Un futuro que no existe

He leído estos días varios artículos sobre como en España el ascensor social está averiado, es decir, sobre la dificultad de progresar en la vida cuando se viene de una clase social baja. Me sorprendió que ninguno de esos artículos mencionara una realidad terrible que observo en los centros educativos de los barrios menos favorecidos de Madrid: el hecho de que muchos de esos chicos saben perfectamente que han nacido en la clase social e...

He leído estos días varios artículos sobre como en España el ascensor social está averiado, es decir, sobre la dificultad de progresar en la vida cuando se viene de una clase social baja. Me sorprendió que ninguno de esos artículos mencionara una realidad terrible que observo en los centros educativos de los barrios menos favorecidos de Madrid: el hecho de que muchos de esos chicos saben perfectamente que han nacido en la clase social equivocada y asumen las consecuencias de ello como si su destino estuviera ya escrito. No existe para ellos la promesa de un futuro mejor que el presente de sus padres. Esa cantinela que nos repetían a los niños pobres del baby boom: “estudia y te irá mejor que a nosotros”, a ellos no les sirve, no se la creen, lo que se traduce en una absoluta falta de motivación hacia el aprendizaje. Nos deja a nosotros, los docentes, la responsabilidad de ilusionarles para que intenten encontrar el sitio que se merecen en un mundo y en un futuro que sabemos que no existe. Y eso, ¿cómo lo hacemos?

Noelia González Muñoz. Madrid

‘Bullying '

Acabo de leer que en Zaragoza una niña de 10 años llamada Saray intentó suicidarse tirándose de un tercer piso porque en el colegio otras niñas se burlaban de ella y la insultaban. La niña irá a otro colegio. Pero quizás lo más adecuado sea expulsar de esa escuela a las niñas que la acosaron y hacerlo público para que sirva de ejemplo y que esas niñas u otras u otros niños se lo piensen dos veces antes de hacer bullying.

Vicente Blanes Torreblanca. Villena (Alicante)

Una lección

El triunfo de la selección española de baloncesto en el EuroBasket debería trascender más allá del natural forofismo patrio deportivo e invitarnos a una mínima reflexión que, para aquellos que somos padres, convendría fuera algo más pausada. En un torneo plagado de estrellas inalcanzables, ha llegado el triunfo de los humildes, de los sin nombre; basándose en el trabajo diario y el esfuerzo común, en aunar en lugar de restar, en el silencio efectivo frente al ruido vacuo. Es la victoria de quien cree en el trabajo en equipo, y eso, en un deporte donde los 50 puntos de tal o cual estrella suelen ser la noticia, es muy de reconocer. Por eso gracias, chicos, como deportista, como forofo, y como padre. Tomamos nota de la lección.

Antonio Larrey Lázaro. Boadilla del Monte (Madrid)

Señor de la guerra

Trágica y espeluznante la matanza con enterramientos masivos de más de 440 personas en Izium en Ucrania, que nos trae a la mente las de Mariupol y Bucha. ¿Cómo es posible que el ser humano pueda caer tan bajo una y otra vez? ¿No sufrieron los rusos en sus propias carnes el horror de los nazis durante la II Guerra Mundial? Qué difícil y duro se hace poder entender esta guerra entre, antaño, pueblos hermanos, si no es dirigiendo directamente la mirada a ese iluminado señor de la guerra, que desde el Kremlin mueve los hilos de la muerte y la barbarie. ¿Hasta cuándo?

Francisco José Eguibar Padrón. Madrid

La Cañada Real

Envueltos en la crisis energética, me pregunto ¿qué pasará con los niños y niñas de La Cañada Real? ¿Les espera otro otoño-invierno sin luz y sin poder calentarse, estudiar, asearse?

M. Esther Salmador Baraibar. Madrid