En Níger, el debate político se apodera de las redes
Antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se celebra este domingo 21 de febrero, los programas de los dos candidatos han sido diseccionados por expertos y debatidos a través de Twitter
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Este domingo 21 de febrero las urnas desvelarán la incógnita con relación al próximo presidente de Níger y pondrán el punto final a unas elecciones marcadas por las excepcionalidades, incluso más allá de la época pandémica en la que se han celebrado. Durante las últimas semanas, las redes sociales han sido el escenario de un animado debate con el que usuarios de las plataformas digitales y activistas pro democracia han pretendido extender al espacio virtual una discusión política constructiva. En medio de esta voluntad se sitúa una iniciativa, Takara2021 que, además de promover intercambios planificados sobre algunos temas de interés, ha animado un espacio de conversación más espontáneo a través de la etiqueta #Takara2021, una palabra que en hausa significa competición. “Las elecciones son en sí mismas una competición”, justifica Tamimoudari Noma, uno de los impulsores de la campaña.
Estos comicios se producen en un contexto plagado de matices. Por un lado, destaca un importante movimiento sin precedentes. Mahamadou Issoufou, el presidente durante la última década, ha decidido no volver a ser candidato, respetando la norma constitucional que establece un límite de dos mandatos al frente del país. Si no hay contratiempos, las elecciones podrían constituir el primer relevo del poder democrático y pacífico. Issoufou ha visto su presidencia revestida de un halo de apertura y respeto de las reglas del juego, con dos mandatos marcados por una relativa calma y una reducción de la tensión con las comunidades tuareg del norte. Sin embargo, en ese balance a menudo pasan desapercibidos algunos episodios de sombra, como los controvertidos problemas con la justicia de Hama Amadou, las detenciones de activistas y defensores de derechos humanos, los arrestos de periodistas y las medidas de control del espacio digital y de las telecomunicaciones.
“La radiografía que nosotros tenemos es la siguiente: es cierto que el presidente Issoufou se marcha después de haber hecho muchos avances en infraestructuras, pero deja una cuenta pendiente en la lucha contra la impunidad que se ha mantenido durante sus mandatos. Hace tiempo que se denuncian desvíos de fondos en el Ministerio de Defensa, por ejemplo”, señala Tamimoudari Noma, un activista digital nigerino que se encuentra entre los impulsores de Takara2021, un proyecto empeñado en promover la participación de la ciudadanía en el proceso electoral. “La retirada del presidente Issoufou es un hecho sin precedentes, sin duda. Pero tampoco podemos perder de vista que es una obligación constitucional. El nivel de exigencia se ha ido reduciendo tanto en el pasado que la normalidad parece una proeza”, advierte Noma.
El próximo domingo, los y las nigerinas podrán escoger entre la papeleta de Mohamed Bazoum y la de Mahamane Ousmane, ambos veteranos y experimentados hombres de la política del país. Bazoum es el candidato del partido que se encuentra en el poder, uno de los colaboradores más estrechos del presidente saliente y uno de los pesos pesados de su nómina de ministros, incluida su responsabilidad al frente del Ministerio de Interior en algunos de los momentos más duros para las organizaciones de la sociedad civil. Es decir, Bazoum representa la figura del candidato de continuidad. Mientras, Ousmane se ha erigido como el baluarte de la oposición después de ser el segundo aspirante más votado en la primera vuelta y de que algunos líderes políticos consagrados le hayan asegurado su apoyo en este asalto final. Ousmane ya estuvo a la cabeza del país a partir de 1993. De hecho, se le considera el primer presidente elegido democráticamente, tras la llegada del multipartidismo. Su mandato, sin embargo, fue abruptamente interrumpido por un golpe de Estado en 1996. A pesar de la considerable diferencia de votos en la primera vuelta entre Bazoum (39,30%) y Ousmane (16,98%), la última palabra no está todavía dicha. No en vano, el candidato opositor también quedó en segundo lugar en la primera vuelta de las elecciones que acabaron llevándole al sillón presidencial hace 28 años.
Llama la atención una iniciativa digital como Takara2021 en un país el acceso a Internet llega solo al 13,6% de la población
Cuando se supieron los nombres de los dos aspirantes que se enfrentarían en la segunda ronda de las elecciones presidenciales fue cuando se activó definitivamente la iniciativa de Takara2021. A través de un perfil de Twitter, un grupo de activistas digitales ha querido animar el debate político y conducirlo hacia la confrontación de propuestas y medidas para evitar otros discursos que pueden desviar la atención de los electores. Durante las últimas semanas, a través de conversaciones en esta red social han diseccionado públicamente y de la mano de expertos los programas de los dos candidatos según las temáticas que consideraban fundamentales. Han analizado las propuestas en economía, educación, energía, salud, turismo, promoción del sector privado, desarrollo digital, gobernanza, seguridad, promoción femenina y defensa de la infancia.
Tanimoune Ibrahim, Oumou Kane y Tamimoudari Noma, los tres activistas y expertos usuarios de plataformas digitales, se han encargado de diseñar la estrategia y de gestionar las actividades. “Pero junto a nosotros estás toda la tuitosfera 227 (forma de referirse a la comunidad de tuiteros en Níger, por el código telefónico del país) que se ha implicado en las discusiones que se han ido generando”, matiza Noma. Él mismo explica sus pretensiones a la hora de la lanzar la acción: “El objetivo era analizar los programas de los dos aspirantes, punto por punto, junto a usuarios con especial influencia y con una neutralidad demostrada, para que la comunidad de Twitter del país pueda comprenderlos mejor. Se trata de intentar que las y los nigerinos dejen de votar por la afinidad regional o étnica a los candidatos”.
El objetivo era analizar los programas de los dos aspirantes, punto por punto, para que la comunidad de Twitter del país pueda comprenderlos mejorTamimoudari Noma, activista y creador de la iniciativa #Takara2021
En resumen, la idea que se repite una y otra vez es la mejora de la gobernanza, del ejercicio de la democracia por parte de la ciudadanía, precisamente en un momento en el que hay luces y considerables espacios de sombra. “A pesar de los discursos más habituales”, advierte Noma, “la gobernanza en Níger se ha colocado frente a una dura prueba, como demuestra el retroceso de nuestro país en índices de libertad de expresión y de percepción de la corrupción”. Para este activista es fundamental lo que ocurre en el ámbito digital: “Sin ir más lejos, el compromiso ciudadano está obstaculizado por prohibiciones de manifestación, o por leyes controvertidas sobre cíber delito e intervención de comunicaciones digitales, que tienen como objetivo amordazar a las voces discordantes que solo pueden expresarse en las redes”.
Llama la atención una iniciativa digital como Takara2021 en un país con el perfil tecnológico de Níger. El último informe Digital 2021, que elaboran We Are Social y Hootsuite, desvela que, en enero de 2021, en Níger había 3,36 millones de personas con acceso a Internet, lo que significa un 13,6% de la población. Pero es que hace solo tres años, en enero de 2018, la cifra de internautas nigerinos no llegaba al millón, es decir, un 4% de los habitantes del país, así que en estos tres años se ha cuadruplicado el número de nigerinos que navegan en la red.
Para los impulsores de Takara2021 hay que echar mano de todas las herramientas disponibles para mejorar la gobernanza. “Sabemos que Twitter no es excesivamente popular”, comenta Noma, “pero contamos con que se produzca un efecto espejo y que los debates se trasladen y se compartan en otras plataformas como Facebook. Lo más importante para nosotros era elegir bien a los moderadores: personas con prestigio y con una experiencia demostrada en los diferentes para ayudar a los ciudadanos a arrojar luz sobre la decisión que tienen que tomar”. De hecho, la respuesta ha sido mejor de la esperada y ha llevado a este grupo de activistas a tomar una decisión no prevista sobre la continuidad del proyecto. “A los gobernantes no les ha gustado demasiado”, bromea Noma, “pero los ciudadanos nos están pidiendo que continuemos, así que hemos decidido que la cuenta se convertirá en un observatorio ciudadano de las promesas que haya hecho el candidato que gane las elecciones”.
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