Barbaridades en sede parlamentaria

Los lectores escriben sobre los exabruptos de los políticos, la sanidad pública, la situación de los jóvenes, y la inteligencia artificial

La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, interviene durante el pleno de la Asamblea de Madrid este jueves.FERNANDO VILLAR (EFE)

Hay declaraciones más o menos acertadas y hay exabruptos. Hay meteduras de pata involuntarias y hay excesos dolosos. Cuando uno escucha barbaridades como las expresadas en ciertos foros de la soberanía popular, ya no se trata, me parece, de que distingamos entre una dialéctica de derechas o de izquierdas, de rojos o azules, de fachas o progres; hay exorbitancias verbales que transitan más por el terreno de la indecencia moral que por el de la política, que tienen más que ver, a mi juicio, con la chifladura que con la cordura. Como puede explicarse si no que...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Hay declaraciones más o menos acertadas y hay exabruptos. Hay meteduras de pata involuntarias y hay excesos dolosos. Cuando uno escucha barbaridades como las expresadas en ciertos foros de la soberanía popular, ya no se trata, me parece, de que distingamos entre una dialéctica de derechas o de izquierdas, de rojos o azules, de fachas o progres; hay exorbitancias verbales que transitan más por el terreno de la indecencia moral que por el de la política, que tienen más que ver, a mi juicio, con la chifladura que con la cordura. Como puede explicarse si no que la presidenta de Madrid afirme en sede parlamentaria que el Gobierno de España anima a los terroristas a matar a cambio de darles un Estado o una comunidad autónoma. La deriva de algunos dirigentes roza lo delirante y casi diría que lo delictivo. Confiemos en que no se contagie a la sociedad.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

Contratar un seguro de salud

He tomado la agridulce decisión de contratar un seguro de salud, no por un motivo en particular sino por asegurarme de que mi salud, que siempre ha sido traviesa, se mantenga a raya. En la actualidad, ser atendido por un especialista o realizar una prueba diagnóstica se ha convertido en un privilegio del que no me siento orgulloso de disfrutar. Me resigno a aceptar que nuestro sistema público de salud se ha quebrado. Ya no importa la ideología o el color político, no importa porque lo que un día fue todo, hoy es casi nada. Por ellos, por su culpa.

Aritz Duran Trigos. Madrid

Jóvenes conformistas

Los jóvenes (y no tan jóvenes) hemos normalizado compartir piso durante años, comer pescado congelado y ahorrar máximo 25 euros al mes. Pensábamos que la precariedad solamente era una etapa efímera mientras éramos estudiantes, pero se alargó a la de becario y se estableció en la de trabajador. Y ante todo esto, escogemos el papel de meros espectadores. Solamente nos reímos y compartimos memes que hablan sobre esta situación. ¿Por qué nos conformamos? La realidad es que no hemos vivido otra realidad, por lo que la hemos aceptado como forma y estilo de vida. Que pudiéramos vivir cómodamente en un piso de más de 90 metros cuadrados y a un precio asequible sería ciencia ficción.

Rosana Giménez. Madrid

Regulación de la inteligencia artificial

La salida de ingenieros de OpenAI suele estar acompañada de avisos sobre los riesgos asociados a la evolución de la IA. La competición emprendida por las grandes tecnológicas por conseguir el producto más avanzado parece indicar que más pronto que tarde se alcanzará un modelo capaz de igualar o superar nuestras capacidades cognitivas. Nunca hemos encontrado una situación similar y es probable que no estemos preparados. En nuestras manos tenemos aún la posibilidad de regular y acotar estos avances para que sean seguros y su logro obedezca a un propósito distinto al meramente comercial.

Antonio Sánchez Terol. Murcia

Más información

Archivado En