Wagner, los Beatles y el mundo
Si actuamos unidos, podemos convertir los desafíos globales en oportunidades para construir un futuro más justo y seguro para españoles y británicos
¿Qué tienen en común el maestro alemán de la ópera y la banda británica de pop más famosa de todos los tiempos?
Hace unos meses, estaba en el Auditorio Nacional cantando una parte de la ópera de Wagner Los maestros cantores de Núremberg —participar en el coro Talía es mi principal afición en mi tiempo libre—. En ella, un coro de ciudadanos de dicha ciudad alemana canta “Wach auf!” (“¡Despierta!”), y me pareció un gran mensaje para la situación global actual.
Y es que tenemos que despertar, porque el mundo es totalmente distinto del que conocí cuando entré en el se...
¿Qué tienen en común el maestro alemán de la ópera y la banda británica de pop más famosa de todos los tiempos?
Hace unos meses, estaba en el Auditorio Nacional cantando una parte de la ópera de Wagner Los maestros cantores de Núremberg —participar en el coro Talía es mi principal afición en mi tiempo libre—. En ella, un coro de ciudadanos de dicha ciudad alemana canta “Wach auf!” (“¡Despierta!”), y me pareció un gran mensaje para la situación global actual.
Y es que tenemos que despertar, porque el mundo es totalmente distinto del que conocí cuando entré en el servicio diplomático británico. Para empezar, hay una guerra en suelo europeo porque Putin decidió enviar su ejército a invadir a uno de sus vecinos, en una amenaza directa a la seguridad de nuestro continente. Quiero aprovechar para rendir homenaje al pueblo ucranio, que hace casi cuatro años que resiste esta invasión bárbara.
El presidente de Estados Unidos ha dejado claro su firme propósito de centrarse en los intereses estratégicos y económicos de su país. El poder económico global se ha transformado. En 2004, la UE suponía el 21% del PIB mundial, y China, el 5%. Veinte años después, la UE está en el 17,4% mientras que China llega casi al 20%. Es la segunda mayor economía mundial y sus fuerzas armadas son las más grandes. Con China tenemos que dialogar en cuestiones como el cambio climático, la salud o la investigación científica, pero también confrontar allí donde suponga una amenaza para la seguridad, como en el apoyo a la invasión rusa de Ucrania. El mundo de hoy es multipolar, con un auge en el uso estratégico del poder económico y conflictos regionales con graves consecuencias, como en Gaza.
A este panorama geopolítico se suman diversos fenómenos que son vectores a más largo plazo. Por ejemplo, la migración y la revolución tecnológica, pero también el cambio climático —cuyas condiciones extremas sufrimos en España, con los terribles incendios de este verano o la desoladora dana de hace un año—.
Y aquí es donde aparecen los Beatles. ¿Cómo afrontamos este panorama? “Come together”, cantaban los Fab Four. Trabajemos juntos, España y el Reino Unido, el Reino Unido y otras democracias europeas, mucho más.
España y el Reino Unido son dos democracias europeas aliadas, dos monarquías parlamentarias. Pues hacía siete años que nuestros primeros ministros no tenían un encuentro oficial bilateral en sus residencias respectivas. Por eso es tan importante que Keir Starmer y Pedro Sánchez se reunieran en septiembre en Downing Street y sellaran la cita con un acuerdo de cooperación que confirma los deseos de ambos gobiernos de impulsar nuestros vínculos.
Partimos de una base muy sólida. Casi un millón de españoles y británicos viven en nuestros países respectivos. Dieciocho millones de visitas desde el Reino Unido aportan el 1,4% del PIB español. Los productos y las empresas españolas son nombres familiares en muchísimos hogares británicos. El Reino Unido es el segundo destino mundial de la inversión española y el cuarto mayor inversor en España. La cooperación policial permite el arresto de fugitivos británicos que tratan de esconderse en España y la incautación de millones de cigarrillos y toneladas de drogas.
Así que, ¿qué más podemos hacer?
— Reforzar nuestra cooperación en defensa, como hemos visto este año a nivel operativo con la participación de la fragata española Méndez Núñez en el despliegue del portaaviones británico HMS Prince of Wales; a nivel estratégico, con la visita del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra español a Londres hace un par de meses; y a nivel industrial, con la adquisición por parte de Navantia UK del astillero británico Harland and Wolff.
— Impulsar la ambición climática en foros globales como la COP30, que comienza esta semana, al tiempo que aceleramos la descarbonización de nuestras economías con más energía limpia que apoya también nuestra seguridad energética y nuestra competitividad.
— Crear más empleos para nuestros ciudadanos y más oportunidades para nuestras empresas gracias a nuevos acuerdos entre el Reino Unido y la Unión Europea en diversas áreas: entre nuestras industrias de defensa, en productos agroalimentarios y en redes energéticas.
¿Y Gibraltar? El Reino Unido, España, Gibraltar y la Comisión Europea ya dimos el paso más difícil en junio al alcanzar un acuerdo político. Queda plasmarlo en un texto jurídico entre el Reino Unido y la Unión Europea, ratificarlo e implementarlo. Esperemos que en unos meses los ciudadanos a ambos lados de la frontera puedan disfrutar de la estabilidad, confianza y seguridad jurídica de esta nueva situación que impulse una prosperidad compartida.
Juntos, podemos convertir los desafíos globales en oportunidades para construir un futuro más justo y seguro para españoles y británicos. Porque como cantan los maestros, despertemos, que se acerca el día. Y trabajemos más juntos, ahora mismo.