Whisky, trans, Navidad

Emocionante es el adjetivo más empleado para calificar el impactante anuncio de JB que ha levantado múltiples elogios por la normalización de la diversidad, pero también algunas críticas

Un momento del anuncio de JB.

La emoción es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa. Sirve para todo: para seducir, para disfrutar, para vender, para manipular, para vivir. “No interrumpas una emoción”, decía una campaña promovida por Federico Fellini en contra de los cortes publicitarios en las películas. Pero los anuncios también pueden ser fuentes de emoción. Solemos olvidar los datos y, sin embargo, recordamos las historias conmovedoras. La publicidad emocional, que busca generar empatía en el consum...

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La emoción es una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa. Sirve para todo: para seducir, para disfrutar, para vender, para manipular, para vivir. “No interrumpas una emoción”, decía una campaña promovida por Federico Fellini en contra de los cortes publicitarios en las películas. Pero los anuncios también pueden ser fuentes de emoción. Solemos olvidar los datos y, sin embargo, recordamos las historias conmovedoras. La publicidad emocional, que busca generar empatía en el consumidor para colocar el producto, lo sabe perfectamente. Y la Navidad es el terreno propicio para apelar a los sentimientos hasta el sentimentalismo. Se disculpa, oye, que son días (para quien pueda) de amor y fraternidad, de cava y uvas, de lotería y turrones... Este año, además, se habla de un producto no muy estacional y habitual: el whisky. Por obra y gracia de un impactante anuncio, de un cuento de Navidad que lo está petando y que emociona a todo el mundo, muchos españoles brindarán en las próximas cenas familiares con un buen vaso de JB.

El anuncio está siendo muy alabado en Twitter, como una atrevida reivindicación trans, una bonita normalización de la transición de género y una apelación a la tolerancia. “El anuncio de Navidad del que todxs hablan; la mejor campaña que se haya conocido nunca. La del amor, empatía y respeto a nuestras vidas. Mientras en el Congreso se juegan en una timba nuestros derechos fundamentales”, dice Carla Antonelli, la primera diputada trans en España. “Ya tenemos el GRAN anuncio de esta Navidad. La sensibilidad puede convivir con la reivindicación Un mensaje muy necesario que llega a través de la publicidad más mainstream Y me encanta que sea con un güisqui, que hasta no hace tanto era ‘cosa de hombres”, escribe el periodista Jordi Evole.

Está muy bien filmado. La canción She, de Charles Aznavour, en la versión de Elvis Costello que sonaba en la almibarada película Notting Hill, ya predispone. El protagonista es un abuelo que aprende a maquillarse días antes de las fiestas para dar la sorpresa a Álvaro, tal y como es presentado primero su nieto cuando llega la familia a la casa, y Ana, cuando después aparece en la cena pintada, tras encerrarse en el baño con su insospechado colega. La emoción estalla: lágrimas, aplausos, rostros desencajados que asienten y una espléndida sonrisa iluminadora de Ana, interpretada por la artista multidisciplinar Ella Di Amore, en proceso de transición. Por cierto, ella brinda con lo que podría ser un refresco de cola. ¿O es un cubata de JB?

Los comentarios elogiosos son mayoritarios en las redes, pero también hay quien pone peros. “Más allá del mensaje que transmita el anuncio, de lo conmovedor que sea y de su indudable calidad como material audiovisual, nos gustaría recordarle que pretende única y exclusivamente incitar al consumo de alcohol”, responde a Évole el grupo de trabajo Alcohol y Alcoholismo, de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). La tuitera Neus Prats espeta a JB: “El maquillaje y los estereotipos sexistas no cambian el sexo a nadie. Homófobos!” Y la marca responde: “Entendemos que el maquillaje no define un género ni un proceso de transición. Es la forma en la que hemos querido plasmar la complicidad y la empatía del abuelo con su nieta y su esfuerzo personal para que pueda celebrar la Navidad mostrándose como es ante su familia”. Otras voces inciden en esta línea y tildan el anuncio de misógino, críticas que son replicadas por quienes destacan su valentía y humanidad, aunque el propósito sea vender.

No siempre en Twitter se generan posiciones encontradas. Por ejemplo, todo son elogios a la película Close, del belga Lukas Dhont, una bella, sensible y triste historia de amistad y amor entre dos chicos preadolescentes. Este filme, minoritario y extraordinario, difícilmente llegará a ser tendencia en las redes, pero ha logrado la proeza de colocarse entre los 10 más vistos en España.

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