Aitana canta el ‘Cara al sol’

TikTok se ha convertido para los adeptos al franquismo en un inmenso y fructífero campo de divulgación de su ideología entre los miembros de la generación Z

Aitana, durante un concierto en el Wizink Center en Madrid.Mariano Regidor (Redferns/Getty Images)

Hace algunos días me crucé con Aitana en TikTok mientras interpretaba el Cara al sol con su dulce voz durante uno de sus conciertos. La joven cantante catalana, aferrada al micrófono, sonreía en el escenario mientras decenas de voces cantaban con ella el himno de la Falange Española. Más de un millón de personas han visto el vídeo en TikTok. Es evidente que se trata un montaje realizado con ayuda de la inteligencia artificial, pero su realismo sorprende tanto como el contenido de los miles...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hace algunos días me crucé con Aitana en TikTok mientras interpretaba el Cara al sol con su dulce voz durante uno de sus conciertos. La joven cantante catalana, aferrada al micrófono, sonreía en el escenario mientras decenas de voces cantaban con ella el himno de la Falange Española. Más de un millón de personas han visto el vídeo en TikTok. Es evidente que se trata un montaje realizado con ayuda de la inteligencia artificial, pero su realismo sorprende tanto como el contenido de los miles de comentarios y el diálogo que genera. “Los pelos de punta”, dice @destroyer41. “Yo estaba ahí y tengo que decir que me emocioné”, sostiene @user.999. Es precisamente su afirmación la que divide al respetable: algunos creen que el vídeo es falso; otros defienden su autenticidad. La conversación acaba derivando hacia el contexto ideológico de la canción: “El franquismo no es algo que mole mucho”, sostiene @montysshield, a lo que @micii345 responde con una reivindicación de la figura de Franco que “hizo muchas cosas buenas por España, la gente está ciega, es su problema”. “La mejor canción del álbum” sentencia @MRr13wii, y más de 2.000 usuarios de TikTok aprueban su comentario con un corazón. Otras 63.000 cuentas han compartido el falso vídeo de Aitana en plataformas externas, según aparece en la estadística de la propia publicación.

El vídeo de Aitana no es una ocurrencia aislada. TikTok se ha convertido para los adeptos al antiguo régimen español en un inmenso y fructífero campo de divulgación de su ideología entre los miembros de la generación Z, jóvenes a quienes Franco o Primo de Rivera les quedan demasiado lejos. Pero aquí están, figuras políticas del pasado, versionadas y reformuladas con narrativas del siglo XXI para acceder y seducir a las nuevas generaciones. Más de seis millones de visualizaciones han acumulado las publicaciones de TikTok marcadas con la etiqueta #FranciscoFranco. Como la del usuario @ojo_avizor que atribuye falsamente al dictador el reconocimiento de las vacaciones pagadas en un vídeo con fondo musical de Loreen, la ganadora de la última edición del Festival de Eurovisión. “Un verdadero patriota”, comentan desde otra cuenta acerca de una publicación de @otto80 en el que la voz de Primo de Rivera se mezcla con Never Let Go (Of Me), uno de los sonidos virales de TikTok. La búsqueda de información sobre Adolf Hitler se revela menos fructífera y obtiene como primer resultado una advertencia: “Recuerda consultar fuentes fiables para prevenir la propagación del odio y de la información falsa”, reza la nota que aparece en el parte superior de la pantalla antes de que los usuarios consulten los contenidos sobre el dictador alemán.

Los responsables de TikTok aseguran en sus canales oficiales que la plataforma “lleva mucho tiempo prohibiendo la publicidad de carácter político, tanto con anuncios de pago como retribuyendo a creadores por promocionar contenido político de marca”. Pero, como sucede en el Twitter sin moderación de contenidos de Elon Musk (y en menor medida también en Instagram), en la plataforma china se cocinan batallas electorales permanentes de códigos diferentes y audiencias nuevas, estrategias encubiertas que escapan a la supervisión del regulador electoral y de la observación de la prensa y los ciudadanos. El algoritmo sale a la caza del nuevo votante.

Más información

Archivado En