Respeto a Extremadura
El tramo de tren rápido que funciona desde hoy es un pequeño paso para dejar atrás el abandono de las infraestructuras ferroviarias de la Comunidad
Extremadura inaugura esta semana un tramo de tren rápido de 150 kilómetros dentro de la comunidad que tiene previsto acortar en 51 minutos el trayecto entre Madrid y Badajoz hasta las 4 horas y 17 minutos. El tramo ahorra también 25 minutos entre Badajoz y Cáceres. La nueva vía, en funcionamiento desde hoy martes, tiene capacidad para trenes de altas prestaciones de larga distancia, en este caso el Alvia S-730. ...
Extremadura inaugura esta semana un tramo de tren rápido de 150 kilómetros dentro de la comunidad que tiene previsto acortar en 51 minutos el trayecto entre Madrid y Badajoz hasta las 4 horas y 17 minutos. El tramo ahorra también 25 minutos entre Badajoz y Cáceres. La nueva vía, en funcionamiento desde hoy martes, tiene capacidad para trenes de altas prestaciones de larga distancia, en este caso el Alvia S-730. No estará electrificada al completo hasta 2023, por lo que aún deben circular trenes diésel. Se utilizará tanto para pasajeros como para mercancías. El número de paradas se aumenta en 14 localidades. La puesta en marcha del proyecto contó con la presencia del rey, Felipe VI, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La representación institucional estuvo a la altura del abandono al que ha sido sometida la infraestructura ferroviaria en esta comunidad, relegada en la modernización de la red española.
Décadas de incumplimientos han provocado una situación indigna para las comunicaciones de Extremadura por tren, un servicio que provoca desesperación y burla a partes iguales entre sus usuarios. En ese tiempo, los dos grandes partidos se han alternado tanto en el Gobierno de España como en la Junta regional, por lo que difícilmente pueden reprocharse nada en un largo recorrido de promesas incumplidas hasta que hoy, por fin, se ha dado el primer paso. Ese historial no ha impedido a la nueva dirección del PP extremeño criticar el nuevo servicio como un “tren imaginario” y reclamar un “AVE de verdad”. El Gobierno, por su parte, hará bien en cuidar la nomenclatura. AVE es una denominación muy concreta, todos los españoles están familiarizados con su significado y no es ese el servicio que van a tener los extremeños. Anunciar un “AVE a Extremadura” era innecesario para promocionar una infraestructura que es por sí misma una importante mejora. Como expresó el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, apenas se está “empezando un camino” y el funcionamiento de este tramo debe servir como palanca para completar lo que queda por hacer.
Situar en el siglo XXI la comunicación ferroviaria de Extremadura con el resto de España debe ser la prioridad y para ello hacen falta voluntad política e inversiones. Acabar con la incomunicación de las dos capitales ibéricas debería ser otra. José María Aznar anunció en 2003 la construcción de la línea de AVE Madrid-Lisboa e incluso llegó a tener fecha de entrada en funcionamiento, 2013. Nada se hizo e incluso se desmantelaron otras líneas que ya existían. El Gobierno portugués renunció definitivamente al proyecto en 2012, entre la asfixia de las cuentas públicas y denuncias de irregularidades. Como publicó este periódico, hoy hay que tomar cuatro trenes e invertir 11 horas en el trayecto: las dos capitales ibéricas están peor conectadas por tren que en 1881, cuando los monarcas de los dos países inauguraron la línea directa Madrid-Lisboa. El tramo inaugurado ayer es apenas un principio de un largo camino para compensar tantos años de abandono de Extremadura.