Un acusado de yihadismo: “Todo esto es una película montada por un confidente”

La Audiencia Nacional repite el juicio contra dos supuestos miembros de un grupo de radicalización islámico

Madrid -
Los dos acusados, Abdelilah Chellaf e Icham Abdeselam, durante el juicio celebrado este martes.Emilio Naranjo (EFE)

Abdelilah Chellaf e Icham Abdeselam repiten que un "ajuste de cuentas" les ha llevado al banquillo de la Audiencia Nacional. Que ellos no saben nada de las imputaciones de la Fiscalía y de los agentes de la Guardia Civil, que los arrestaron en enero de 2017 en Ceuta por supuestamente liderar un grupo de radicalización islámico que hablaba de repetir en la ciudad autónoma los atentados de Paris. Un operativo en el que los investigadores intervinieron a ambos numerosos vídeos yihadistas y en el que encontraron...

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Abdelilah Chellaf e Icham Abdeselam repiten que un "ajuste de cuentas" les ha llevado al banquillo de la Audiencia Nacional. Que ellos no saben nada de las imputaciones de la Fiscalía y de los agentes de la Guardia Civil, que los arrestaron en enero de 2017 en Ceuta por supuestamente liderar un grupo de radicalización islámico que hablaba de repetir en la ciudad autónoma los atentados de Paris. Un operativo en el que los investigadores intervinieron a ambos numerosos vídeos yihadistas y en el que encontraron también dos machetes, un cuchillo de grandes dimensiones y un subfusil y cartuchos de nueve milímetros. Aun así, durante el juicio que ha arrancado este martes, los dos procesados han insistido en desvincularse de todo ello y han acusado a un confidente policial, clave en el caso: "Todo esto es una película montada por él".

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"El confidente es un delincuente. Yo también soy un delincuente, pero no un terrorista", se ha defendido Chellaf este martes, que ha afirmado que el testigo protegido pertenece a una banda de narcotraficantes con la que mantiene un largo enfrentamiento. Según él, miembros de ese grupo ya le dispararon en 2013 e intentaron acabar con su vida. "Esto es un ajuste de cuentas por el hachís", ha reiterado, antes de protestar por la veracidad que otorga la Guardia Civil al confidente: "Todo lo que él dice va a misa. Parece el hijo del Papa. Y lo que decimos nosotros no vale nada".

El testimonio de los dos acusados ha vuelto a escucharse así este martes en la Audiencia Nacional, donde ya fueron condenados en 2018 por estos hechos a 17 años de cárcel. Una sentencia que fue anulada el pasado 17 de junio por el Tribunal Supremo, que ordenó repetir el juicio al considerar que los magistrados no habían motivado lo suficiente por qué el testigo clave en la causa debía declarar sin conocerse su identidad, sin ser visto y con la voz distorsionada. Eso "limitó" al máximo el derecho defensa de los acusados, concluyó el alto tribunal, que también consideró que, al margen del testimonio de esa persona, "había muy pocas pruebas".

Según los investigadores, Chellaf y Abdeselam querían emular en la ciudad autónoma los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, cuando un escuadrón suicida del Estado Islámico asesinó a 130 personas durante una ola de seis ataques simultáneos al Estadio de Francia, la sala Bataclan, el restaurante Le Petit Cambodge, el local Belle Équipe, el bar Le Carillon y el Boulevard Fontaine.

La Fiscalía pide que, en este nuevo juicio, se condene a ambos a 20 años por pertenencia a organización terrorista y tenencia de armas de guerra. "Esto es lo que hay que hacer en Ceuta. Lo que han hecho en Francia. Vivan nuestros hermanos", aseguraron los sospechosos, según la investigación que ahora debe valorarse otra vez.

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