”, comenta Tamara Martínez Valverde. “Sin embargo, el exceso de producción de grasa puede provocar acumulación y obstrucción de los folículos pilosos, siendo una de las causas de la caída del cabello y de la sensación de cabello graso. Otra condición del cuero cabelludo que puede influir en su caída es la caspa, que puede debilitar los folículos capilares y provocar inflamación. Además, rascarse de forma excesiva para aliviar la sensación de picor asociada puede dañar los folículos pilosos y agravar la caída del pelo”.
La técnica de la coleta
Para valorar la gravedad de la pérdida de pelo que experimentamos hay que conocer un concepto: la densidad capilar. Esta es la cantidad de pelo que crece por centímetro cuadrado de cuero cabelludo y, tal y como explica la doctora Andrea Huerta Vena, se utiliza la tricoscopia (luz polarizada con gran aumento) para medir con mayor objetividad este parámetro. “Esta técnica no invasiva nos permite valorar el folículo piloso, y realizar el diagnóstico específico de la mayoría de alopecias. En casos puntuales, ante dudas diagnósticas, podremos realizar una biopsia del cuero cabelludo (extraemos 4 mm de piel del cuero cabelludo para estudiarla en el laboratorio)”.
Tamara Martínez Valverde añade que “si bien la tricoscopia es el método clínico, se puede hacer una medición aproximada de la densidad capilar de forma sencilla en casa mediante ‘la prueba de la coleta’. Para debes hacerte una coleta y medir la circunferencia, de forma orientativa: si la circunferencia es inferior a 5 cm, la densidad capilar se considera baja mientras que si está por encima de 10 cm se considera una densidad alta”.
Un corte de pelo no frena la caída
“El pelo se va a caer igual”, comienza explicando Moncho Moreno. “Cortarlo para que crezca más fuerte es un tópico, no es que nazca más fuerte sino que nace virgen, y cuanto más lo cortas, más fuerte lo notas”. Este estilista diferencia el cuidado interno del cabello (cuando utilizamos un tratamiento vía tópica u oral para fortalecer el bulbo) del cuidado externo, y un corte es algo que trabaja el cabello externamente. “A través del corte de engrosamiento consigo fortalecer las puntas y la sensación de un pelo más gordo es instantánea. Es una manera de engañar, ópticamente te va a ayudar a sentir que tu cabello está más fuerte”, explica.
Para verse un pelo mejor, los expertos recomiendan un cuidado integral: “Si tú te tomas unas vitaminas, un poco de biotina, zinc, colágeno, y fortaleces el bulbo, también con masajes capilares que activen el riego sanguíneo, te pones una vitamina en el cuero cabelludo, y a la vez añades un corte de engrosamiento (ese que evita desfilados, entresacados y descargados) vas a notar una mejoría ipso facto y vas a pasar las transiciones de la primavera espectacularmente bien y con mucha tranquilidad, porque sabes que eso se va a recuperar”.
Arturo Rosaleñ hace un diagnóstico parecido: “Cortar el pelo no favorece el crecimiento del cabello. Pero cortarlo con regularidad es necesario para eliminar las puntas abiertas, que favorecen la rotura. Y, al eliminar la rotura, conseguimos un cabello más fuerte y sano. En definitiva, el corte favorece la salud del cabello. Un buen corte contribuye, sin ninguna duda, a embellecer un cabello dañado”, asegura.
Dejar la plancha en descanso
“En cuanto al cuidado de las fibras capilares, es muy importante dañarlas lo menos posible: no utilizar herramientas de calor en exceso, hidratar constantemente con mascarillas/sérums, utilizar cepillos específicos y peinar el pelo de forma suave... es decir, tratar de que la fibra capilar esté lo menos frágil posible para que no se rompa”, recomienda la dermatóloga Andrea Huerta Vena. “Todos estos gestos deben ser continuos en el tiempo, y solo con constancia y paciencia conseguiremos una melena bonita”.
“El primer hábito que puede contribuir en prevenir o minimizar la caída del cabello es aceptar nuestro pelo tal y como es. Y esto que parece tan sencillo, ¿cómo se aplica? No queriendo cambiar su forma y/o color continuamente, es decir, si tenemos el pelo rizado no pretender llevarlo todos los días liso, por ejemplo”, apunta Tamara Martínez Valverde.
La dieta y el pelo
Todos los expertos coinciden en que la solución a la caída del cabello no entiende de atajos. “No hay alimentos mágicos que hagan que el pelo deje de caer o crezca más rápido, pero el pelo necesita muchos nutrientes para su continuo crecimiento. Por ello, un estilo de vida saludable (dieta, ejercicio físico, gestión de las emociones y estrés...) favorece tanto el crecimiento como un aspecto del pelo más fuerte y brillante”, apunta la dra. Andrea Huerta Vena.
“La dieta no la soluciona, pero una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y proteínas, nos ayudará a que prevenir la caída capilar”, coincide Arturo Rosaleñ, que recomienda una dieta en la que no falten alimentos ricos en vitamina A (espinacas, zanahorias, patatas…), vitamina C (brócoli, lechuga, naranja, tomate…) y en vitamina B (huevo, carne, pescado, legumbres, lácteos…). “Una dieta equilibrada se traducirá en un cabello más sano y fuerte”, concluye.
“Hay que tener en cuenta que la mejor estrategia para ganar densidad capilar de una manera efectiva no se suele optar por una única solución, sino que se suelen combinar diferentes tratamientos”, recuerda Tamara Martínez Valverde. “Lo primero es mejorar nuestros hábitos alimenticios, incluir en nuestra dieta proteínas, carbohidratatos, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales como hierro y zinc. Además de reducir el estrés cotidiano, hacer ejercicio físico y dormir lo suficiente”.
Estos hábitos, apunta, se pueden complementar con tratamientos médico-estéticos y con nutri y dermocosméticos, y propone las cápsulas vía oral Hair System Anticaída Cápsulas Mujer de MartiDerm para una nutrición adecuada del folículo piloso y Hair System Ampollas Anticaída de MartiDerm para completar “la estrategia de nutrición in & out”.
“Nuestro cabello es un reflejo de nuestra salud. Sabemos que algunas de las causas más comunes de la caída de cabello son incontrolables como son la genética, los cambios hormonales o la edad. Pero junto a estos factores, existen otros como el estrés físico y emocional o una mala dieta que son igualmente peligrosos para nuestro cabello”, señala la doctora Sanja Zivanovic, doctora en Biomedicina y fundadora de SKIN MOLECULE X.
Como explica Zivanovic, un consumo inadecuado de grasas afecta directamente a la pérdida del cabello: “Este fenómeno se vincula directamente al agotamiento de las células madre del folículo piloso, la base misma de nuestro pelo, bloqueando su regeneración y obstaculizando su crecimiento futuro. El consumo elevado de azúcares refinados, productos procesados, bebidas gaseosas y alcohol, impactan negativamente en la salud capilar debido a su alto contenido de grasas saturadas, que pueden provocar una contracción significativa de los folículos pilosos, llevando a la pérdida de cabello en última instancia”.
Esta doctora en biomedicina añade que “el aumento de la ingesta de grasas saturadas puede afectar la calidad del tallo piloso, dando lugar a un cabello opaco, sin brillo y deshidratado. Además, puede ralentizar el crecimiento del pelo y aumentar la caída del mismo. La fase anágena del folículo, que suele durar alrededor de cinco años, se acortará, llevando a una caída más rápida del cabello y afectando a la pigmentación natural progresivamente”. Y concluye que optar por alimentos ricos en nutrientes, vitaminas y ácidos grasos esenciales es esencial para fomentar un crecimiento capilar fuerte y prevenir la pérdida prematura del cabello.
Cómo lavarse bien el pelo
“Es un mito que al lavar más el pelo se vaya a caer más. Lo más importante es tener el cuero cabelludo limpio, esto favorecerá un correcto ambiente para el folículo piloso. Por supuesto, si tienes cualquier tipo de alteración en el cuero cabelludo, debes consultar con tu dermatólogo”, dice la dermatóloga Andrea Huerta Vena. Moncho Moreno también desmonta el mito: “El lavado diario se debe de hacer siempre que esté sucio, no depende de la caída, sino que te lo vas a lavar porque lo necesitas. Hay que entender también que cuando te lo lavas diariamente vas a notar menos caída que quien se lo lava una vez a la semana o cada tres días, porque se acumula más cabello caído sobre todo si tu pelo tiene algún gesto rizado natural”.
Este estilista insiste en recordar la importancia de un buen champú: él recomienda uno que incluya péptidos de zinc, “que regulan fantásticamente bien el sebo”, o con tensioactivos en pequeñas cantidades. “O sea, champús que te aporten al cuero cabelludo, que trabajen la microbiota para que no tengas bacteria, no tengas hongo y no tengas nada que le perjudique al crecimiento natural del cabello. “Es muy importante usar un buen champú seborregulador”, incide. “El cabello que se cae en el proceso de lavado es cabello muerto, que se cae tras el gesto de masajear el champú, aclarar, secar… Pero no se debe al acto de manipulado y lavado en sí”, coincide Arturo Rosaleñ.
Anticípate y vencerás
“El mejor tratamiento para el cabello es la anticipación. Acostumbrarte, en tu vida en general desde lo más joven posible, a regular tu cuero cabelludo, a hacerlo pero de una manera interna vía oral tomándote tus aportes vitamínicos”, comenta Moncho Moreno. Se lamenta, sin embargo, de que la mayoría caemos en el mismo error (“Hasta que no se te cae el pelo no actuamos”), pero asegura que si tomas las vitaminas y nutrientes necesarios, sobreviviremos a las caídas estacionales sin problema.
“La opción más eficaz es la combinación de tratamientos y hábitos de cuidado del cabello. Existen distintos tratamientos que pueden ayudarnos a mejorar nuestra densidad capilar, por ello la mejor opción es visitar a un dermatólogo o tricólogo especialista que nos realice el diagnóstico adecuado de nuestro caso y que, posteriormente, nos explique las opciones de tratamiento más apropiadas”, apunta Tamara Martínez Valverde.