Otro mundo
Los lectores opinan sobre la necesidad de erradicar la envidia y la frustración, las agresiones cotidianas a las mujeres, los ucranios que van de vacaciones por el Mediterráneo y las críticas de Junts al PSOE
La expresión alterum non laedere fue consagrada por el jurista romano Ulpiano como uno de los tres iuris praecepta, y se traduce como el deber de no dañar a nadie. ¿Se imaginan una sociedad donde prevaleciese este concepto? Profesiones como militares, policías, abogacía, jueces, entre otros, no tendrían la relevancia y la notoriedad actual. Tampoco, la venta de armamentos y las guerras, disminuyendo las noticias negativas. ¿Seríamos más felices? Por obvia que sea la respuesta, en realidad la desconocemos al no...
La expresión alterum non laedere fue consagrada por el jurista romano Ulpiano como uno de los tres iuris praecepta, y se traduce como el deber de no dañar a nadie. ¿Se imaginan una sociedad donde prevaleciese este concepto? Profesiones como militares, policías, abogacía, jueces, entre otros, no tendrían la relevancia y la notoriedad actual. Tampoco, la venta de armamentos y las guerras, disminuyendo las noticias negativas. ¿Seríamos más felices? Por obvia que sea la respuesta, en realidad la desconocemos al no tener ninguna referencia en toda la historia de la humanidad de periodos que no estén llenos de invasiones, guerras y violencias. Como en cualquier aprendizaje, es en la etapa infantil y de la adolescencia donde se deberían de impartir los métodos de una enseñanza distinta, tanto en el seno familiar como en el escolar, destinada a evitar la envidia y el mal ajeno. Hemos obtenido logros, como la libertad sexual, y la plena igualdad en derechos entre hombres y mujeres. ¿Por qué no soñar con erradicar la envidia y la frustración propia?
Pedro Marín Usón. Zaragoza
Lo de Rubiales
Es una puesta en escena de lo que les ocurre en las calles, en los trabajos y hogares a las mujeres. Ser vulneradas por hombres que, a sabiendas de su situación de poder (literal o metafórico), la utilizan para agredir. Es una muestra de lo intrínseco del machismo en la sociedad e instituciones. Aparecer con un discurso manipulado, que algunos se sientan identificados y atribuir la culpa a la víctima. Y sí, un beso sin consentimiento también es una agresión. Apoyo y gratitud a todas las jugadoras por mantener el legado de Angela Davis al decir: “No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”.
Blanca Garrido García. Valencia
Las guerras al sol
He estado veraneando unos días en el pacífico Mediterráneo. Me ha sorprendido la ingente cantidad de coches con matrícula de Ucrania. Refugiados, he pensado. Refugiados de postín, podría decirse, porque en la inmensa mayoría de los casos se trataba de vehículos de altísima gama: Porsche, BMW o Mercedes, ningún Ibiza y todavía menos un Dacia Logan. Y he pensado: serán estos ricachones ucranios como nuestros patriotas de alto standing, ya saben, los de las banderitas en muñeca, mientras los menos privilegiados, sufridos trabajadores, son los que se montan en los tanques para defender su patria. Dicho de otro modo: ¿pasaría lo mismo aquí con nuestro miles gloriosus Abascal, y el resto de su tropa, si mañana nos invadiera algún país vecino? Por coches de lujo no será, eso seguro.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño
El reparto de carnés
Junts presume de europeísmo frente a un PSOE que metió a Cataluña junto al resto de España en la Unión Europea. Lo aleccionan sobre la voluntad de los catalanes como si los de la rosa no acabaran de arrasarles en las urnas de ese mismo territorio. Se atribuyen el mérito de frenar a los ultras habiendo empeorado sus resultados y en posición arbitral ante quien los ha mejorado en el bloque que los confronta. Dirán también, incluso, que catalán solamente es quien agita fuerte la estelada, pero ese son de banderas, a los socialistas, ya les suena de otra canción.
Daniel Barroso Domínguez. Madrid