¿Se puede hipnotizar de verdad a otra persona?
Esta es una técnica o un proceso que se basa en sugestiones, que al final están ligadas siempre a la autosugestión
Sí, se puede hipnotizar a una persona de verdad, pero hay muchos mitos acerca de lo que es la hipnosis. Yo estudié con un profesor (Antonio Capafons) que siempre decía: “Puedo hacer que hagas la gallina, con y sin hipnosis”. Con esto nos quería transmitir que la hipnosis es una técnica o un proceso que se basa en sugestiones, y esas sugestiones al final no dejan de estar ligadas siempre a una autosugestión, por lo que depende mucho de cuánto te resistas o de cuánto de certeza o de verdad le confieras ...
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Sí, se puede hipnotizar a una persona de verdad, pero hay muchos mitos acerca de lo que es la hipnosis. Yo estudié con un profesor (Antonio Capafons) que siempre decía: “Puedo hacer que hagas la gallina, con y sin hipnosis”. Con esto nos quería transmitir que la hipnosis es una técnica o un proceso que se basa en sugestiones, y esas sugestiones al final no dejan de estar ligadas siempre a una autosugestión, por lo que depende mucho de cuánto te resistas o de cuánto de certeza o de verdad le confieras a esa sugestión y a la persona que la da, para llegar al proceso hipnótico o no.
La hipnosis como método de tratamiento, combinada con otros tratamientos, se utiliza en muchos casos. El problema aquí es que no hay mucha certeza de su validez real. Contamos con estudios científicos publicados de casos en los que sí funciona pero no con los suficientes casos en los que no funciona. Esto no pasa solo con la hipnosis, pasa en la ciencia a nivel general. El campo en el que se ha visto que mejor actúa es como técnica para alivio o disminución del dolor, combinado con otros tratamientos. Se utiliza mucho para, por ejemplo, dejar de fumar, pero no podemos hablar de certezas, ya que no contamos con estudios suficientes que demuestren su eficacia.
La hipnosis es una técnica que puede dar buenos resultados cuando se combina con otras técnicas. Por ejemplo, en trastornos de alimentación, control de impulsos o en la percepción del dolor. Existen otras terapias de psicología de tercera generación, como por ejemplo el mindfulness, que también trabajan con sugestiones. En ellas, la base es la sugestión a través de la palabra, lo importante es el uso de la palabra, qué palabras y en qué momentos. El lenguaje, la palabra, se utiliza en muchas (por no decir la mayoría) de terapias psicológicas con muy buenos resultados.
En cuanto a quién puede ser hipnotizador, la formación que yo hice solo era para psicólogos y médicos. Pero también existen hipnotizadores que utilizan esta técnica como espectáculo y que no son profesionales de la salud. Lo único que debes tener claro es que si alguien te dice que es capaz de obligar a otra persona a hacer algo o dejar de hacerlo solo con hipnosis, debes desconfiar.
Luego están las llamadas regresiones -teniendo en cuenta que esto no es científico- que es como llaman los que lo practican al proceso que llevaría a una persona a conectar con sus vidas o experiencias pasadas. Esto no tiene nada de ciencia, y nos sirve para hablar de uno de los grandes problemas de la hipnosis y es que puedes inducir falsos recuerdos en una persona (sabiendo que también pueden inducirse falsos recuerdos sin hipnosis). Por eso es importante tener cuidado y ser consciente del tipo de sugestiones que se están provocando y del rol que uno ocupa como profesional.
Como decíamos al principio, lo que está totalmente relacionada la hipnosis es la autosugestión, o la autohipnosis. Es decir, al final, la hipnosis depende más del hipnotizado o hipnotizada que del hipnotizador. También por eso hay determinadas personas para las que no se recomienda la hipnosis. ¿Puedes potenciar que alguien entre en brote psicótico a través de sugestiones? Sí, puedes, y no solo con hipnosis, sino con cualquier técnica de sugestión o meditación guiada se pueden lograr malos resultados en determinados casos y con determinadas personas o momentos. Esto no depende solo de la hipnosis, que sí actuaría como desencadenante, sino de la situación mental de la persona hipnotizada. Y desde luego, se puede hacer también sin hipnosis.
Por todas estas razones no cualquier persona puede ser hipnotizada. La persona hipnotizada tiene que estar abierta a recibir sugestiones. El hipnotizador puede intentar convencerte, pero si tú tienes decidido muy firmemente que no vas a hacer caso a las sugestiones, no lo logrará.
Gema Fernández-Blanco Martín es psicóloga clínica y doctora en Creatividad Aplicada, profesora e investigadora en la intersección de psicología, arte y tecnología. Profesora en la Universidad de Ciencias Aplicadas (HU) de Utrecht (Países Bajos). Una de sus líneas de investigación está centrada en entornos virtuales e hipnosis.
Pregunta enviada vía email por María del Carmen Pásaro
Coordinación y redacción: Victoria Toro
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