El único superviviente de una patera, clave para detener al organizador del viaje

La Policía detiene en Zaragoza a un hombre acusado del homicidio imprudente de 11 personas

El ciudadano senegalés detenido en Épila (Zaragoza) acusado de tráfico de personas y homicidio imprudente

Cuando la lancha de Salvamento Marítimo acudió a la llamada de auxilio solo encontró cuatro cadáveres flotando en las aguas del Estrecho y a un chaval senegalés de 20 años vivo enganchado a lo que parecían los restos de una embarcación neumática. Fue la madrugada del pasado 1 de abril y en la patera viajaban 12 personas. Aquel chico, el único superviviente, es hoy un testigo protegido de la Policía y su declaración ha permitido encontrar y detener por homicidio imprudente al organizador de ese viaje, un ciud...

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Cuando la lancha de Salvamento Marítimo acudió a la llamada de auxilio solo encontró cuatro cadáveres flotando en las aguas del Estrecho y a un chaval senegalés de 20 años vivo enganchado a lo que parecían los restos de una embarcación neumática. Fue la madrugada del pasado 1 de abril y en la patera viajaban 12 personas. Aquel chico, el único superviviente, es hoy un testigo protegido de la Policía y su declaración ha permitido encontrar y detener por homicidio imprudente al organizador de ese viaje, un ciudadano senegalés de 28 años que se escondía en Épila, un pueblo de Zaragoza.

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Las investigaciones policiales en materia migratoria están cambiando a marchas forzadas. Un grupo de agentes, que trabaja en coordinación con las autoridades marroquíes, analiza cada una de las llegadas de pateras a territorio español (1.200 en lo que va de año, el doble que el año pasado) y trata de localizar a la organización u organizaciones que están detrás de esas temerarias travesías. Así fue como dieron con Djiby, el organizador de la embarcación en la que murieron 11 de los 12 embarcados.

Conocían su nombre gracias al superviviente. Sabían que les había mantenido varios días esperando la salida de la embarcación en un piso patera de Tánger. Aquella noche del primero de abril les dio una embarcación, un pequeño motor, unas garrafas de gasolina y les dijo: "Allí están las luces", les señaló desde la playa, "id hacia allí y cuando se pare el motor llamad a este teléfono para que os rescaten". Es solo una parte de estremecedor relato que Mamadú (nombre ficticio del testigo protegido) hizo a los policías de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y que repitió posteriormente ante el juez. Muchos de los ahogados eran sus amigos. Y con algunos de ellos había sufrido ya el engaño de otras organizaciones mafiosas que operan en el norte de Marruecos.

Patera modalidad: "Último viaje"

Ni un solo instrumento de navegación, ni un cursillo acelerado. Nada. Ellos mismos tenían que cargar con la barca, inflarla, ponerle el motor, la gasolina y echarla al agua. Todos pagaron 500 euros por lo que llaman "último viaje", una travesía en la que las embarcaciones no están preparadas para llegar a tierra, sino solo para llegar hasta la mitad del trayecto. O son rescatados o mueren ahogados.   

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Los investigadores encontraron el perfil de Djiby en Facebook y comenzaron a rastrear todos los rostros grabados por las cámaras al llegar al puerto de Algeciras. Ahí estaba. "Llegó a España el 27 de julio en una patera, huyendo de las amenazas de los inmigrantes cuyo dinero se había quedado y de las de los jefes de otras mafias que operan en Marruecos y a quienes les estaba haciendo la competencia", cuentan los investigadores. 

Desde allí salió hacia Barcelona con un billete de autobús pagado por Cruz Roja y en la Ciudad Condal le recogió un conocido que le condujo hasta Épila, un pequeño municipio de Zaragoza. Allí estaba trabajando en el campo cuando el pasado 7 de septiembre fue detenido por los agentes de Extranjería acusado de homicidio imprudente de 11 compatriotas y de tráfico de seres humanos. Desde ese día permanece en prisión incondicional a la espera de que se celebre el juicio.

La colaboración de Mamadú fue clave para su localización, ya que el investigado le llamó para solicitarle la parte restante de la deuda adquirida por el viaje. La intervención de su teléfono condujo a los agentes hasta el lugar exacto en el que se encontraba oculto. Durante el registro de su vivienda, los agentes intervinieron su teléfono móvil, dispositivos de almacenamiento masivo de información y documentación, con el fin de encontrar más evidencias de su participación en el lanzamiento de esa y otras pateras.

A Mamadú, que sigue acudiendo a declarar cada vez que se lo solicitan, le han facilitado un permiso de residencia temporal en España. Sigue tutelado por los agentes de Extranjería, que mantienen esta investigación abierta y no descartan nuevas detenciones junto a la policía marroquí:  "Estamos tratando de mantener una colaboración permanente y coordinada con Marruecos porque tenemos mucha información de allí".

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