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Sudán del Sur afronta las peores inundaciones en 60 años con cientos de miles de desplazados

El país africano es un microcosmos de los efectos de la emergencia climática. El periodo de lluvias se extiende entre agosto y diciembre y ha provocado que 240.000 personas hayan tenido que abandonar sus hogares, según la ONU

Sudán del Sur, uno de los 10 países más vulnerables al calentamiento del planeta en África, es un microcosmos de los efectos del cambio climático. Con un periodo de lluvias que se extiende desde agosto a diciembre, las inundaciones afectan cada año a entre 750.000 y más de un millón de personas, obligando a la mitad de ellas a abandonar su tierra natal para refugiarse en terrenos más elevados, según Unicef. Las inundaciones de este año son de tal intensidad que los expertos vaticinan que podrían convertirse en las peores de los últimos 60 años. Solo hasta el 10 de octubre, 893.000 personas se han visto ya afectadas, de las que 241.000 han tenido que abandonar sus hogares, según acaba de informar la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). En la imagen, una casa inundada en Bor, capital del Estado de Jonglei, en el centro de Sudán del Sur, a finales de septiembre. Su situación geográfica, a orillas del Nilo Blanco y rodeada por sus afluentes, y su paisaje arcilloso la convierten en la región del país más propensa a las inundaciones.Kang-Chun Cheng
Desde la firma del acuerdo de paz en septiembre de 2018 que puso fin a la guerra civil de Sudán del Sur, en la que murieron unas 400.000 personas, no se han celebrado en el país elecciones libres. En 2020, un acuerdo entre los dos bandos enfrentados permitió la creación de un Gobierno de unidad nacional. A finales de septiembre, prorrogó su periodo transitorio otros 24 meses, lo que implica un nuevo retraso en la celebración de elecciones de un país sumido en una intensa crisis humanitaria, migratoria y de seguridad. Vista aérea tomada a finales de septiembre del Estado de Jonglei, una de las zonas más propensas a las inundaciones de Sudán del Sur.Kang-Chun Cheng
Sudán del Sur acoge a unos 330.000 refugiados y solicitantes de asilo, principalmente de Sudán, y tiene aproximadamente dos millones de desplazados internos (su población total es de unos 12 millones) debido al conflicto, la inseguridad y el impacto del cambio climático, según Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados. En la imagen, dos hombres caminan por un campo anegado en la aldea de Anyidi, en el Estado de Jonglei, a finales de septiembre. Las inundaciones comenzaron en el lugar en agosto y podrían extenderse hasta diciembre.Kang-Chun Cheng
La inundación de escuelas, viviendas, instalaciones sanitarias y fuentes de agua afecta al acceso a los servicios básicos y a los medios de subsistencia. Por ejemplo, en noviembre de 2021, solo en el Estado de Unity, la subida del agua dañó más de 100 escuelas, lo que afectó al acceso a la educación de más de 60.000 estudiantes, de acuerdo con los datos de Unicef. En la imagen, una escuela primaria en la aldea de Tong, en Baidit, abandonada desde 2020 como consecuencia de las inundaciones de aquel año.KC CHENG (Kang-Chun Cheng)
Desde 2020, el periodo de lluvias en Sudán del Sur es más intenso. En la imagen, casas de la aldea de Kolynang mientras una tormenta se aproxima.Kang-Chun Cheng
Jóvenes armados caminan por un campo inundado en la aldea de Anyidi a finales de septiembre.KC CHENG (Kang-Chun Cheng)
Efectos de las inundaciones en el pueblo de Malualkchot a mediados de septiembre.KC CHENG (Kang-Chun Cheng)
Una mujer posa en la aldea de Panpandiar, frente a un puesto donde solía comprar alimentos. Los dueños del establecimiento se han visto obligados a cerrarlo como consecuencia de las inundaciones.Kang-Chun Cheng
Al menos una de cada seis personas de Sudán del Sur sufre alguna discapacidad, según Light for the World, una ONG que defiende los derechos de los discapacitados, uno de los colectivos más vulnerables a los embates del clima. En la fotografía, Majok John, de 40 años, responsable de inclusión de Light for the World, visita a Mach Garang, de 35 años. La organización le entregó un triciclo para facilitarle la movilidad y la evacuación en caso de peligro por inundaciones.Kang-Chun Cheng
Ayen Chol Arem, de 40 años, sostiene a su hijo menor en la aldea de Panpandiar, en el Estado de Jonglei. Su hijo mayor contrajo meningitis de bebé y sufre una grave discapacidad, una hija nació con un pie zambo y otro hijo se rompió el fémur en una pelea y nunca recibió el tratamiento adecuado, lo que le ha causado problemas en su movilidad. “Por desgracia, no es infrecuente ver múltiples discapacidades debilitantes en un mismo hogar”, dice Daniel Anyang, jefe de equipo de Light for the World, quien subraya la vulnerabilidad de esta familia ante las inundaciones que afronta Sudán del Sur.Kang-Chun Cheng
Habitantes de la aldea de Akuai Deng, en Jonglei, cargan pescado seco para venderlo en el mercado local a finales de septiembre. Las inundaciones que se prevé que se extiendan hasta diciembre ponen en peligro su medio de subsistencia.Kang-Chun Cheng