El otoño 2024 se viste de granate, el color indiscutible de la temporada
No hay margen de error: decenas de desfiles y marcas de moda defienden esta tonalidad profunda de pies a cabeza. Desvelamos las microtendencias que esconde el fenómeno
Granate, borgoña, guinda, escarlata… Esa gama de rojos oscuros y con un punto violáceo es tan del otoño como la caída de la hoja o la vuelta al gimnasio. En términos de moda, siempre llegan puntuales a las colecciones más frías del año, pero este otoño-invierno la explosión burgundy ha ido a más, con un sinfín de diseñadores que secundan su regusto a vino en multitud de prendas y accesorios.
Este 2024, el color granate marca sus propias microtendencias dentro y fuera de la pasarela. Es el pantone favorito de un look monocolor, ya sea en forma de gabardinas que ejercen de vestidos sesenteros junto a altísimos mocasines y un bolso-cofre –como defiende Sabato De Sarno para Gucci–; en el tailoring más buscado de la temporada según Roksanda y Ferragamo; o en híbridos deportivos, como el que propone Lacoste con su monolegging y la silueta XXL de un abrigo saco.
Su tonalidad vino parece derramarse sobre la arruga griega que dibuja la prenda nocturna de este otoño. En manos de Thierry Mugler o Ermanno Scervino, el microvestido de piel afila su cintura al máximo, siempre combinado con accesorios en el mismo tono como botines o carteras. Lorenzo Serafini, en cambio, visualiza una segunda piel granate más apagada para dar forma a toda su colección otoñal en Philosophy, ya sea sobre el torso con tops de doble lazada, pantalones plisados, microcinturones o un pouch bajo el brazo.
Frente a la ubicuidad del monocolor hay varios juegos de colores que ganan presencia este OI 24. Por un lado, el contraste sugerente que establecen los tonos maquillaje y tierras frente a la profundidad del carmesí (Philosophy, Ermanno Scervino). Por otro, la arriesgada propuesta de prologar la línea oscura con el azul noche (Khaite, Victoria Beckham) o incluso no salirse de la misma gama rojiza con fucsias y magentas (Pierre Cardin) en un solo estilismo. ¿El secreto para ejecutarlo con maestría? No incluir más de dos colores en la fórmula y evitar los estampados a toda costa.
El fervor por el cuero que dicta la pasarela en todas sus formas posibles es también la clave para entender la tendencia granate. Su textura fría y maleable viaja unas décadas atrás para diseñar la prenda outdoor con más estilo del otoño, ya sea en forma de cazadoras ochenteras y abrigos con hombreras prominentes (Zimmermann, Thierry Mugler) hasta el gabán de hombros resbaladizos que Ann Demeulemeester toma prestado de la película Matrix (1999).
Pero la piel noble no es el único material que se tiñe de granate. Su lado más sensual se posa sobre prendas de alcoba que coquetean con tules y el encaje y prolongan la exaltación por la transparencia una temporada más cuando cae la noche. La casa florentina Ermanno Scervino, conocida en el mundo entero por su visión etérea de la mujer, ancla con maestría el color vino en toda su colección, entre piezas íntimas como el corsé y el culotte frente a infinitas bufandas de lana.
En materia de accesorios, las propuestas se disparan. De las carteras con piel de reptil que Bottega y Veneta convertirá en it bag esta temporada sí o sí, a multitud de bolsos de mano y shopping bags extremos. Las botas mosqueteras ganan la partida, seguidas por riding boots a ras del suelo, merceditas, mocasines de plataforma y pumps destalonados que no temen el frío. Siempre, en tonos granates.
A continuación, una selección de prendas y accesorios con la que secundar la tendencia este otoño invierno 2024.