De tractores y eurofobia
Ahora la extrema derecha juega sobre todo con hacer creer que el mundo de agricultores y ganaderos era idílico hasta que llegaron desde Bruselas unos seres infames y con intenciones inconfesables
El campo europeo protesta porque sufre. Pero tras esas movilizaciones están también los partidos de extrema derecha deseosos de pescar en los caladeros electorales de la derecha tradicional. En las protestas aparecen los lobbies agrícolas, como Copa y Cogeca a nivel europeo, Coldiretti en Italia o Asaja en España. Todos ellos aceptaron en 2021 la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). Ahora la extrema derecha juega sobre todo con la eurofobia, con hacer creer que el mun...
El campo europeo protesta porque sufre. Pero tras esas movilizaciones están también los partidos de extrema derecha deseosos de pescar en los caladeros electorales de la derecha tradicional. En las protestas aparecen los lobbies agrícolas, como Copa y Cogeca a nivel europeo, Coldiretti en Italia o Asaja en España. Todos ellos aceptaron en 2021 la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). Ahora la extrema derecha juega sobre todo con la eurofobia, con hacer creer que el mundo de agricultores y ganaderos era idílico hasta que llegaron desde Bruselas unos seres infames y con intenciones inconfesables. A pesar de que con la reforma de 2021 los Estados miembro pueden diseñar los regímenes de financiación, los controles y el papeleo, por lo que los tractores no deberían asediar Bruselas, sino las capitales nacionales.
Aimé Dandoy, hijo adoptivo de José K, lee los escuálidos digitales ultras que aseguran tener decenas de millones de lectores, más que grandes diarios europeos. En ellos encuentra columnas que identifican los problemas del campo con supuestas imposiciones de una eurocracia totalitaria y ve cómo los señoritos de siempre, los que retrató Miguel Delibes en Los santos inocentes y que ahora se visten de Barbour creyéndose en Balmoral aunque vivan en los barrios más pijos de Madrid o Bruselas, se hacen pasar por hombres del campo.
Manuel Llamas escribe en el contenedor amarillo que “el enemigo del campo” está “sentado en los mismos organismos e instituciones, tanto nacionales como comunitarios, que se erigen en salvaguarda de nuestros agricultores, pescadores y ganaderos”. Llamas es otro de los que cree que en Bruselas, en una sala oscura, unos señores que nadie nombró deciden lo que les place, no 27 ministros de Agricultura. Y concluye que “el verdadero problema del campo se llama Política Agraria Común”, esa PAC que reparte en subvenciones al campo español casi 8.000 millones de euros al año en el período 2023-2027, dinero sin el cual buena parte del sector iría a la quiebra.
Juan Manuel de Prada, sigue leyendo Aimé D, escribe en ABC, diario supuestamente europeísta, que “la Unión del Pudridero Europeo es una organización al servicio de la plutocracia, encargada de desmantelar las economías nacionales, convirtiendo a la población de las colonias sometidas en una patulea que se refocila en sus derechos de bragueta”. Algunos columnistas escriben no para que se les entienda sino para ver quién es más engolado. De Prada explica a los lectores de ABC que esa Unión Europea a la que llama “pudridero” lo que quiere es que la población se reduzca y asegura que “cualquier salvación verdadera y no cosmética para el campo exige la previa aniquilación de ese engendro”, de la Unión Europea.
Si de la prensa más conservadora se pueden esperar ramalazos eurófobos cargados de bulos, es más raro en un diario supuestamente liberal como El Mundo. Su redactor jefe y delegado en Barcelona, Iñaki Ellakuría, firmó el sábado una columna que firmaría Marine Le Pen sin cambiar una coma. Tiene todos los ingredientes de los bulos ultraderechistas eurófobos. Los campesinos “están atrapados por una ingente e indecente burocracia comunitaria, por normas y sanciones que impone Bruselas (le valdría leer su periódico para saber que escribe un disparate) desde un fanatismo ecologista de despacho y ONG”. Dice también Ellakuría que la UE “está aplicando políticas para arruinar al sector agrícola y ganadero, precipitando la despoblación, y poder, así, llenar el campo de molinos y placas solares”. La eurofobia, en un país como España, donde el europeísmo es el rey, hay que sembrarla, abonarla y regarla. El Mundo se ha puesto a ello.
Agradecimiento
¿Sabía don Pedro que fachosfera es traducción literal del francés fachosphère, un término creado por el periodista Daniel Schneidermann? En 2008 puso en marcha el digital de crítica de medios Arrêt sur images, en el que se empezó a usar. El lunes hablamos un rato por teléfono. Schneidermann me contó que la idea fue poner nombre a un nuevo fenómeno, la nebulosa ultra en medios y redes sociales. Intentaremos mantener encendido el candil, monsieur Schneidermann.