La “generación de cristal” solidaria

A nuestra generación se la ha tachado de frágil, “comodona” y exagerada en cuanto al cambio climático sobre el que intentamos concienciar a la sociedad, pero una vez más ha demostrado estar a la altura ante un desastre natural y las necesidades de la gente. Los componentes de la mal llamada generación de cristal han sido los primeros en bajar al bazar de su casa y en andar una hora para ponerse a achicar agua, o más bien barro, de casas cuyos propietarios ni conocen, y eso, queridos políticos, es lo que se conoce en Valencia como germanor. No nos equivoquemos, no somos una generación de cristal, somos una generación consciente de los problemas actuales de nuestra sociedad: la salud mental, que tan perjudicada se va a ver ahora; y el cambio climático, que ya nos ha demostrado que no es una fake news, sino que viene arrasando con todo lo que pilla por delante.

María Costa Barreda Medina. Torrent (Valencia)

Dimisión

La irresponsabilidad manifiesta en la gestión de la cosa pública debería saldarse con la dimisión de los responsables, máxime si se han producido víctimas. Hasta aquí la lógica. Pues no. Cada vez resulta más común que dirigentes culpen al de al lado a cada suceso que ocurre, acusación absurda en nuestro Estado autonómico, en el que las competencias se encuentran netamente separadas. La gestión de las residencias, la política de vivienda, la activación de los planes de emergencia, entre otras, son competencia indiscutible de la administración autonómica. Las comunidades autónomas no se diseñaron para hacer oposición al Gobierno central, y mucho menos como trampolín partidista de sus dirigentes. Que no lo olviden.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

El flautista de Hamelín

Íñigo Errejón era para muchos la hermosa narración de una izquierda idealista que se sustentaba sobre lo pragmático. Conseguía conectar la abstracción de su pensamiento con el sentimiento de nuestros corazones. Errejón hablaba y la bella melodía de un mundo mejor nos conmovía y nos reclutaba en su marcha. Con su comportamiento ha molestado y agredido a muchas mujeres, se ha traicionado a sí mismo, a sus compañeros de partido y a sus votantes. Ha destruido el sueño que nos había inoculado. Sólo quedan víctimas. La perplejidad, la angustia y la devastación que deja su engaño son indelebles. La flauta dejó de sonar y descubrimos atónitos que ya no quedaban niños en el pueblo.

Pedro Blanco Rodríguez. Alcobendas (Madrid)

Tecnología en la infancia

Como miembro de la generación Z, me siento asustada y preocupada al constatar que la tecnología se ha convertido en algo normal y esencial en nuestras vidas, simplemente por el hecho de haber crecido junto a ella. Es triste ver como los niños han pasado de querer ir al parque a pasar la tarde mirando pantallas. A veces me paro a pensar qué recuerdo guardarán esos niños de su infancia. Deberíamos separar a los más pequeños de la tecnología para que aprovechen y disfruten de su niñez, para que un día puedan recordarla como algo más que una simple pantalla.

Paula García Garrido. Madrid