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El viaje de cuatro migrantes hacia una vida en Andalucía

Saliou, Reda, Medhi y Yassine son algunos de los muchos que llegaron a Tenerife en 2020 desde África. El fotoperiodista Djamal Benmokhtar les acompañó en su recorrido hasta la Península y en sus primeros momentos en el sur de España. Esta es una selección de su trabajo que se expondrá en el Cabildo de Gran Canaria desde el 25 de abril hasta el 16 de mayo en colaboración con la ONG ‘Médicos del Mundo’

27 de marzo de 2021. Larbi (27, Marruecos), Saliou (31, Senegal), Youcef (28, Marruecos) y Sulemann (48, Senegal) hacen ejercicio en el bosque cerca del campamento de migrantes de Las Raíces, en Santa Cruz de Tenerife, gestionado por la ONG española Accem, que está subvencionada en un 80% por el Estado. Todos ellos llegaron a la isla en 2020, en busca de una vida más próspera de la que tenían en sus países de origen. ¿Cómo fue su vida a partir de entonces? Djamal Benmokhtar
27 de marzo de 2021. De izquierda a derecha están, por detrás, Youcef, Moussa y Abderaman. Sentados, Mohamed y Papa Ndjouga. Saliou en la esquina derecha, de pie. Todos ellos se encuentran frente al campamento para migrantes Las Raíces, esperando la llegada de un abogado que les informe sobre cómo salir de la isla y viajar a la Península. Este lugar ha estado superpoblado durante años debido al aumento de llegadas masivas de migrantes. La espera para poder viajar a la Península es larga. Un abogado de la ONG Accem se encarga del papeleo y, normalmente, este proceso lleva semanas, pero durante la pandemia de covid, se prolongaba durante meses. Las condiciones de vida aquí son precarias, pues viven en chozas temporales que han construido con plástico y madera. La mayoría de los migrantes que llegan a Canarias son de Senegal y Marruecos. Para algunos es una gran decepción darse cuenta de que Madrid y Barcelona quedan lejos. Cuando entienden que aún queda un paso más por recorrer (volar a la Península), surge el estrés y la frustración. Algunos caen en una gran depresión, y más aún durante el confinamiento por la covid, cuando era imposible salir del campo. Por eso llaman a Madrid "la España grande", y a Canarias “la España pequeña”.Djamal Benmokhtar
1 de abril de 2021. Parte de la ropa de Saliou se seca al sol, colgada de una tienda de campaña situada en Las Raíces (Santa Cruz de Tenerife), un antiguo campamento militar de los setenta donde se acogen y esperan los migrantes que llegan a cualquiera de las ocho islas del archipiélago antes de viajar a la Península. Djamal Benmokhtar
3 de septiembre de 2021. Saliou es vendedor de pulseras en la playa de Torremolinos (Málaga). Este municipio se encuentra en el corazón de la Costa del Sol, donde muchos turistas ingleses pasan sus vacaciones. Las ancianas ya lo conocen porque intenta hablar inglés y castellano mezclando el wolof y el francés. Esta mañana se levantó más tarde de lo habitual, tras acostarse a medianoche. Ayer era viernes, la gente sale más de noche y él vende más. Normalmente, vende en la playa de 11 a tres de la tarde, cuando empieza a hacer demasiado calor y la gente se va a comer. Entonces, Saliou se marcha a descansar a la casa cerca del arenal en la que vive, propiedad de otro senegalés llegado en los años noventa. Abdulrahman (nombre falso) llegó en avión y rápidamente obtuvo su estatus de residente. Actualmente vive entre Málaga y Dakar. Saliou comparte esta vivienda con otros siete compañeros y están muy bien organizados: cocinan y se encargan de la limpieza por turnos. Algunos llevan aquí más de cinco años y carecen todavía de papeles. Saliou dormirá una siesta y luego volverá al paseo marítimo para montar su puesto desde las seis de la tarde hasta las 11 o hasta medianoche, “dependiendo de las ventas”.Djamal Benmokhtar
8 de septiembre de 2021. Yassine vive en una cabaña de tres metros cuadrados en San Isidro de Níjar (Almería). El nombre de sus padres y el de su hija están pintados en la pared, junto al juguete que le ha comprado para cuando vuelva a ver a la niña. No lo hace desde 2020. Solo se han podido comunicar a través de WhatsApp.Djamal Benmokhtar
9 de septiembre de 2021. Medhi suele ir solo a este pantano de Almería. Está a dos horas de su precaria vivienda en el 'mar de plástico', como se conoce a los invernaderos. “Aquí hay paz y es más hermoso que donde vivo”, dice. Está solo, nada y disfruta de la vista. Ha pasado un año desde que fue detenido por la policía y estuvo a punto de ser deportado a Marruecos. El abogado que defendía su caso le dijo que no fue expulsado gracias a que su madre y su hermano (menor en un centro de Barcelona) están documentados.Djamal Benmokhtar
20 de noviembre de 2021. El mar de plástico de Almería es tan grande que la mancha blanca se puede ver en imágenes de satélite. Abarca casi 30.000 hectáreas, al igual que la ciudad de Madrid y su periferia. Aquí, entre cientos de invernaderos para diferentes hortalizas, conviven diferentes comunidades del Magreb y África subsahariana. En medio está el "cortijo" de Medhi y Reda, como se refieren irónicamente al sitio de miseria en el que viven. Algunos de estos entornos ilegales en los que residen existen desde hace 15 años. El cortijo fue destruido en febrero de 2022 porque estaba justo al lado de la carretera que lleva al Cabo de Gata, uno de los principales puntos turísticos de la región. Incluso documentados y con un trabajo estable, algunos prefieren quedarse aquí porque es más barato que alquilar un apartamento. Otros de los migrantes con estatus legal poseen un automóvil que protegen en garajes de plástico y madera. Djamal Benmokhtar
31 de marzo de 2022. Reda está esperando un tren en la estación de Oporto que le llevará a su primer trabajo reformando una casa. En este trabajo ha coincidido con brasileños que, como él, no tienen papeles.Djamal Benmokhtar
8 de septiembre de 2022. Reda acaba de regresar a Almería desde Hagen (Alemania). Se aloja en una vieja caravana abandonada, cerca de la casa de Yassine. Le envía mensajes de texto a Yasmine, su esposa, a la que conoció en Oporto (Portugal). Se enamoraron, se casaron y se mudaron juntos a Alemania, donde ella vivía. Pero desde hace dos semanas, la relación no pasa por su mejor momento. A Reda le fue imposible encontrar trabajo por estar indocumentado y ha regresado a Almería. Él ha invitado a su esposa a visitar, pero ha estado buscando un buen hotel porque no quiere que duerma en la vieja caravana.Djamal Benmokhtar
9 de septiembre de 2022. En Almería, Reda y Medhi, después de mucho tiempo separados, se reencuentran en algún lugar cercano a los invernaderos. Reda le cuenta que ha estado trabajando en Oporto y que, en solo dos semanas, ya tenía número de seguridad social y estaba trabajando en la construcción. Reda le dice a Medhi que las condiciones de vida allí son mucho mejores que en España: "Es más bonito que Almería y la gente no es racista”. Según su relato, el Gobierno portugués facilita la vida a los migrantes. Djamal Benmokhtar
15 de febrero de 2023. San Isidro De Níjar (Almería), en el "cortijo" de Medhi. De izquierda a derecha, Ramza, un amigo del mismo barrio de Reda (Boujad, Marruecos), Reda, Mohamed y Medhi, que prepara algo de ropa para lavar en una lavandería regentada por la ONG local Almería Acoge. Mientras tanto, esperan la llamada del “jefe” para ir a trabajar. Las últimas dos semanas hacía demasiado frío para que las verduras maduraran, por lo que no podían recogerlas. Hablan y ven a sus madres por los móviles. Ramza y Mohamed nadaron desde el puerto de Beni Ansar (Marruecos) hasta Melilla. Mohamed perdió a su hermano, en noviembre de 2022, cuando cruzaba el Océano Atlántico.Djamal Benmokhtar
14 de febrero de 2023. San isidro de Nijar (Almería). Reda, Hamza y Mohammed juegan con una aplicación de móvil durante la noche. Medhi no participa. Está triste porque Reda se marcha en una semana. Djamal Benmokhtar
14 de febrero de 2023. Almería,. En casa, Medhi está organizando sus documentos para tramitar su permiso de residencia.Djamal Benmokhtar
13 de noviembre de 2023. Benalmádena (Málaga). Saliou aprovecha que hay poco turismo en estas fechas para ir al gimnasio. Las ventas de sus bolsos no son muy buenas porque de noviembre a abril no hay tanto turista en Málaga, con más frío y días más cortos. Así que entrena para mantenerse en forma. Saliou sabe que el ejercicio físico es vital para una buena salud mental. Fue jugador de fútbol en Senegal, antes de lesionarse y convertirse en pescador.Djamal Benmokhtar