El empleo se frena

La economía española sigue sumando trabajadores pero con una menor intensidad, lo que impide reducir la brecha con Europa

Varias personas acuden a una oficina del SEPE, en mayo de 2021.ALBERTO ORTEGA - EUROPA PRESS (Europa Press)

La economía española viene sorprendiendo trimestre tras trimestre por su fortaleza y ha superado hasta las previsiones más optimistas de los organismos internacionales, con un crecimiento del 2,9% interanual hasta julio. Ese desempeño ha llevado al Gobierno a revisar al alza su previsión para 2024 hasta el 2,7%, que puede llegar a quedarse corta y que le sitúa a la cabeza del crecimiento en la zona euro. Pese a ello, la tasa de paro (un 11,27%, según la EPA, el doble que la media europea) sigue mostrando una fuerte resistencia a bajar, lo que obliga a prestar atención al mercado laboral, tradicional talón de Aquiles de la economía española, para analizar esta aparente contradicción.

Una parte de esa frenada es cíclica. El mercado laboral español tiene un elevado componente estacional debido a su dependencia del turismo, aunque las reformas adoptadas han suavizado notablemente los picos de contratación y despidos. Sin embargo, los meses de agosto y septiembre siguen sin ser buenos. La campaña estrictamente de verano de este año ha ido particularmente mal y ha registrado la mayor destrucción de empleo en 12 años entre julio y septiembre, con la pérdida de 194.685 cotizantes.

Con todo, no hay que ser alarmistas y más que de un fuerte frenazo en la creación de empleo los expertos hablan de un aterrizaje suave desde cotas máximas de cotización y ocupación. Íbamos demasiado rápido, y ese aterrizaje suave era lo esperable. La afiliación marcó un máximo absoluto de 21,4 millones de afiliados en junio, que se han ido reduciendo desde entonces hasta los 21,2 millones. En septiembre la economía añadió 8.805 nuevos cotizantes, que pese a ser su nivel más bajo en cinco años revertió las caídas de julio y agosto. El análisis de las contrataciones, sobre todo en el sector de la hostelería, confirma un adelanto del comienzo de la temporada turística a primavera debido a que el buen tiempo se ha adelantado también: la creación de empleo en el segundo trimestre fue superior a la media histórica. Si se eliminan los vaivenes estacionales, el escenario deja todavía cierto espacio al optimismo, con récord de afiliados a la Seguridad Social en septiembre y una reducción del paro registrado en 22.729 personas. El número total de parados se situó en 2,57 millones, la cifra total más baja en un mes de septiembre desde 2007.

Pese a la mayor estabilidad que muestra el mercado laboral, el desempleo es el mayor desequilibrio que arrastran la economía y la sociedad españolas. Algunos expertos advierten que España se está acercando a un umbral tope de creación de empleo sin que haya logrado acompasar el ritmo de crecimiento a la reducción del paro estructural. Esa puede ser una señal de que el mercado laboral exige adoptar nuevas medidas, especialmente por la parte de las políticas activas para incorporar a esos parados de larga duración y poder cubrir las casi 150.000 vacantes de empleos que, según el INE, no encuentran candidatos.

España no se puede resignar a mantener una tasa de paro que duplica a la de sus homólogos europeos. El Gobierno subraya que el objetivo es el pleno empleo, que sitúa el listón del paro en el 8%, una cifra que además de no ser fácil de alcanzar está muy lejos de las tasas de los países desarrollados. Habrá que adoptar tantas medidas y reformas como demande un mercado laboral en continuo cambio, especialmente ahora con las nuevas tecnologías y la creciente automatización de muchos procesos productivos, para incrementar la empleabilidad de las personas desempleadas y mejorar la eficiencia de los servicios públicos de intermediación.

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