La creatividad africana se da cita en la Bienal de Arte Africano Contemporáneo de Dakar
La cita cultural regresa tras el parón obligado de la covid-19 con 59 artistas en la sección oficial y 450 propuestas en el festival ‘off’
Mamadou Boy Diallo se afana estos días con botes de pintura, tablones y artilugios varios. Está preparando un pequeño cayuco con frases alusivas al fenómeno migratorio con la idea de montarlo en un carrito y pasearlo por las calles del barrio de Medina, en la capital senegalesa. Como él, cientos de artistas ultiman sus obras para la Bienal de Arte Africano Contemporáneo de Dakar, que se inauguró este viernes y que vuelve con su habitual empuje tras el parón obligado de 2020 por la covid-19. El antiguo Palacio de Justicia acogerá las propuestas de los 59 creadores de la sección oficial, pero decenas de centros culturales, galerías, restaurantes y locales de esta dinámica ciudad se visten de largo para acoger las propuestas de 450 artistas en el llamado festival off. Toda una explosión de creatividad.
Bajo el lema Ndaffa, que en serer, una de las lenguas de Senegal, significa “forjar” o “fraguar” pero también “inventar”, los 59 participantes en la sección oficial proceden de todo el continente africano, pero también de la diáspora: 14 de África occidental, 12 de la región austral, seis del Magreb y seis también de África central y oriental, así como un artista de Seychelles. Finalmente, 19 artistas venidos de países como Cuba, Francia o Estados Unidos representan la afro descendencia. Sus obras llenarán las ajadas salas del antiguo Palacio de Justicia, un edificio cuyo estado ruinoso y enormes salas vacías es un valor añadido para dar rienda suelta a la imaginación.
Del street-art del marfileño Saint-Etienne Yeanzi a las esculturas confeccionadas con cartuchos y casquillos de bala del congoleño Freddy Tsimba, pasando por los alborotados retratos del beninés Elon-M Tossou o por la poesía de los cortometrajes de la mozambiqueña Lara Sousa. La panoplia de posibilidades es enorme, todas ellas bajo el marco de proponer caminos ante los desafíos a los que se enfrenta África hoy en día, exacerbados tras la covid-19.
“La narrativa de la pandemia ha planteado múltiples interrogantes sobre el respeto por la naturaleza y la autonomía de las sociedades africanas. La crisis ha sido el contexto de un activismo social y artístico, tanto en términos de la necesidad de dar a luz un nuevo mundo para resolver el desequilibrio, como la necesidad de sanar la psique de una humanidad que el racismo no ha dejado de asolar, tras el asesinato público de George Floyd”, aseguran los organizadores. No es que el coronavirus sea el tema central de la Bienal, que ya estaba decidido para la edición de 2020 y ahora se renueva, sino que la pandemia ha venido a intensificar estas contradicciones. “El tema elegido nos invita a reinventar nuestros modelos y la pandemia ha hecho que este enfoque sea imperioso y urgente la necesidad de pensar en ello”.
Más allá de la sección oficial, la Bienal de Dakar es sobre todo el arte en la calle y las galerías privadas. Durante un mes será difícil escapar a la tentación de acudir a inauguraciones y de visitar los cientos de instalaciones y propuestas que surgen por toda la ciudad. Mientras los jardines de la residencia de Francia se han poblado con la exposición arbórea del mauritano Oumar Ball y el senegalés Aliou Diack, la galería Artedakar mostrará en sus paredes los coloristas retratos de la keniana Evans Mbugua. Pero Dak’Art 2022 no se resigna a quedarse en la capital y las manifestaciones artísticas también tendrán su espacio en las regiones de Senegal, desde la sureña Ziguinchor hasta la vetusta Saint Louis.
España también aporta su granito de arena al off de la Bienal. Entre otras iniciativas, Cultura Dakar, la sección cultural de la Embajada propone tres proyectos visuales en los que participan artistas españoles y senegaleses. El primer proyecto se desarrollará en la nueva sede del Instituto Cervantes de Dakar y pretende mostrar el talento de siete fotógrafos españoles de origen africano, Agnes Essonti, Sol Bela Mele, Rubén H. Bermúdez, Megane Mercury, Sergio Aparicio Okobé, Heidi Ramírez y Dilayla Romeo. La muestra está comisariada por Ángela Rodríguez Perea, e incluye textos de la comisaria independiente Yadira de Armas Rodríguez y la periodista Lucía Mbomío.
También en el Instituto Cervantes, el conocido colectivo de arte urbano español Boa Mistura hará una pintura mural en el propio centro, mientras que la última iniciativa será Transversia, impulsada por la fundación Ankaria. Consiste en una exposición grupal en el Museo Boribana de Dakar y la galería Siki, en Saint Louis, con obras de los españoles Avelino Sala, Paula Anta, Julio García Falagán, Arturo Comas, Chus García Fraile, Dea Gómez y Diego Omil. Entre los africanos, Abdoulaye Armine Kane, Fally Sene Sow, Caroline Gueye, Ibrahim Niang –conocido como Piniang–, Khadidiatou Sembène, Henri Jean Rodolphe Sagna y Khadim Gueye.