Johnny Depp y la regresión feminista en Cannes

La decisión de los organizadores de abrir el Festival con una película protagonizada por Johnny Depp, acusado por su expareja de violencia machista, ha despertado la ira de muchas francesas en Twitter

Johnny Depp y la directora Maïwenn, en la 76ª edición del Festival de Cannes, el 17 de mayo.Vianney Le Caer (Vianney Le Caer/Invision/AP)

Se respira en Cannes un aire de regresión feminista. O por lo menos así lo perciben muchísimas francesas, especialmente escaldadas por la decisión de los organizadores de abrir el Festival con una película protagonizada por Johnny Depp. El día ...

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Se respira en Cannes un aire de regresión feminista. O por lo menos así lo perciben muchísimas francesas, especialmente escaldadas por la decisión de los organizadores de abrir el Festival con una película protagonizada por Johnny Depp. El día del estreno de Jeanne du Barry, de la no menos controvertida directora Maïwenn —cuando se casó con un Luc Besson de 32 años, ella apenas tenía 16—, el hashtag #CannesYouNot se propagó como la pólvora en cuestión de horas. “Al desplegar la alfombra roja para los que agreden a las mujeres, el Festival demuestra que la violencia en los círculos creativos puede quedar impune”; “Vergüenza a quienes protegen a violadores y violentos. Depp, Depardieu, Besson, Boutonnat, Weinstein, Spacey, Polanski…”; “Cannes ha honrado repetidamente a agresores. ¿Cuándo apoyará a supervivientes?”, se podía leer en Twitter.

Este año, los promotores del certamen creían tener todos los ingredientes para calmar los ánimos de las feministas más reivindicativas. La 76ª edición debía de ser la que daría a las mujeres más protagonismo que nunca, con una nueva presidenta del Festival de más de 50 años, Iris Knobloch, para reemplazar al mítico Pierre Lescure; con el mayor número de directoras compitiendo por la Palma de Oro, siete frente a 14 hombres; con películas que abordan temas femeninos como Les filles d´Olfa de Kaouther Ben Hania y, cómo no, la inauguración del Festival con un atrevido filme de época realizado por una mujer y en la que el protagonismo de Depp les pareció una minucia.

En un programa de televisión dedicado a la polémica, el delegado general del Festival, Thierry Frémaux, afirmó que el mediático juicio que opuso Depp a su exesposa Amber Heard lo había dejado indiferente. Apenas se enteró del caso, aseguró. La incredulidad en el plató y en Twitter fue total. Aún más, teniendo en cuenta el éxito que tuvo en Francia el documental que Cécile de La Rue dedicó a la campaña de odio y de desinformación en redes contra Heard durante el proceso. Una estrategia orquestada por grupos masculinistas que puso un especial empeño en obviar, como recuerda un vídeo del canal Arte compartido en la plataforma estos días, que en un juicio anterior que enfrentó Depp a la revista The Sun por difamación, “el Tribunal Supremo de Londres dictaminó que 12 de las 14 acusaciones de violencia denunciadas por Heard eran sustancialmente ciertas y que la gran mayoría de las acusaciones contra Depp habían sido probadas”.

Frente al amparo recibido por el actor y la standing ovation de siete minutos tras la proyección de Jeanne du Barry, más de 100 actrices y actores han decidido alzar la voz en una tribuna en Libération para denunciar la complacencia del cine francés hacía los agresores sexuales, “un sistema basado en los principios de dominación y silenciamiento” “que aplasta y destruye”. El texto ha tenido una gran repercusión, pese a la ausencia de las intérpretes más famosas del cine actual, como Marion Cotillard o Virginie Effira. “Es terrible, todos los nombres que buscamos en vano en la lista de firmantes. Un silencio ensordecedor y culpable”, lamentó un usuario.

El escrito pretende ser una declaración de apoyo a la actriz Adèle Haenel, quien poco antes de empezar el Festival publicó una carta en la revista Telerama en la que decía querer “politizar [su] decisión de dejar el cine”. “Frente al monopolio de la palabra y las finanzas por parte de la burguesía, no tengo más armas que mi cuerpo y mi integridad (…). Tenéis el dinero, el poder y toda la gloria, podéis regodearos en ello, pero no me tendréis como espectadora. Os cancelo de mi mundo”, escribió Haenel. Víctima de abusos sexuales por parte del director Christophe Ruggia, la prometedora actriz abandonó en 2020 la ceremonia de los Césars para denunciar la complacencia de los organizadores con Roman Polanski.

Seis años después del movimiento #MeToo, hay algo que no cambia, nos dicen las actrices francesas. Y ese algo se llama poder e impunidad. N’est-ce pas, Gérard?

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