Los jóvenes y la política

Los lectores escriben sobre el distanciamiento entre las nuevas generaciones y la clase política, los precios de los alquileres, el juicio por el asesinato de Samuel Luiz y las citas médicas por videoconferencia

Tres jóvenes consultan las papeleras electorales en un colegio de Madrid.Claudio Álvarez

Dicen que los jóvenes de hoy no están interesados en la política. Es cierto que existe un distanciamiento entre los jóvenes y la clase política debido a muchos motivos. La realidad es cada vez más precaria para los jóvenes. Los datos son terroríficos en España: paro juvenil cercano al 30%, sueldos medios mensuales de 1.050 euros, alquileres desorbitados... Los programas políticos no incluyen medidas en favor de los jóvenes, más allá de bonos culturales u otros pequeños detalles insustanciales. Los partidos ni siquiera son capaces de acordar programas educativos estables. Los jóvenes han empezado el último curso de Bachillerato sin conocer detalles sobre las pruebas de acceso a la universidad, la inversión en idiomas sigue siendo mínima, etcétera. Y, por último, no hay referentes políticos. Además, la percepción global de corrupción y mentiras constantes entre los políticos no ayudan.

Carlota Fernández de la Riva. Barcelona

El censo de hoy

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En la Edad Media, existía una tasa, el censo, por la que los campesinos debían pagar una renta anual por el uso y disfrute de la tierra que pertenecía al señor. El monarca no podía intervenir en los dominios señoriales, por lo que no podía mitigar sus abusos. En 2024, los inquilinos deben de pagar el alquiler, una renta mensual por el uso y disfrute de pisos y habitaciones que pertenecen a rentistas. El Gobierno, las Comunidades Autónomas y las corporaciones locales apenas toman medidas para bajar los elevados precios del alquiler. Y como grandes olvidadas, las ayudas para fomentar la compra de vivienda. Si los campesinos empezasen a tener viviendas, los señores dejarían de percibir sus rentas.

Sofía Illana. Madrid

Justicia, reparación y dignidad

Ya ha comenzado el juicio por el crimen de Samuel Luiz en A Coruña, no puedo evitar pensar en qué mensaje mandaremos a la sociedad. Fueron seis minutos de eternos golpes donde un grupo de cobardes, al grito de “maricón”, le hicieron creer a un chico de 24 años que su identidad no era aceptada. Este juicio no solo busca justicia para Samuel y su familia, sino que también debe lograr un mensaje firme en contra de los actos de violencia discriminatoria. Ser y sentir en libertad no puede costarle la vida a nadie más. Justicia, reparación y dignidad.

Miguel Villar Rodríguez. Rivadavia (Ourense)

Cita médica en vídeo

Acudí a Urgencias aquejada de un dolor agudo de lumbago. Fui atendida por videoconsulta. Tras observarme y hacer que me levantase de la silla de ruedas e indicar por donde me dolía, el médico de la pantalla me dijo que pasara por enfermería para que me pusieran un calmante y que ya me citaría para otra consulta, supuestamente presencial. Me fui y seguí las pautas de medicación. No he ido a la consulta porque no me fío de que vuelva a ser por vídeo. Eso sí, tuve que acudir a mi centro médico, sin citas disponibles, para solicitar cita tres días después para la baja médica. Me parece una vergüenza que tanto que se presume de lo buenísima que es la sanidad pública madrileña, atiendan tan mal en urgencias.

Emilia Egüen Recuero. Becerril de la Sierra (Madrid)

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