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La moral que transmitimos

Los lectores escriben sobre lo que las redes enseñan a los más pequeños, los crímenes de contra los gazatíes, la buena gestión de los montes y la amabilidad

Mi sobrina de 11 años me contaba entusiasmada, hace unos días, su última compra por internet: un rodillo de jade y una máquina de masaje facial para limpiar el cutis. Atónita, le pregunté dónde había visto esos objetos y si sabía para qué servían. Su respuesta fue inmediata: en las redes sociales. Unas redes plagadas de influencers a los que este verano apenas he visto pronunciarse sobre el genocidio en Gaza, pero que dictan con todo detalle a niñas y adolescentes qué deben comprar, cómo vestirse o cómo cuidar su piel. Es innegable que mostrar la parte bonita y superficial de la vida vende, pero la cuestión es qué estamos dejando fuera de foco. Porque mientras se multiplica la publicidad disfrazada de consejo, se oculta el sufrimiento humano que debería escandalizarnos. Y yo me pregunto: ¿qué moral transmitimos a una generación que aprende antes a consumir que a mirar el mundo con espíritu crítico y compasión?

Carla Tena Barreda. Castellón de la Plana

Hambruna en Gaza

La ONU ha declarado oficialmente la situación de hambruna en la Franja de Gaza. Y no es el resultado de una catástrofe ambiental, sino de una política genocida intencionada del Gobierno de Israel. No parece que los planes de este sean detener el genocidio y respetar la vida de inocentes civiles, más bien lo contrario. Tampoco está en los planes de Israel tomar en consideración lo que diga la ONU, cuyas resoluciones lleva décadas ignorando. Se está cometiendo un execrable crimen contra la humanidad en directo sin que nadie haga nada. El crimen caerá, en la historia, sobre la conciencia de quienes lo están cometiendo, pero también sobre la conciencia de un mundo que vergonzosamente mira para otro lado.

Sebastián Fernández Izquierdo. Petrer (Alicante)

Un acuerdo necesario

En la búsqueda de algún responsable de estos pavorosos incendios, hay quien señala a los incendiarios. Pero este es solo el actor que prende el fuego, en unos bosques sobre los que desde hace décadas no se realiza ningún trabajo de mantenimiento. En unos montes bien gestionados, los incendios no tendrían esta magnitud. Además, quedan décadas de convivencia con estas altas temperaturas y con un nuevo clima cambiante y desconocido. Por eso se hace necesario un acuerdo político, técnico y científico entre administraciones y propietarios del monte, públicos y privados, para dar con una solución. Siempre habrá incendiarios, pero en un bosque cuidado las consecuencias del fuego serían mucho menores.

Manuel Vargas Ramírez. Zaragoza

La importancia de ser amables

En un mundo lleno de prisas, de ruidos y conflictos, la amabilidad parece un lujo en peligro de extinción. Sin embargo, es lo más sencillo y transformador que tenemos al alcance. Tal vez no podemos cambiar el rumbo de la política o la economía, pero sí mejorar la vida de quienes tenemos al lado. Reivindico la amabilidad como una forma de resistencia: frente al egoísmo, frente a la indiferencia y frente al cinismo.

Macarena Aradillas Mateos. Sevilla

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