Deporte

Mundos imaginarios para salir a correr motivado

La práctica del deporte resulta más atractiva cuando se entiende como un juego y la tecnología ayuda a crear los ambientes adecuados.

El siglo XXI ha sido definido en muchos ocasiones como la era del runner, ese espécimen que se calza las deportivas, los auriculares y la pulsera Fitbit y sale a correr mientras escucha música a través del móvil. Su constancia puede resultar la más sorprendente de sus virtudes, pero no nos engañemos: no está solo en el camino para lograr su objetivo.

Le acompañan las cada vez más populares aplicaciones deportivas, como Strava o My Fitness Pal, que registran nuest...

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El siglo XXI ha sido definido en muchos ocasiones como la era del runner, ese espécimen que se calza las deportivas, los auriculares y la pulsera Fitbit y sale a correr mientras escucha música a través del móvil. Su constancia puede resultar la más sorprendente de sus virtudes, pero no nos engañemos: no está solo en el camino para lograr su objetivo.

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Le acompañan las cada vez más populares aplicaciones deportivas, como Strava o My Fitness Pal, que registran nuestra alimentación, nuestros itinerarios, recopilan información sobre nuestro desempeño y nos motivan a competir contra nosotros mismos o nuestros amigos. Otras dan un paso más: la plataforma Wefitter recompensa tus avances corriendo con premios y descuentos en material deportivo, Seven condensa tus ejercicios diarios en siete minutos y QuickStart Fitness personaliza tu rutina deportiva en función del lugar en el que te encuentres y el material del que dispongas. Todo son facilidades para el corredor de nuestros días.

No obstante, muchos cejan en su empeño al poco tiempo de empezar por una evidente falta de motivación. Conscientes de este problema, algunas empresas han aprovechado la tecnología para construir escenarios imaginarios en los que sus usuarios disfruten de una experiencia deportiva diferente que les sirva de incentivo para no abandonar su propósito.

  • No corro por placer, sino por salvar mi vida

Es el caso de la aplicación Zombies, Run!, un juego de fitness en el que los corredores deben sobrevivir a un apocalipsis zombi encontrando suministros, rescatando supervivientes y defendiéndose de las amenazas externas mientras practican ejercicio. Para superar las 200 misiones que componen esta aventura, los usuarios solo necesitan dos cosas: sus auriculares y motivación para salir a correr. Aunque el propio juego ayuda a esto último.

“A muchas personas les resulta aburrido salir a correr, especialmente si son principiantes. Por este motivo tienden a escuchar música y podcasts: para hacerlo más emocionante y divertido”, opina Adrian Hon, CEO y fundador de Six to Start, la empresa de juegos que desarrolló esta experiencia en 2012, que ya cuenta con más de un millón de jugadores en todo el mundo.

No hay duda de que ponernos los auriculares mientras hacemos ejercicio trae añadida una distracción que puede hacer más amena la actividad física, pero el éxito de Zombies, Run! tiene más que ver con su apuesta por la gamificación. La inclusión de estrategias de juego en este ámbito aporta dinamismo, refuerza destrezas, fomenta la competencia y, como admite Hon, otorga a los corredores una finalidad más allá de lo puramente deportivo. “La historia que contamos hace que nuestros usuarios centren sus esfuerzos en correr para rescatar a los supervivientes y las persecuciones de zombis motivan a las personas a acelerar periódicamente”, defiende.

  • No es una bici, es un caballo volador

La gamificación puede tener un cariz más inmersivo de la mano de la realidad virtual. Este es el planteamiento sobre el que se sustenta VirZoom, una empresa que diseña experiencias para ciclistas por medio de esta tecnología. Mientras pedaleas en sus bicicletas estáticas, puedes ver el paisaje a lomos de un caballo alado, llegar el primero a la meta a bordo de un coche de Fórmula 1 o capturar bandidos en el lejano Oeste. La plataforma cuenta incluso con una versión multijugador con la que los mecanismos de competición solo se diferencian de los de cualquier videojuego en que, para ganar aquí, necesitas sudar de forma literal.

La compañía asegura que los deportistas que entrenan a través de VirZoom lo hacen una media de tres días por semana en sesiones de 38 minutos, mientras que apenas entrenarían la mitad en sesiones de 21 minutos utilizando una bicicleta estática tradicional. “La mayoría de los comentarios que se pueden encontrar en internet sobre el ejercicio en la realidad virtual provienen de dos fuentes: personas que lo aman y personas que aún no lo han probado”, sentencia la compañía a través de su blog. “Es mucho más fácil hacer ejercicio cuando sabes que no será aburrido y pisotear a un robot gigante supera las expectativas que generan el resto de bicicletas de ejercicio”.

  • Subiendo cuestas en el gimnasio

La empresa coreana Bitelli también dispone de una propuesta interesante en estos términos: ha desarrollado una máquina que no costaría imaginar en los gimnasios del futuro. Se trata de un sistema de rodillos que aprovecha conexiones neumáticas para que una bicicleta pueda sacar su máximo rendimiento sin desplazarse ni un metro. Una pantalla muestra al ciclista el punto del recorrido virtual en el que se encuentra. Cuando este llega a una pendiente, la máquina se inclina hacia delante o hacia atrás para simular el descenso o el ascenso que se está realizando.

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