Golpe al candidato Biden

La Fiscalía exonera al presidente por llevarse documentos secretos, pero daña su imagen con comentarios impertinentes sobre su edad y estado

Joe Biden, en un acto en Washington el 12 de febrero.KEVIN LAMARQUE (REUTERS)

El fiscal especial designado hace un año para investigar al presidente de EE UU, Joe Biden, por un posible delito en la custodia de papeles confidenciales, desestimó el pasado jueves presentar cargos contra él. En su informe, el fiscal Robert Hur basa su decisión de no imputar en que las pruebas son insuficientes, además de que es política de la Fiscalía no imputar a presidentes en ejercicio. La buena noticia para Biden, sin embargo, vino envuelta en una bomba retórica. El fiscal se detiene a explicar que sería difícil que un jurado condenara a Biden, de 81 años, ya que lo vería como “un señor...

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El fiscal especial designado hace un año para investigar al presidente de EE UU, Joe Biden, por un posible delito en la custodia de papeles confidenciales, desestimó el pasado jueves presentar cargos contra él. En su informe, el fiscal Robert Hur basa su decisión de no imputar en que las pruebas son insuficientes, además de que es política de la Fiscalía no imputar a presidentes en ejercicio. La buena noticia para Biden, sin embargo, vino envuelta en una bomba retórica. El fiscal se detiene a explicar que sería difícil que un jurado condenara a Biden, de 81 años, ya que lo vería como “un señor mayor bienintencionado y con mala memoria”. Hur afirma que en su declaración el presidente tuvo problemas para recordar las fechas de su mandato como vicepresidente, o la muerte de su hijo Beau, en 2015.

“Mi memoria está bien”, dijo Biden en una rueda de prensa irritado y dolido. “¿Cómo diablos se atreve a sacar eso? No necesito que nadie me recuerde cuándo murió”. Empatizar con Biden en el plano humano debería estar más allá de la política. La cita es una impertinencia en un documento así. Hur es un fiscal de bagaje conservador y tuvo un alto cargo en Justicia con Donald Trump, pero tiene una reputación impecable de ser impermeable a la política. Los demócratas salieron a defender a Biden. La vicepresidenta, Kamala Harris, dijo que los comentarios eran “gratuitos” y tenían una “motivación política”. Pero el daño ya está hecho. La maquinaria mediática republicana machaca la idea de que Biden está mentalmente incapacitado para seguir en la Casa Blanca. El informe de Hur es oro político para la campaña del republicano Donald Trump, a pesar de que él mismo da muestras diarias de incoherencia y apenas tiene tres años menos. La principal reserva del electorado demócrata para votar de nuevo a Biden es su edad. Es el primer presidente octogenario de la historia. Es una preocupación legítima y no bien resuelta por el Partido Demócrata. En la misma rueda de prensa en la que pretendía defenderse de su mala memoria, Biden dijo México en lugar de Egipto, un lapsus que en otro contexto habría sido menor, pero que, justo en ese momento, terminó de encender las alarmas.

El presidente Biden sale limpio del embrollo legal, pero el candidato Biden sale tocado. Es difícil aventurar el impacto de los comentarios de Hur en el electorado de aquí a noviembre, pero pone en la conversación nacional precisamente el debate más incómodo para la campaña demócrata. Solo Biden puede frenar la espiral de dudas. La exigencia de demostrar públicamente su capacidad de aguantar en el cargo se ha multiplicado de un día para otro y debe darle respuesta.

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