La Eurocámara muestra su hartazgo ante la proliferación de escándalos en paraísos fiscales

Casi todos los grupos parlamentarios exigen a los Gobiernos que actúen contra la evasión

El comisario europeo, Paolo Gentiloni, se dirige a la cámara durante el debate sobre los 'Papeles de Pandora'.Jean-Francois BADIAS (AP)

Vergüenza. Hartazgo. Cansancio. Escándalo. Estas duras palabras y otras similares han aparecido una y otra vez en el debate que ha mantenido el Parlamento Europeo sobre los Papeles de Pandora. Con ellas los eurodiputados no estaban reprochándose nada entre ellos; lo que han hecho, casi de forma unánime, ha sido expresar un estado de ánimo tras revelarse el último caso desvelado por la prensa sobre cómo se utilizan los paraísos fiscales.

“Comparezco profundamente avergonzado. Llevamos años con debates como este, pero...

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Vergüenza. Hartazgo. Cansancio. Escándalo. Estas duras palabras y otras similares han aparecido una y otra vez en el debate que ha mantenido el Parlamento Europeo sobre los Papeles de Pandora. Con ellas los eurodiputados no estaban reprochándose nada entre ellos; lo que han hecho, casi de forma unánime, ha sido expresar un estado de ánimo tras revelarse el último caso desvelado por la prensa sobre cómo se utilizan los paraísos fiscales.

“Comparezco profundamente avergonzado. Llevamos años con debates como este, pero no somos capaces de evitarlo”, ha señalado el socialista Jonás Fernández en una de las primeras intervenciones. En el grupo de los liberales, la primera intervención ha corrido a cargo de Luis Garicano, quien ha comenzado enumerando la lista de escándalos: “Hoy [por el martes] son los Papeles de Pandora, otros días los Papeles de Panamá, los Luxleaks o la lista Falciani… son las mismas personas cometiendo los mismos crímenes una y otra vez”.

“No cuento los escándalos que he seguido (Pandora, Panama…). La lista es inmensa y me siento furiosa”, ha remachado Manon Aubry, parlamentaria de La Izquierda. Uno tras otro, los parlamentarios de prácticamente todos los grupos políticos (y de los grandes sin excepción) que han subido al estrado mostraban su frustración por lo que se ha conocido en la reciente publicación de los Papeles de Pandora. Varios incluso han aplaudido el papel de los periodistas de investigación “por hacer su trabajo” y lo contraponían al rol que juega la Comisión Europea y, sobre todo, los gobiernos y el Consejo de la Unión Europea.

También en esto último ha habido unanimidad. Los ataques al Consejo por la lista negra de paraísos fiscales divulgada ayer han concitado consenso. “Dónde está la credibilidad de la lista cuando ignora a jurisdicciones como Seychelles. Cuándo y cómo hacerlo, hoy decidimos. Nuestras posiciones están claras. Pero son los Estados miembros los que tienen poder de decisión”, ha aclarado la popular portuguesa Lídia Pereira, quien ha abierto el fuego en el debate.

Ha dolido especialmente en la Eurocámara que la lista se haya dado a conocer dos días después de que se divulgaran los Papeles de Pandora. “Es lamentable que el Consejo no lo haya retrasado unos días. Esa lista hay que reformarla”, ha añadido Ernest Urtasun, de Los Verdes.

La Comisión, abierta a revisar los criterios de la ‘lista negra’

La crítica al Consejo que subyace es que en muchas ocasiones no son los criterios técnicos y fiscales los que prevalecen en las negociaciones entre los Estados miembros para revisarla cada seis meses. También entran en juego intereses políticos y diplomáticos. Lamentan los eurodiputados que en la lista gris —otra en la que se vigila a países que no están en la negra— haya países miembros como Malta o que en esas negociaciones esté el primer ministro checo, Andrej Babiš, que recurrió a sociedades opacas en paraísos fiscales para comprar mansiones de lujo en la Riviera francesa, según figura en los Papeles de Pandora. “Hay que acabar con el derecho de veto del Consejo. Hoy está uno de los protagonistas [de este escándalo]. Falta voluntad política en el Consejo para que tengamos una verdadera lista negra con consecuencias”, ha atacado el socialista portugués Pedro Marques. El político checo se ha convertido en la diana de varios eurodiputados, junto al ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, cuyo nombre aparece salpicado en el escándalo.

Además de los ataques y las críticas, ha aparecido alguna propuesta. “¿Por qué no lanza la Comisión un procedimiento de infracción? Nuestra respuesta debe estar a la altura del escándalo”, se preguntaba la parlamentaria verde Saskia Bricmont. Por su parte, Monika Hohlmeier, del Partido Popular Europeo, ha reclamado recursos en la lucha contra la evasión y el blanqueo de capitales para las agencias antifraude y Europol.

Ante la lluvia de críticas, el representante del Consejo, el ministro esloveno de Asuntos Exteriores, Anze Logar, ha defendido que los tres países que salieron de la lista negra (Seychelles, Dominica y Anguilla) “tomaron medidas suficientes”. Por su parte, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha sido más receptivo: “En los últimos años hemos avanzado en la legislación. Estos días podríamos hablar aún más. Podríamos alcanzar un acuerdo global importante. Pero nos quedamos cortos en la aplicación y la rapidez. En esta lucha entre ellos [los evasores] y nosotros esta cuestión de la velocidad es importante”. El italiano, como ya hiciera el pasado lunes, se ha mostrado abierto a revisar los criterios de inclusión de países en la lista de paraísos fiscales.

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