Veamos el planeta con perspectiva

Los lectores escriben sobre las contradicciones de una sociedad supuestamente avanzada, la lucha contra los incendios, el consumo de carne en los países desarrollados y los problemas de la generación nacida en los 2000

Varios barcos salen del puerto de Lampedusa, en Italia.ALBERTO PIZZOLI

El James Webb deslumbra con fotos de alta definición, pero abajo, parece que cada instante una miseria tapa otra. Atravesamos el ecuador de julio, ya nadie que esté en sus cabales pone en duda las consecuencias del cambio climático. Mientras, varios misiles han ...

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El James Webb deslumbra con fotos de alta definición, pero abajo, parece que cada instante una miseria tapa otra. Atravesamos el ecuador de julio, ya nadie que esté en sus cabales pone en duda las consecuencias del cambio climático. Mientras, varios misiles han matado al menos a 23 personas en la ciudad de Vinnitsia, en Ucrania. El Mediterráneo sufre una pérdida de posidonia, su especie cumbre por exceso de fondeos, contaminación y antropización del litoral. El incremento del tráfico marítimo, afecta por ruido excesivo a muchas especies. Miles de personas siguen ahogándose buscando una tierra prometida. ¿Realmente debemos asumir que somos una sociedad avanzada? En lo ético, hay serias dudas: Los terratenientes piden que nada de condiciones, que todo vale, que vengan más cruceros; los vecinos de barrios pobres son expulsados por especulación y borrachos; algunos investigadores siguen buscando soluciones al desaguisado climático. Mañana será otro día, así que aprovéchalo. Te conviertes en lo que le das a tu atención.

Marc Masmiquel Mendiara. Palma

Quemados

La persistente ola de calor que sufrimos está dispuesta a pulverizar todos los récords de temperaturas altas y al paso que vamos también de incendios. No se atisba en el horizonte su final. Sin embargo, la respuesta que se da a esta dura realidad es fruto de la inercia, con recursos insuficientes y con hábitos anclados en un pasado climático diferente. Pero el problema no es tanto el cómo se gestiona la extinción de incendios, sino en no tener unos recursos técnicos y sobre todo humanos que trabajen durante todo el año en su prevención, eso que tan poco se da en nuestra sociedad. Mientras, arde el monte y se queman los que luchan en su extinción.

José Miguel Grandal López. Los Alcázares (Murcia)

El Papa y la carne

Confieso que casi se me pasó por alto la noticia de que el papa Francisco advertía a los jóvenes contra el peligro carnal. Pensé que se trataba de crear conciencia de una guerra continua entre el cuerpo y el alma, de ruptura entre ambos, de “pecados” de los que el clero venía a salvarnos. Me equivoqué. Esta vez Francisco hablaba de la carne de verdad, cuyo consumo se ha multiplicado en las últimas generaciones en los países desarrollados, perjudicando su salud y fomentando la desnutrición, hambre y muerte en el Sur, convirtiéndose además en una de las causas del desastre climático global. Contra él sí debemos unirnos mientras quede esperanza de superar las 700 plagas que ya nos afligen por nuestra suicida negligencia ante el cambio climático.

Martín Sagrera Capdevila. Madrid

Generación de cristal

Realmente la generación de cristal son ellos, ellos tienen el poder en la mano siempre. Siempre contienen el vaso, el plato, la copa alzada bien alto para brindar lo que vencieron. Y en ese choque de preminencia, el cristal se rompe y es ahí donde nace la siguiente generación, de los pedazos de un cristal roto. Nos llaman la generación de cristal, pero ni siquiera se preocupan por saber si el cristal está roto, ni la mano que lo rompe solo les interesa sentir que somos frágiles. El vino se derrama y cae de las heridas, la sangre invade un corazón latiendo por el dolor de una guerra, esta vez interna.

María Lloza Tejero. Zaragoza

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